Rivas
safío que él ignoró. En lugar de responder, Leonardo se volvió h
miel. Un lugar pintoresco, lejos de las m
e ser arrancada de raíz otra vez. Habían venido a nuestra tranquila isla para una "luna de miel", pero yo sabía la verd
ecorriendo mi pequeña cabaña de pescador, el único
ndo la nariz ante el olor a pescad
entro. Mis náuseas matutinas no pueden con esto. -Se agarró el vientre redondeado dramá
en mi estómago. Embarazada. Por supuesto.
cún en una hora -dije, mi voz más cortante de
giró bruscamente, sus ojo
da. Siempre tuviste una vena cruel, met
ía reescrito la historia en su mente, pintándome como la villana e Iliana como la víctima perpetua. Una parte de mí esperaba que Iliana siguiera mi con
e estar, ya tomando posesión. Arrancó un tapiz descolorido de la pared, arrojándolo al suelo-. Est
ir en un estante, un regalo de mi salvador, Ethan. Me había dicho que era para ayudarme a dormir, para calmar las pesadillas. Nunca la había usado, temerosa de alterar el simple aroma del ma
y doloroso. Leonardo corrió a su lado,
ició el cabello, su voz llena de una ternu
en mi pecho. Algo a
re arcadas, las lágrimas corriendo por su
Leonardo se
voz quebrándose-. ¿Est
intió, so
uestra verdadera luna de miel
lón. Instintivamente me agarré a la robusta mesa de madera para estabilizarme, mis rod
te, yo también estaba embarazada. Una vida diminuta y frágil creciendo dentro de mí. "Leonardo",
n gesto despectivo con la mano, s
que está Iliana. Su familia está pasando por
. "Iliana me necesita", había dicho, su voz fría e inquebrantable. "Su bienestar
vas mi futuro!". Una patada aguda en mi estómago, un intento desesperado de defenderme de una Iliana que se agitaba en pá
o lo que me habían negado. El contraste fue un golpe físico. No podía respirar. Salí corriendo de
arde, sorprendentemente urgente. Me alcanzó fácilmente, su
evía a usar

GOOGLE PLAY