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Historia
Negada para el amor

Negada para el amor

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Capítulo 1 Amanda

Palabras:1999    |    Actualizado en: 23/12/2021

con la bolsa de piel colgada a su hombro izquierdo, Amanda, después de agradecerle al conductor del taxi, por s

os minutos y la vio alejarse, caminando con porte, elegancia y categoría, desbordando una se

eñadas y formadas caderas al vaivén de su cintura y la candencia de sus pasos, dejando que su

e grandes ojos color miel, cejas bien arregladas, nariz afilada y respingada, boca pequeñ

ban por su camino, Amanda llegó con tiempo a la esquina en la que habí

tima vez, debido a una fuerte discusión que provo

verla una vez más, que tenía algo muy importante que decirle y que si después

tó verlo esa misma noche en la esquina de una concurrida avenida para que ella se sintiera tranquila y segura, por si él se empeña

que podía controlar lo que viniera, sólo que en ese momento no sabía por qué se sentía inquieta y nerviosa, como si algo

stuvieron saliendo como novios, también era cierto que tenía esos momentos que lo h

a y echó una mirada a su reloj, era la hora precisa de la cita, exhaló un suspiro y pensó

rge se estacionaba justo en frente de ella

to, en cuanto cerró la puerta, el lujoso y mo

iste que viniera sin mi carro? —preguntó ella de inmediato sin darl

… sólo ten un poco de paciencia y ya verás de lo que se trata…

mentaron, en verdad no sabía lo que podía esperar de aquel ric

erpo, tal vez era su sexto sentido o tal vez estaba presintiendo algo

sa a las orillas de la ciudad, después de estacio

r, y terminemos con esto de una vez… —le dijo el

niegues… —suplicó del Real y Amanda titubeo un

decir, había tal sincerid

familia del Real, bajó del auto y caminó al lado de Jorge hasta una pequeñ

oro con unas velas encendidas, un hermoso ramo de rosas blancas

emocionó por un momento, se controló

es tod

rodillas, sacó de su bolsillo un estuche, lo abrió y un hermoso anillo con un diamante sol

pasar a ella, por un momento contempló todo

volvían, la gran mayoría aseguraban que él nunca se iba a casar ya que las mujeres

rillada, era romántica, el sueño de cualquier mujer, aquello era como para no creérselo, le parecía

de Jorge la sacó de sus pensamientos

respondió con firmeza, sin delatar

ose de pie frente a ella y mostrando clara

sobre todo muy cruel cuando no obtienes lo que quieres, porque no hay nada que nos pueda

o fueras para mí como las otras mujeres con las que he tenido alguna relación y ahora

re lo he sido, así que s

que ella no le conocía— ya que no quieres ser mi esposa, sea

plática, aunque no te aseguro que nos veamos con mucha frec

si en el amor no nos comprendimos en la amistad seremos los mejores camaradas que se pue

, tengo… —intentó detenerlo ella

menos ese consuelo para no sentirme tan mal ante

no quiero beber…

igos como siempre… así que no me niegues

brindis y nos

r nada más, aunque la cena que te mandé preparar

anas, recibió la cop

jo él estirando

abios, bebió un poco y no le gustó el sabor, estaba acostumbrada a los li

¿me puedes llevar a mi

do tu copa… bebe

erías… ahora ya me quiero ir, por favor

pedida? —pidió Jorge al

n… si no me llevas

la ayudó a caminar hasta el sofá que se encontraba a un lado, Amanda sintió que las manos de d

iba a perder el conocimiento, así que trató de concentrarse, no po

nto importante que tuviera, sólo que ahora buscaba reaccionar, sentía las manos de él acariciando sus piernas, po

ojarla de sus pantaletas, fue entonces cuando pudo reaccionar, aunq

a mientras se acomo

que me toques de es

te hace falta es un hombre que te haga sentir mujer… así que no retras

ndiendo a las palabras perversas de Jorge, cuando vio que él se acercaba con los ojos inyectados por el deseo, no titub

le había sucedido, un fuerte y profundo dolor lo recorrió por todo el cuerpo, restándole fuerzas, l

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