afías que vi por internet, afortunadamente no me defraudo. Definitivamente, es un riesgo alquilar algo sin venir a verlo primero, pero digamos que la m
os Aires querido tal y como dice el tango…mi país natal hace
la puerta detrás de mí, ciudad nueva, vida nueva. Es momento
y lo mejor de todo, es que esta amueblado a excepción del colchón, que se supone que llega hoy. Este lugar definitivamente es m
nsación de que este lugar se transformara en uno de mis favoritos... Sin dudarlo, abro la puerta y al salir me encuentro con una vista inc
ando con mi laptop completamente relajada. Admiro el paisaje y permit
hacia donde proviene el ruido, veo a una mujer saliendo
e cuenta que yo estoy aquí y la rubia de ojos creo que grises, intenta cubrirse un poco más, cosa que es imposible. Mi mirada se cruza con la de él y no puedo apartarla por má
o…» me grita mi
nueva vecina. — se excusa y suelta a su chica para acercarse a la tímida media pared de vidrio q
e explico y apart
o, soy Bruno. — dice
respondo
rubia —Soy Samantha.— termina de decir y m
e pregunta y no sé si se d
lo miro como diciéndole "mira como est
os vecinos. — me dice con ese típico acento madrileño y no
mito a decir y doy media vuelt
mi espalda contra la pared mientras rio como una tonta
» pienso, pero de inmediato sacudo mis pensamientos —tiene novia. — me