orita, por su parte, Manuel, siendo tan centrado y el conductor designado no ha ingerido ni una sola gota de alcohol, algo que me parece fantástico de su parte, como

los jóvenes de la ciudad. Salimos de auto y cada una se asegura de acomodar su vestuario y verse perfecta antes

erar un momento— dice Fanny, es

paradas? — pregunt

urno para entrar! — re

mientras nos miraba divertida — ¡No mamitas! Nosot

icle al brazo de su pobre novio, torciéndole los ojos a cuanta mujer se atreviera si quiera medio mirar

aje negro inmaculado, que lo hace ver intimidante, en especial por su gesto serio. Manuel se pre

pasote ese, no dejo de verte el trasero mientras entrabas— dice Fanny a quien nada se le e

te cómodas — ¡Excelente elección! — grito para que Libia me pueda escuchar por la música. Sin perder tiempo Fanny

a en celo de mí amiga, quien parece desarmarse al ritmo de la música — ¡Que bárbara! — exclamo con los ojos abiertos

a casa con nosotros— dos manos escurridizas sobre mi cintura hace que reaccione, un chico me tenía bien sujeta haciéndome seña para que me m

raciado! — me ap

fures, que bien que te gustó lo que

pañantes estaban bien entretenidos en sus

andas provocando. ¡Más bien, ven y la pasamos rico!— volvió a su

digo! — forcejeo como loca, pero tiene

uejidos de dolor de parte del abusador que lo obligan a soltarme. El alivio que sentí en ese momento no tiene

ad! — digo en automático

a más cuidado para la

haciendo que me quede petrificada al darme cuenta de quién se trata —

a de usted, ahora entiendo por

por la cañería — ¡Profesor Serrano! Gracias por todo, per

zo busco a mis acompañantes pero nos los veo por ninguna parte — ¡¿Por qué a mí?! — definitivamente, la mala suerte me pe

sea quien sea, es bastante fuerte, porque por más que peleo, no puedo soltarme. Al parecer sus intenciones son llevarme a la zona más calmada de

onar que el pensamiento machista prevalece, según ello, en teoría una mujer que se viste provocativamente anda buscando ser