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Historia
Mi hija robada, mi vida destrozada

Mi hija robada, mi vida destrozada

Autor: Gavin
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Capítulo 1

Palabras:1634    |    Actualizado en: Hoy, a las 14:57

en la Ciudad de México. Tenía una vida perfecta con m

frase de un docto

no es

habían intercambiado a nuestras bebés al nacer. Mi verdadera hij

de Camila, me humillaron públicamente, poniendo en mi contra a la

como nada más que un obstáculo que

e de Ricardo, orquesté mi escape a Madrid. Ahora, encontraré

ítu

ista de So

no es

tres años, mi dulce Camila, estaba gravemente enferma. Su cuerpecito, usualmente tan vibrante, yacía inmóvil en la cama, conectado a un enredo de tubos. Ricardo, mi esposo, la había

a, teñida de un miedo que no tenía nada que ver con la fiebre de Cam

suspiró, ajustá

sangre es AB Negativo. El suyo es O Positivo y el del señor Montes es B Positivo. -Hizo una pausa, deja

. Mi mente voló al nacimiento de Camila. Una cesárea de emergencia, un borrón de dolor y medicamentos, luego el breve y agotado momento en que la sostuvieron antes de llevársela a

é hay de mi verdadera hija? ¿La que me dijeron que había muerto solo horas después de nacer? Se me hizo un nudo en la garganta. Una nueva ola de dolor,

había orquestado este elaborado y cruel engaño. Mi esposo, el hombre que amaba, el playboy reformado que me había conquistado, el que me h

todo: riqueza, estatus, una vida aparentemente perfecta. Y se lo había dado todo, mi corazón incluido, a Ricardo Montes. Me había perseguido sin descanso, un torbe

la a pesar del terremoto que estallaba dentro de mí-. Neces

cón asintió

. Ya hemos tomado muestras.

ancos. Mi hija. Mi verdadera hija. ¿Dónde estaba? ¿Estaba viv

dedos temblando liger

bitual-. Necesito que lleven a Camila a casa. Ahora. Regr

rededor. Mi mundo se había hecho añicos. La cabeza me latía con una mezcla

o iba a "relajarse" después de un largo día de "reuniones importantes". Se me retorció el e

consumida por Ricardo, por Camila, por el peso insoportable de esta traición. Entonces, un destello de mo

-le pregunté al co

Mirreyes de Polanco, prob

staba lanzando puñetazos, su rostro una máscara de rabia que rara vez había visto. Y a su lado, una mujer. Pelo corto y rubio, su mano en su brazo, tratan

"salvavidas" que se había metido en mi familia, en mi vida, bajo el disfraz de ami

rrando urgentemente. Él pareció calmarse, mirándola con una intensidad que me revolvió

né hacia

jaron, dirigiéndose hacia una calle lateral poco iluminada, todavía hablando, la mano

lleando en mi pecho. Se detuvieron en un callejón apartad

de Karla, usualmente tan dulce, ahora estaba teñida de un filo que

do se

n Camila, el tipo de sangre... será fácil incriminarla. Dirán que se q

Inestable. Las palabras me golpearon como golpes

a, casi posesiva-. ¿Cuándo podremos ser una famili

abello-. Nuestra pequeña Camila estará a salvo con nosotros.

mente. Mi niña, la que había criado, atesorado, era la encarnación viviente de su traición. Y

"tardes de juegos". La forma en que Camila a veces se aferraba a Karla más que a mí. Lo había descartado como el

o. El hombre que había jurado protegerme. Me veía co

de Ricardo. "Día duro, mi amor. Acabo de lleg

o absoluto. Era un monstruo, envuelto en un traje de diseñador y una sonrisa encantadora. No había cambiad

salvaje de furia y resolución. Esto ya no se trataba solo de mi corazón roto. Se trataba de sup

iendo las lágrimas. No. No lloraría. To

yo seguía aquí. Y ya no era solo la esposa confiada. Er

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