n Fer
solo rompió el silencio
do las palabras con arena-. Está viva. Y vamos a terminar lo que Lo
ostillas, martilleando un ritmo vio
fí
que era lo mejor. Me había dicho a mí mismo que era peligro
te de Lucía sobre nombres de bebés y colores para la guardería había c
xigí, mi agarre apretándos
Solo pago. -La
el volante. Agarré mis llaves y mi p
la sala, su voz chillona co
a a la mujer que elegí, la opción segura. Y en este moment
a. La bartender. Era la única co
da contra la pared de ladrillo con una postura cansada. Cerré d
na mirada que usualmente hacía que
rezosa corriente
endejo. Y
jando a un gruñido peligroso-. Un
ido áspero y ladrante q
playa en el hemisferio sur, Damián.
rrumpí, la confusión luchando
ró de nuevo. Un
ra S
Lu
én, el miedo grabado en sus rasgos.
da. Tenemos a la favorita. Trae
o bajo mis pies. La había dejado sola en el penthouse
. Llamé al jefe de segu
coordenadas enviadas en el texto. Una
a arreglar esto. Necesitaba
n pensamiento oscuro se aferró a mi mente. ¿Por qué el pri
de ladrillo y vidrios rotos, que se cernía co
tré por la puerta lateral, silencioso como un fa
lancólico goteo de agua y
principal, con el arma
z de una mujer. Im
dor muestra que está a dos minutos. -
con
detrás de un
estaba
ntada en una caja, comiend
su teléfono. Era Marco. Uno de mis propios sol
-preguntó Marco, mira
nido frío y calculador-. La entregó a Los
estómago p
el dinero. Este bebé no va a ser barato, especialmente porque es tuyo
la fábrica parecieron cerrarse, a
Marco. El
a una m

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