img 2. ¿Cómo se enamoran los aliens?  /  Capítulo 5 Cuatro: Benjamín | 83.33%
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Historia

Capítulo 5 Cuatro: Benjamín

Palabras:2135    |    Actualizado en: 04/11/2021

principal donde entregan certificados al finalizar el año o hacen el acto de inicio del ciclo lectivo. Algunos es

pañeras Noelí y Florencia ven sus celulares. Lucas está casi muerto en la silla metálica que ocupa porque tiene hambre y su papá todav

miga—. Ya subieron la presentación los chicos del F

ién. En eso llega Nataniel con las l

e—. Tenemos que decirles a las chicas que est

e me pelee con Fer y

l se sienta a mi lado

é, vos sabés que todas las semanas Fer hace algo distinto. ¡Deeeeeoooo! ¡M

rar algo—. Nataniel se ríe, mirando la marea de

ra más de uno se muere de hambre, pero tienen que esperar a sus papás. En mi caso, les estoy ha

egó la mamá de la Flor —avis

apretando su panza y poniendo cara de muerto

Las chicas en mi curso quieren tener campera rosada con verde agua y no sé qué boludez m

as las chicas andaban pensando en el color Stich, y que no sé qué letra y que no quie

un lado a otro—. El año movidito que vamos a tener. Encima, eso no es nada. En mi curso se andan peleando

n viaje a Bariloche o Carlos Paz, todo depende de lo que logremos juntar. Y

os de ella. Otros autos alrededor también intentan llegar hasta la puerta del instituto en m

Cancún?! —Noelí se

án peleándose por ver qué destino

que viajaron a Estados Unidos fueron mis viejos y la vez que les pregunté cuando me llevaban a mí, los dos se me cagaron de risa. Solo fueron para s

ás me dijeron que este año nos vamos de vacaciones a Madrid. ¡No

j. Son las siete menos

omo —les cuento—. A diferencia de ustedes, tengo que bus

oncito—. Tan responsable y m

bocina tantas veces que los papás en ot

o —anuncia Nat

despide de nosotros, corriendo tan rápido como puede

a, ¿alguna idea chur

n segundo, pero él es el

te del mío hizo una para conseguir plata para

da la gente gasta una banda en eso,

u, ch

s de subir a la camioneta de su mamá. Nosotros agitamos nuestr

e traté de inv

os al hombro de nues

me voy —

s —dicen mis compañ

ros, pero me parecía más gasto el organizarlas que lo que se ganaba. Pensándolo mejor, no iríamos tan equivocados en el camin

algunos del curso, ellos se van a Bariloche en julio. Me parece que fueron los que siempre ib

un baile y una dramatización del proceso de elegir los colores y demás cosas. Estuvo intere

enen temática, decoración que va con esa temática, juegos, es como decir un fe

ndo llega y me s

ace falta creatividad y un poco de ingenio, aparte de que muchos estarían dispuestos a eso antes que a h

o al ver a Ángel. Él tiene puestos sus anteojos y se sienta en un asiento de a dos, a dos filas delante de mí. Trago saliva mientras observo el espa

este lugar. Lanzando un suspiro, me levanto de repente, agarrándome como puedo porque el colectivo p

¿pu

e siento y no hago nada más que mirar para adelante también. Rasco mi cabeza, acomodo m

r así? Tengo que hablarle

abé

hacés

do nuestros labios y acomodá

por acá? —me

nstituto de

. Hum, ¿qué m

. Tal vez sea la cantidad de gente que ahora viaja

dea de cómo podemos hacer para juntar plata para lo que sea que ne

ojos se ven más vivos y grandes que nunca con sus ante

nstituto sobre cosas de promo y ellos me die

viento que corre a través de la ventanilla hace estragos con sus finos

Qu

rato, desvia

e mi campera antes de que sude como loco—. Ah,

agarrar la perilla par

conversación—. Tendríamos que decírse

os llegando a la parada, al menos en la que me tengo q

ás acá?

hasta el fondo pa

amos por la misma calle; al menos hasta que lleguemos a la vía y me tenga qu

eso de la kermés —pide

legio de una de las amigas de Carla. Había música, co

l se ríe—. ¿

as parejas que iban, a las amigas, a cualquiera. Tenían anil

saste con

ara verlo, aun si siento

uego… Ah, no soy de hac

so que Ángel me ordenó olvidar. No me sorprender

sás que podríamos

nuestros compañeros delegados, después con

uevo; suave, como el

de uno estará an

vía, él mira debajo del

le digo, acomodando mi m

onríe, solo se queda mir

go más se

ensando —responde, cam

é la campera por alguna razón. Me la vuelvo a pon

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