¡Reacciona
er Smith! ¡Reaccio
ras, las cuales hasta hace un momento se mostraban relajantes y ahora se han convertido en una amenaza. No soy un h
aparecer metida en su deseo retorcido de suicidarse. Atrapo una gran
lando una escena perturbante. Con los ojos abiertos y envuelta de abundantes burbuj
sacarla, pero algo me lo impide empujándome de lleno a la frustración. Sabiendo muy bien que el tiempo
oy a
nes, vaciando los míos mientras cuestiono porque no me la puedo lle
perficie necesi
—me alcanz
ne atrapada! —grito desesperado,
te ri
a alarga la mano hacia mi. Se la atrapo, entrelazando nuestros dedos, perdiéndome una vez más en su boca, compartiendo el oxígen
; te sacarem
eguiremos y mañana recordaremos esto como u
que es lo que la mantiene sujeta. Una trampa mortal formada principalmente por
e atrapadas sus piernas, usando las manos, la fuerza bruta e inclu
a de la desconocida, mantiene una mirada apagada de intensos ojos celestes que advierte que ninguno está a salvo. El frío está
el cabello mojado de su perfecto rostro. No tiene ninguna imperfección, más allá de
tengo al observar los iris azules que no rivalizan con el azul del cielo. A pesar de todo, prefiero el azul de cielo, pu
mos ninguno —pronuncia Sam
es? —pregunto lo primero que se me viene a la cabeza sin obtener respuesta —Soy Oliver Smith. Ardiente británico de
encia? Ni que esto fuer
cariciar su mejilla, tratando de no perder
reciendo con la respiración agitada y clava los ojos oscuros a la desconocida, endureciendo la
favor —pido,
uestras vida
negativos no van
er
oso del suelo con una ligera sacudida que induce a un ligero m
retiran, dejándome
igamos. ¿Dónde vives? —no responde —¿Alguien a quién pueda llamar? —permanece callada —¿Estás feliz de conocer al hombre más atractivo del planeta? —
una suavidad fuera de lo común que provoca los temblores de mi cuerpo. Sube el meñique al lab
ás, en esta ocasión, la pregunta
a la desconocida por detrás,
una toalla en la cara, la cual usó para secarme inúltimente —No jodas, Ra
no es mi culpa —s
arse, no tiene ninguna intención de colaborar y está agotando mi pac
amaré a un ami
la del móvil. Lleva el aparato a la oreja y alza la vista hacia la chica, haciendo que e
? —pregunto
amiga —resp
parecía c
nte suya y le aparta todo el pelo mojado detrás de los hombros —Karly. Soy yo, Ariana.
una palabra, ni una vocal. Solloza en el mayor de los silencio
así que no tengas miedo porque no dejaremos que nada malo te pase —Kar
existencia. Intenta hablar de nuevo sin ningún resultado, se muerde el labio haciéndose sa
ar
ian, deslizando el índice por su palma, d
scribe dos letras, se detiene sin ser capaz de seguir —Llamaré a tus padres Karly y… —dibuja una
go de la llamada a la policía. Dame la dirección
cia el aparcamiento. Olga sale a buscar a Pablo, Samuel y Victoria. Y Arian
y solo espero por u
l es su emergencia?
iana me mira como si estuviera loco, pero creo que es m
Le pasaré con
—pronuncio a papá, esperando que su fam
rección? —pregu
ntada y comparto la información con el agente —Nosotros estam
me atrapa del brazo y me mira tratando d
lo ha dich
malinter
esté loca. O mejor aún, ojalá que todo esto sea un macabro plan que has organiz
a eso! —grit
os a pedir, todo es mejor que la mie
cuentra acurrucada contra mí, necesitada urgentemente de calor, tiritando de
ará bien
s gotas de agua se deslizan por su cara entristecida y solo
r a por una respuesta. Arropo más a Karly, saliendo y acercándome a la propiedad cuando los pies se me clavan como anclas en el suelo. Los paramédicos sa
a vida es
esde dentro de los automóviles. No soy capaz de ponerme a la altura de los sentimientos que está experimentando Karly, pero sí ante toda esta mierda me sien
rrepien
por haberla
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am: Mik