ista de An
a cruda y amarga subiendo por mi garganta. No me estaba escondie
Me levanté lentamente, ayudando a Doña Elvira a ponerse de pie-. Tengo un trab
había creído real, se endurecieron. Un destello
s vida, Ana? -su tono estaba impregnado de un
forzando una calma que no sentía-
o. Su toque, una vez reconfortante, a
finjas que lo que
de un tirón-. Lo suficientemente r
o. La ventanilla se deslizó hacia abajo, revelando a Karla Ávila. Su sonrisa, una vez empalagosamente dulce, era ahora un
tás bien? Escuché que había un alboroto. -Salió del coche, una visión
tormentaba mis pesadillas. Julián, el protector poderoso, y Ka
en mí, un destello de tri
. Has... cambiado. -Hizo un espectáculo al mirarme de arriba abajo, sus
ncrustaciones de diamantes. Mi pulsera del Grammy. La que Juliá
ando el metal frío-. Dijo que siempre estuvo d
ataúd de mi ingenuo pasado. Julián no solo me había traicionado por Karla. Le había dado pedazos de
ñor y la señora Valdés, emergieron, sus rostros grabados con desaprobación. Eran los favoritos de la al
la señora Valdés, con voz aguda. Me igno
ía congelar una habitación, finalmente me m
más baja pero aún audible-. Esto es exactamente lo que te advertí, hijo
Valdés, sus ojos entrecerrándose hacia mí-. Tu pequeño numerito de reina del drama,
a? ¡Tu hijo destruyó mi vida! Pero las palabras
actriz, apretó e
mirada, escalofriantemente calculadora, se encontró con la mía-. Julián y yo hemos estado pensando. Mi nuevo álbum es
brillo depreda
itora fantasma. Una forma de... penitencia, como la llama Julián. -Sus pala
aprobación. Esta era su solución: explotar mi t
mbalinas. Sin crédito, claro. Solo una oportunidad de ser parte de algo grande de nuevo
e estaban ofreciendo una jaula. Una jaula dorada, quizás, pero una jaula al fi

GOOGLE PLAY