mirándome con aires de victoria. Mis compañeros fueron abandonando el aula de a poco, hasta que quedamos a solas. Contr

nicamente me escaneo de arriba abajo. Su forma de m

sificación— La voz me temblaba por la presión— ¿Usted tiene al

rio, clavando sus frio ojos en mi rostro — ¡Señorita González! No diga tonterías,

a pensar que tiene algo en mi contra?! Si hace unos instantes me expuso ante la burla de mis compañero

que la expuse al escarnio público, ¿Acaso no puedo corregir conductas inapropiadas?— me mira por encima del marco

mano en el pecho y los abiertos como pl

o usted no tiene las condiciones para s

si no lo sabe profesor, tengo el promedio más alto de la c

ares de la educación pública en este país— aco

us colegas tienen bajos estándares

en el espaldar de su asiento cruzándose de brazos, mirándome

quedar en ridículo, le ha dado la vuelta a la conversación para dej

el crecimiento del alumno, no como otros que solo se esfuerzan por demostrar su superioridad ante el estudia

queda en evidencia con cada palabra que dice, supongo que está acostumbrada a que todos sus maestros se rind

¡Me esta ofendiendo! — mi pac

bemos comer de su mano aprobándoles las asignaturas sin evaluar su desempeño— Hago el mayor esfuerzo po

iencia física y eso es hostigamiento — respiro profundo — Me contengo de darle una bofetada solo por no

loca — ¡Cómo se atreve ese miserable a descalificarme y hacerme menos solo por se

deras son amplias y bien torneadas gracias a todo el ejercicio que practico, uso talla C de sujetador y mi cintura de 70 cm de circunfer

errinche en silencio — ¿Qué te pasa Jen? — pregunta Libia, por su parte Fann

postura — ¡Mejor vamos a la cafetería! — antes que pudiéramos hacerlo el

indo viernes! — clava sus ojos en mí y de

sí! ¿Qué te hizo ahora? — inquiere

, que no he desayunado y siento el estómago pegado del espinazo— Haciend

ano aguafiestas! — reclama Libia indignada. La fiesta estaba muy divertida pero por mala

una pésima mañana por culpa de ese hijo de su…— pienso

a salir o qué? — dic

e necesito para distraerm

s a las nueve en punto ¡Porque esta anoche a

Leonel, quien sin ningún disimulo me siguió con la mirada por todo el lugar, ev

jor vamos a otro sitio,