Vista d
lestó en saludar. Su voz era tensa, con una furia controlada, u
ba desafiante. Lo abrí, y ahí estaba, salpicado en mi feed como un bald
CON ASESORA MONTES: ¡UNA
to posesivamente alrededor de Brenda, sonriendo esa sonrisa de político directamente a la cámara. Brenda lo m
t de Santiago.
dad con el mundo. @BrendaMontes, traes tanta
renda fue instant
SantiagoRobledo. Tan bendecida
r de miembro fantasma por un futuro que una vez había deseado desesperadamente. Le había dado a ella la afirm
ndo esto? -La voz de
usurré, mi
imaginario' como excusa! ¡Tuitea sobre 'salvar la reputación de Brenda' de
su jugada. Controlar la narrativa. P
lo que has hecho por él -continuó Sara, su voz subiendo de tono-. ¡La esposa legítima, vien
dolor estaba ahí, un latido sordo, pero estaba eclipsado por
me a quién quieres que des
nsalía internacional. La de Ginebr
qué? Tu carrera aquí está despegando. Eres u
osamente elegidas-. Necesito salir de esta... zona de guerra.
os casos en este momento, cariño. Después de todo este.
i voz firme-. No estoy huyendo. Estoy
-preguntó Sara, un toque
estado m
ra unirme a un prestigioso equipo de investigación internacional. Era mi sueño. Pero en
as está despegando. Eres mi mayor apoyo. Mi pilar. Construiremos al
e perseguir historias por continentes, a la emoción de descubrir verdades globales. En cambio, me había quedado en la Ciudad de México, convirtiéndome en periodista
la. Recuerdo cuando se unió por primera vez al colegio militar, un recluta novato. Lo había visto entrenar, su cuerpo volviéndose delgado y duro. Una v
ublando mi visión mientras acunaba suave
il y encantadora que todavía derretía mi
a que se recuperó, dándole de comer,
investigador, enterrado en laboratorios, descubriendo cosas nuevas. Pero después de sus padres, el legado familiar, la presión... había camb
despejando las telara
tificador de llamadas mostraba su nombre, un crudo recordator

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