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de obsidiana, coronado por un techo abovedado tan alto que parecía imitar la propia bóveda celeste. La luz de la luna llena, que se colaba
, hija de la cocinera del fuerte, y solo estaba allí porque se requería la presencia de cada miembro registrado de la Manada Suprema para el anuncio del futuro Consejo
ria inexplicable que la hacía temblar. Era un hombre de leyenda; el líder más joven y brutal que el continente había conocido. Sus ojos eran una tormenta gris, su cabe
el Consejo ha determinado que cualquier distracción, cualquier debilidad en la estructura de mando, será pur
del Norte, sino por la posibilidad de ser reasignad
oven beta, nervioso por la presión, tropezó con una mesa auxiliar, hacie
er el silencio durante un discurso del
d letal de un depredador que identifica a su presa. Su mirada de to
su mirada ca
inte metros, junto a un pilar. Sus nervios estaban al límite, y po
ue una flecha.
de fragmentos y luego se hubiera reensamblado en un
el olor limpio y cortante de la nieve fresca. Un calor dorado, abrasador y dulce, se encendió en su pecho, irradiando a cada célula de su cuerpo
die. No vio el salón
mbro crudo. Los bordes de su aura se ondularon violentamente. Él era el ancla y ella
ero destinado. Y
e una vida de invisibilidad, era la elegida del hombre más poderoso del m
sombro de Kael duró
a Lyra, su cuerpo pequeño y tembloroso, su ropa sencilla, su falta de estatus, y lo comparó c
na debilidad. Una
os grises se volvieron de obsidiana. La calidez que había inunda
resonó en el silencio absoluto de la sala. Sus labios se cu
peligrosamente tranquila, pero cada palabra atravesó la distanci
a su compañera. Estab
io audible-, a veces comete errores lamentables. A
tro. El éxtasis se había ido. Solo quedaba el t
un trueno, sino al nivel de un juramento sagrado, asegurándose de que cada lobo en e
a Supremo de la Manada d
de Lyra s
no sintió el dolor como una herida, sino como una explosión interna. Su mente se nubló, su visión se puso negra en los bor
yó de r
Nadie había presenciado jamás un rechazo público de la compa
fría pose, obser
a Lunar haya intentado unir a mi persona. A partir de este momento, eres libre
dían, su forma humana no podía contener el desgarro. Una lágrima
lágrima
tra la aniquilación. Un grito desgarrador escapó de su gargant
nces,
n la figura arrodillada y rota de Lyra. Un torrente de energía azul y plateada, como la escarcha violenta, brotó de Lyra. Las baldosas de márm
ieron. No era un poder Alfa. Era algo antigu
nstintivo hacia atrás, sus ojos grises por fin
s ojos ahora brillaban con la aterradora luz plateada que la había envuelt
ica, ni amor. Solo la prom
sgando su garganta. Con esa única palabra de
dejándola sola con la oscuridad. Lyra ignoró los gritos de los guardias qu
nfusos. Corrió hacia la fría noche, más allá de las puertas del fuerte, sintiendo que su
peligroso: una mujer con el poder de la tormenta, alimentada por el juramento silencioso de que, el día que
o había

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