ista de So
blicación de la "ceremonia secreta"
omántico que he visto en mi
promiso sin amor. Tú eres su verdad
a! El amor verdadero sie
trágica. Adrián, el príncipe en conflicto. Y yo, el obst
ientras escribía un comentario desde mi cuen
Han estado juntos desde que eran
a" no es una esposa. A veces el amor no
r la prometida, parece buena persona. Pero
tre los aspersores en los extensos jardines de la finca de mi familia en Valle de Bravo. Ad
abía declarado, como si fuera
o. Las lágrimas brotaron de sus grandes y expresivos ojos. -Sol
de lágrimas a la mía sonriente. Apretó mi mano con más fuerza. -Qui
ián, desesperado por detener su llanto, modificó su declaración. -¡Bueno, bueno! ¡
o una profecía. Adrián, todavía tratando de tener a ambas.
n el contacto de Adrián. Necesitaba ver su cara. Nec
go se cortó. Había r
*Lo siento, mi amor, estoy en la regader
a, las imágenes grabadas en mi cerebro. El reloj de mi pared ma
nta sueños_de_lo
a en sábanas de hotel, su cabello esparcido sobre la al
sino conmigo. Solo conmigo. Ahora tengo que ir a interpretar mi papel de dama de honor comprensiva en el circo
con la mano sobre la boca, y vomité en el inodoro. No salió nada m
mármol, mi cuerpo temblando. Los
e. Yo nunca pod
rece una am
a de honor? Eso es to
La simpatía por Daniela se agrió
verdadero amor de su prometido
o para torturar a Daniela. Las niñas ric
iene secuestrado con ese accidente
usando el día que le salvé la vida como un arma en mi contra. Convirtiendo mi
Era la villana. La reina malv
r de fondos de cobertura que alguna vez fue respetado, había sido condenado por fraude. El a
s teatrales de una niña de nueve años, sino con los sollozos cr
surrado, con la cara hundida en m
ntervenido. Había usado su influencia, hecho llamadas y sacado a la familia McKinney del borde de la ruina tot
nca, nunca olvidaré esto, Sof -había jurado, con la voz ahogada por la emoción
ntándome como un monstruo ante una audiencia de extraños. La frialdad que se había in
ara las lágrimas. No más lugar para el shock. Solo había una
el accidente de coche en el que empujé a Adrián para apartarlo de un taxi a toda velocidad, se sentía más
e recibió en la puerta. -Señorita B
a la funda del vestido, impecable y blanca. Pero algo
staba allí, tan perfecto como lo recor
? -pregunté, mi voz
ayer por la tarde. Dijo que usted quería que se quitara una parte para un...
o. Marqué el número de Adrián.
niela. Buz
la bulliciosa acera de Masaryk. L
ido. Nos vemos en la suite n
e parecía una preocupación genuina. Cuando me vio allí de pie, tranquila y
ás aquí? Pensé que te estabas en
gunta. Solo lo miré,
el velo
ustaste. -Caminó hacia mí, con los brazos extendidos-. Se suponía que era una sorpresa, para Danie

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