Sentada en el borde de la cama, Wendy seguía temblando y el cabello se le pegaba al cuerpo como algas.
"¿Estás bien?" Axton expresó su sincera preocupación.
Wendy no dijo una palabra y su delicado maquillaje ya se había quitado, dejando al descubierto un rostro limpio y hermoso.
Al ver que tenía tanto frío, Axton le pidió al personal del hotel que tomara el soplador de aire caliente para calentarla.
Wendy simplemente se secó el cabello y el cuello con la toalla. Ella miró hacia abajo y notó la ropa desparramada, lo que la hizo sentir incómoda.
En ese momento, Axton vio la piel clara de la mujer y el rostro limpio sin maquillaje. Su corazón latía rápido.
Este sentimiento le era algo familiar, haciendo que su corazón fluctuara.
Wendy rápidamente recogió la toalla de baño sobre sí misma para cubrir su cuerpo. Ella había recuperado sus sentidos y miró al hombre frente a ella.
Hasta entonces, vio su rostro con claridad. Su rostro amable se posó en sus ojos y no pudo evitar admirar su atractivo aspecto.