ísa
e, cristales tintineando y gritos ahogados desde abajo. Mis o
sobre el borde de la cama. Esto no
n desorden. Un equipo de mudanzas arrastraba cajas, maletas y una decoración llamativ
alrededor de sus hombros, sus movimientos agudos e imperiosos. Sus ojos, g
ró. Hizo un gesto vago hacia Brenda, luego hacia las pilas d
... dijo que pusiéramos todo donde ella
una calma que no sen
a pero firme-. Eso será todo po
tensión no expresada, recogiero
, con los ojos
por esta casa como un fantasma, veo. ¿Has olvidado dónde está tu habitación? -hizo una pausa, un
la observé, mi expresión ilegible. No l
zó al ver mi mirada inquebrantable. Estaba acostumbrada a mi acobardam
que yo había elegido cuidadosamente. Con un movimiento deliberado y amplio, derrib
una cosa pequeña e insignificante, pero un símbolo de lo que pens
rada fija en
una reacción, una confirmación de su poder.
da, brillando con una imagen cruda y granulada. Era un vi
se fracturó. Mi corazón se estrelló contra mis c
n, más ingenua, siendo empujada, zarandeada, humillada. El terror en mi rostro era inconfundible. Escuché las burlas, las prov
n mis palmas. Se me cortó la respiración, una batalla
cia la puerta principal. Esperaba una aud
iste tu lugar? ¿La noche en que te diste cuenta de que Bruno siempre me elegiría a mí? -se inclinó, su voz bajando a un su
a por una oleada de rabia pura e inalterada. Me moví antes d
de mi mano conectando con su hombro
sa escapando de sus labios, luego se desplomó
n la mano, su rostro grabado con shock. Dej
a! ¡¿Qu
s, sus ojos ardiendo
iciste?! -su voz
, agarrándos
¡Siempre ha sido tan celosa, tan irraciona
endureció, la decepció
oz fría-, pensé que
e, a la pantalla detrás de él. Al horrible bucle de mi traum
talla, luego se abrieron, su mandíbula se apretó. El color
comprensión enfermiza. Se apartó de Brenda, solo una fracc
mi mejilla. Era fría, cortante. No por él, no po
o, su mano flot
sa...
a de sus manos, que tan gentilmente habían secado mis
mado. Su rostro se arrugó, una punzad
n una mezcla de ira e incredulidad-.
u furia, de repente estal
mpezó a doler la cabeza, y luego... y luego ella simplemente
a atraerlo de nuevo, para reafirmar
murando palabras tranquilizadoras, acariciando su cabello. El gesto familiar, el mis
a ironía era un sabor amargo en mi boca. Estaba consolando a la atormentador
me atravesó, más frío que cualquier
erme. Ella sonrió, un destello rápido y triunfante en sus ojos llenos de
a que había ganado esta batalla.
encioso endureciendo mi expresión.
Mi mirada recorrió su cabeza inclina
mis pasos silenci
ina, mirando por la ventana. Parecía agotado,
mucho. Por el video. Por... todo. -se frotó la cara co
eniéndose a un
adre y al mío. La deuda. Ha sido una carga,
us ojos su
amilia dependía de mí. -su voz bajó-. Realmente lo siento, Eloí
rándose con los suyos. Mi rostro
-. Es una excusa. Y no es suficiente. -tomé
a conf
Lo que sea. Solo...
enda -declaré, mi voz clara e inquebrantable-. Cada archiv

GOOGLE PLAY