img Nuestro amor, nuestra destrucción mutua  /  Capítulo 2 | 25.00%
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Historia

Capítulo 2

Palabras:1238    |    Actualizado en: Hoy, a las 22:06

vista d

enciar mis reacciones explosivas. Esperaba que una botella v

Dahlia estaba oc

a preparado. Rodeé el mostrador y puse una frente a Graci

oración genuina, casi infantil, mientras miraba a Bruno-. Tien

la taza a

sus ojos nunca apa

da de un doble sentido que solo yo podí

nció el ceño

ada profunda y devoradora que se sentía como un toque físico. Era u

tos de Bruno. Hombres jóvenes con trajes caros, sus rostros enrojecidos por el alcohol y el d

ando vueltas, esperando las sobras. Habían visto nuestras peo

luego miraron a Carlo

a su mesa. Mientras me acercaba, se estremecieron, uno d

de mi guerra con Bruno siemp

ró uno de ellos a Carlos, sus ojo

un largo sorbo de su bebida. Sabía que es

y me di la vu

ano se disparó y me agarró del brazo-. ¿Podrías tomarnos una

fectamente cuida

e, mi vo

adelante. No me tocó. Simplemente sacó su carte

o, Dahlia. Tú me lo

earan de sus dedos, una cascada verde que aterriz

nó, su voz cargada de esa f

do en el linóleo gastado. Luego, lentamente, me a

, su voz goteando falsa simpatí

lletes arrugados apretados en mi puño-. No me está ofreciendo din

hienas solt

r el precio correct

dejé t

la corbata, tirando de su cara hasta mi nivel. Le metí el fajo de bill

ertí el líquido caliente por su garganta, obligándolo a tragar el café mezclado con di

la cara de la hiena que se reía en una bofet

-siseé, mi cara a centímetros de

el único sonido era el incesante tambo

y lento sorbo de su taza, com

romper el silencio, su vo

mplemente golp

abofeteé también. Fuerte

ancha oscura de café en su impecable camisa blanca. Un

roneo de deleite-, esa es

e llenaban de lágrimas mientr

? -preguntó, su tono engañosamente suav

máscara de shock y odio puro. Asintió, u

no se ensanchó. C

les dijo a sus

eron. Dos de ellos salieron a una camio

hicieron agujeros en las paredes de yeso. El sonido de la madera astillándose y el vidrio rompi

eño café era un desastre, un mon

contra una pared en ruinas. Me tomó la cara en

odo. -Se inclinó, su voz un susurro caliente contra m

Tropecé entre los escombros, mis ojos buscando mi bolso.

os torpes con el cierre. V

a, su expresión d

eso? ¿V

ano y lo arrojó casualmente a un gran ch

sus ojos. Pasó un brazo alrededor de una Graciela sol

las ruinas de mi vida, la ll

el frasco del agua turbia. Giré la tapa y me tragué un pu

ra necesario. En la última semana, desde que él había re

suficiente. Nun

-

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