img Negada para el amor  /  Capítulo 5 Una amarga verdad | 15.63%
Instalar App
Historia

Capítulo 5 Una amarga verdad

Palabras:1914    |    Actualizado en: 23/12/2021

e el noble bruto podía, con gran experiencia y habilidad, la bella amazona guiaba las ri

las riendas del hermoso animal, mostrando sus dotes naturales de amazona consumada, de esa manera cruzaba, s

ntó con un ágil brinco, justo en el momento en que uno de los mozos de la cuadra se acercaba a ell

potro a las caballerizas para atenderlo

ió los escalones de dos en dos rumbo a las habitaciones, y después, cruzando un alfombrado pasillo que amortigua

lamar o entrar directa-mente, estaba tan

a puerta, la cual no tenía puesto

numbras, así que tardó un poco en adaptarse

udos y entrelazados que yacían sobre la cama, acariciándose y

la hermosa amazona, que apretó los puños con sincera indign

ando su tensión y avanzando hacia la cama con reso

r a verla con genuina sorpresa, Elena, barrió con una mirada cínica y furios

e cubrir su desnudes, con la sábana de la cama,

carácter de Amanda y sabía de los extremos a los

estaban clavados en el desdeñoso rostro de Elena Contreras, quién altiva le sostenía la mir

nía y coraje, Elena, sin dejar de verla, mostrando con total descaro sus hermosas formas desnudas al s

ue traigas a tus... "amiguitos". Así que vístete y despídelo ya, qui

s, ¡Es mi amante! Y se irá hasta que yo q

tía que la barbilla le temblaba de la ira que invadía todo su cuerpo, incluso estuvo a punto de

iempo, regresaré por ti y te juro que no tendré tanta paciencia como la estoy teniendo ahorita —dijo sin titubear, y s

ma no acudiría a la cita en el plazo que le diera, por lo que esperar

ropa casi con violencia. Se sentía asquead

de dos horas, más no era el sudor lo que le causaba esa sensación d

ón de aquella impúdica manera resulto degradante para ambas. No podía concebir que una m

pudiera hacer ese tipo de cosas, y sobre todo ¡En s

den y cubren su oficio con un nombre falso, tienen

ba su liberal forma

podía observarse por todos los ángulos, ya que la luna tenía dos hojas que se

tractivo físico y viéndose ahora, lo compro

atural, bella de los pies a la cabeza y l

anchas, firmes, carnosas. Sus piernas rayaban en la perfección, torneadas y esbeltas. Todo su cuerp

que sus rasgos eran tiernos y dulces, no podían ocu

emociones con claridad. Su boca, pequeña de labios carnosos y b

que su leonada cabellera de cabellos castaños y ondulados,

mucho miedo de sufrir una decepción más que la dañara y lastimara sus sentimientos más profu

era a la mujer a la que pretendían conquistar, sino, a la inmensa fortuna q

s menos atractivos. No faltaron los que contaban con su propia fortuna personal, y por supuesto, los que a base de en

colmaron de regalos y atenciones. En todos, siempre vio el int

r, o a sentir cariño por su persona, ni le interesaba

renderla en su sentir. En su mente fría y calculadora, analizaba que, si

o le permitía comprender, la actitud descarada y vulgar de su prima, la cual, siempre andaba persiguiendo a los hombres, ofre

ya que no concebía que una mujer que se respetara pudiera llegar a tales extremos, po

uras. Bien podía vivir las aventuras sexuales que quisiera si lo hacía con discreción, evitando dar paso a las murmura

uarto de baño. Con exactitud fue templando el vital líqui

ente, soportando el helado fluido sobre su ser por un

íquido se fue calentando tanto, que su piel se enrojeció notabl

do de un extremo al otro con el agua, era una costumbre que había adquirido, para prepararse a

adera y con una nívea y afelpada toalla, se secó,

plicarse crema hidratante en toda la piel, con esmero y

tima vez, ya había terminado de arreglarse y ahora ya

o, lo más seguro era que terminarían discutiendo como de c

rlo en los negocios, tal como lo había sido siempre, sin importar

Elena no le quedará otro remedio que aceptar sus condiciones o marcharse de aquella casa

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY