scuché. Salté de la cama y me puse la ropa que estaba guindada en el perchero, bajé a la calle y caminé lo más ráp
ue los comerciantes estaban por abrir sus negocios. Agitando mi mano para no detenerme, saludé a los que me vieron pasar mientras disfrutaba los d
iendo fila. Miraban de un lado a otro, y cuando vieron a mi silueta asomarse en la delgadez de la calle, se juntaron en la entrada. Sentí un alivio:
ncé a ver a unos llevarse las manos a la cabeza y a otros taparse el rostro. Aquellas imágenes me hicieron sufrir antes de lo inevitable: recib
siquiera lo vi venir. Supuse que era un hombr
go corrió, alejándose de la escena. Una chica me dio la mano para levantarme y yo tom
rrogué a la chica mientras colo
con tu bolso y e
i bolso, lo que llevo allí es ir
la calle -indicó la
por doblar en la esquina de la panade
r, recuperando el aliento,
ban las llaves en las cerraduras con un orden en particular. Sentí el peso de su mirada y su respiración cerca de mi espalda, pero sin duda
nta me causó gracia y extrañada por su capacidad
errojos, la verdad es que no lo he intentado. Es una puerta tan antig
ras lo consideraron un abus
nos minutos en espera al público. Cuando estuvo listo mostré cortesía con cada qu
bre? -preguntó-.
¿Eres nuevo en la ciud
ro país, se llama Blâwerenstein, m
aces en l
libros y rescato
sonr
e encontrarás más obras de lo que puedas imaginar -abrí mis brazos señalando la grandeza
rápido. En cuanto al libro busco uno en especial, pero i
sabía decidir por dónde empezar. Al poco, regresó al mostra
el público, estoy detrás de un libro
r ese tipo de obras, manuscritos y otras colecciones que por su va
estamos en la biblioteca de las Cuatro Llaves? Me pareció contradi
os de palabras?, o ¿simplemente viniste a cues
Londres para iniciar la Maestría y no puedo hacerlo a menos q
de que te oriente. ¿Qué
y Ciencias Ocultas
as están prohibidos. Definitivamente, aqu
to que vengo haciendo años, un merca
un libro prohibido para nues
carlo de circulación, quería enterrar el conocimiento que contenía para siempr
se destruido, n
o guardó porque quizás un día pudier
bes que si alguien te escuc
existe, quiero te
aber que aquí reposa. Sigo instrucciones de los que o
ter en nada, apenas e
ar lo que disponible
lgo en la tarde y que tomemos el té. Luego te
canzaré luego de c
l sol corona el obelisco,