Elizon
nar su pequeño y frágil cuerpo contra mi pecho fue el primer momento de paz que había sentido desde que comenzó la pesadilla. Sus d
a UCIN se abrió de golpe. Ricardo entró furioso, su rostro una máscara a
-exigió Ricardo, su voz resonan
i agarre sobre Mateo, pr
estás h
informe méd
que se hiciera. -Señaló con el dedo una línea resaltad
jó el cuello de su blusa de seda, revelan
el seca. Todo mi cuerpo está cubierto de estas ronchas. El do
, estup
ca e hipoalergénica que he usad
acahuate en la muestra que les llevé. El frasco de mi buró. -Miró a Ricardo, con los ojos desorbitados por un miedo fab
re, tan ridícula, tan venenosa, que ni
finalmente, con la voz
o-. No te enojes con ella. No es su culpa. No está bien. Vám
ndíbula rígida. Volvió su mirada furiosa hacia m
ra consideró mi versión. Ya me había juzgado y condenado en su mente. La conf
ila pero firme-. No teng
n pequeño y angustiado gemido. Su pe
ovimiento rápido y horrible, se agachó y me a
nes de cuidarlo ahora mismo. Eres inestable. -Sostenía a nuestro hijo, nuestro pequeño y vulnerable hijo
en sus ojos fríos y decididos. Usaría a nuestro hijo para
, tenía que sacrifica
la palabra sabiendo
abella con
rodi
me gritaba que luchara, que gritara, que me desquitara. Pero la vista de Ma
área era insoportable, una agonía al rojo vivo que hizo que mi visión nadara. Me mordí el labio, saboreando
en un campo de flores silvestres, con un anillo de diamantes en la mano. *Juro que pasaré mi vida protegiéndote, Sofía.
las palabras, cada una u
sus ojos llenos de lágrimas. Ricardo observaba, su expr
ó. Me derrumbé en el suelo, el dolor en mi abdomen explotando m
n en los ojos de Ricardo. Dio medio paso haci
artiera un triste secreto-. Cuando me mudé, le dije cuánto a
se desvaneció, reemplazado por una dureza familiar. Me dio la espalda, a su esposa
a ella, su voz baja y tran
a Isabella Serrano como una "querida amiga de la familia y miembro invaluable del equipo de campaña de De la Torre
ró a revisarme, tenía
preocupa más es tu estado mental. Muestras todos los sig
egresado a la habita
visó su reloj-. Tengo que irme. Isabella y yo somos coanfitri
o, priorizando una sesión de fotos política

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