4 “Placer

sa

sutura, mi pulso no me falla como mis pensamientos que me atormentan después de la llamada

nas tienes 7 años —le doy una palmada en la mejilla

pagarle —menciona la madre del niñ

es n

vitarla a com

acostumbrada a nuestra comi

isa a la señora —me encantaría ir a tu casa una de estas noc

a de nuevo gr

on el gasto del paciente

ré, no te

os cuidadores hablan sobr

ador

—menciona Efraín a Carlos que es

as de noche —Efraín l

noche, la doctora

aín algo confundido —Yo si salgo en las noches y una vez la

enterado de la muerte de su madre

d solo la observe —Efraín mira a Carlos con sorpresa al parecer el joven de 19 años no podía creer nada de esto —

intenta mantener la boca cerrada —Carlos m

n P

ente. Esta es la única forma en la que suelo aplacar mi muerte lenta, gritos y fuego son parte de un recuerdo cuando perdí mi humanidad, aprieto mis dedos en la bañera y abro mis ojos para d

to cuándo saco mi cabe

ltados del artefacto que trajo hace un

lla y me la pongo

eñado para desintegrarse después de expulsar todo el aire de los pulmones y trancarse en la tráquea, al parece

ombre logro diseñar un artefacto mortal que no deja rastro y se

de encontrar

do mientras abre la puerta y vemos a dos chicas con trajes

que sus dos amigas l

sas dos morenazas con tacones

felinas, al cerrar la puerta dejo caer la to

ción Ámbar y las dos bajan el cierre de sus pequeñ

s hiciste falta —menciona Ta

dilla ante mí y toma mi duro pene que termina en su húmeda boca que me succiona como toda una desquiciada. No bajo los brazos porque me siento como todo un rey que llena deseo, un deseo que es solo

ta que lo haga y besa su cuello entonces paso dos dedos por mis labios en señal de deseo, si ella sabe que lo hace como me gusta. Ámbar se pone boca arriba y Tatiana encima de ella con su cara en su entrepierna, ambas

mi presa totalmente cruda, la embisto con fuerza y el espejo que muestra como Ámbar disfruta ser lamida por su gemela me hace expl