ísa
as, insistiendo en que cenáramos juntos. Personalmente cambió las vendas de mi brazo, su toq
una mañana, quemando el pan tostad
ente mientras yo daba un bocado. Estaba horrible
murmurando disculpas, acariciando mi cabello. Acepté sus gestos, ofreciendo ag
para nosotros -anunció una noche, su voz esperanza
ció en la pantalla, seguido de un mensaje lastimero. "Br
s dedos trazando inconscientemente la ropa cuidadosamente dobl
ue pudiera responderle-. Brenda te necesita. D
rrándole secretos al oído, su mano descansando íntimamente en su muslo. Inclin
is ojos ni siquiera se molestaron en parpadear hacia ellos.
emente ungüento en un pequeño rasguño en el brazo de Brenda, murmurando palabras de
se levantó de repente, alcanzánd
tarte algo. -sus ojos estaban preocupad
recorriendo su mano que a
preguntas
é que a veces puede ser un poco abrumadora. Solo quiero asegurarme de que estés có
mis ojos
a pizca de hielo en mi voz-. ¿Crees que es digna d
ostro palidecien
alza y furio
ía tratando de ganarse tu favor? ¿
los ojos en
Eloísa. No te am
, cerrando la dista
me amó, ¿por qué se casó conmigo? -me incliné, mi voz bajando a
us labios temblaron, y tropezó hacia
voz resonando en el repentino y mortal silencio. Me di
r. Estaba doblando los últimos artículos en mi
? -preguntó, su voz tensa, un
sta, encontra
impiando el guardarropa de invie
, luego de vuelta a mí, un de
guntó, su voz
risa débil, casi impercep
qué, Bruno? ¿
tembloroso, una ola de a
o sobre algo así. -su aliv
duda regresando. Caminó hacia mí, sus brazos envolviéndome, a
, su voz ahogada, cargada de un miedo que no podía ocu
sus brazos, un cambio s
mi voz suave, compl
su abrazo, sus ojo
la hacienda, cariño. Cena con mamá y papá. Me uniré a ustede
la Vega. Ana estaba sentada en el salón, su postura rígida, una t
e asuntos familiares mundanos,
para Bruno, querida. Se
biendo mi té, hasta que
a delicada porcelana
mi voz tranqu
ron de golpe, des
qué estás hab
re la vasectomía secreta de tu hijo. Sé que nuestro matrimonio nunca
no tembló, el té se derram
ada de una desesperación silencio
, sus ojos se lle
Mi pobre y dulce niña. -extendió la mano, su mano te
da se e
or "descuidarme" en los últimos cinco años? ¿Cuántas veces afirmó luchar por mí? No estaba siendo castigad
rimas, su mandíbula temblando. Apretó mi
su voz quebrándose-. De verdad lo siento

GOOGLE PLAY