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Historia

Capítulo 3 El pequeño que sobrevivió a la muerte

Palabras:5176    |    Actualizado en: 07/01/2022

y de más. Vivía una vida tranquila y ordinaria; hasta ayer. Ahora me encuentro encarcelado en un lugar (que por su apar

ras, con un diseño que empiezo a creer que tal vez sean de alguna secta. Si no fuera por el extraño color brillante de su

ce un bien organizado intento de

edo por

stado vomitando, pero em

l techo de la celda, mientras empezaba a perderse en sus pensamientos. La no

abitación a tomar un poco de agua en la cocina, se dirigió con sigilo entre la oscuridad para no despertar a nadie. En su camino de regreso comenzó a subir con cuidado las escaleras para volver a su cuarto;

Ah

arecía a punto de explotar. Trato de sujetarlo pa

o ocur

vés de un sueño. Se sentían recientes, pero eso no p

e pasado todo esto

del frente era la única, además de la débil luz debajo del pórtico, que iluminaba el lugar. La celda era grande y

la bandeja, se le vino es

un id

na en la que había confiado y puesto sus esperanzas intentó mata

una personalidad muy alegre e inocente, que hi

e todo eso resultaba agradable; que le diera alegría todo eso, por alguna razón, era re

llorando. Había tratado de mantenerse fuerte

este lugar, quier

porque estaba solo, el hacerlo no le ayudaría en nada. Aún se sentía hambriento, pero el hecho de casi morir y el

ero pensa

igió hacia la manta a

pensar en nada más por ahora; mas en el ins

A

ó de golpe mientras se alejaba de ella. De alguna f

a levantarse mientras desenvolvía su

mm

ba despertando. Acomodándose un poco la capucha que le cubría casi todo el cuerpo, empezó a ver a su alrededor hasta que su mir

e miedo?”, p

gradable a simple vista; mas ese niño solo lo miro sin hacer ninguna expresión por un largo rato. Fi

eso; mientras, Dress comenzó a acercársele sin quita

entro hacer rato, pensó al darse cuen

s otras tres personas que habían entrado, tenía el cabello y ojos de un castaño oscuro. A simp

¿

mento a otro estaba detrás de él, observándolo fijamente; moviéndose d

quieto mientras trataba de seguirle con la

pero qué cree

que Dress tenía en su parte trasera, pr

niño que, pareciendo entender de su reacción, a

Creo que me emocioné mucho al ver a

dado de no molestar! … ¡Oye

gón, ob

mostrar la más mínima p

as y que lanzan fuego, o al menos esa es la primera i

aginé, y también mucho más pequeño. ¿Acaso eres una es

¡Yo soy! … Aunque no l

ar; pero por más que lo intentara, quien le creería que en realidad era una persona normal. Y a pesar de que esas p

os en tu cuerpo que demuestran lo contrario; es

puchado le observó de reojo mientras continu

humanos todavía, así que puede que lo que digas sea cierto. Quizás e

decir con “a

ss, el pequeño empezó a observar

cir?, pensó para si Dress mi

más cercano a una respu

echo que lo encerraran de esa forma, y menos con alguien que creerían peligroso, como piensan de mí. Es definiti

o que le estaba diciendo; y habiendo dado unos pasos el niño se detuvo, sacudiendo su

do?”, pensó Dress se

eramente los labios como si

que creo

ress, de seguro estaría recitando un conjuro para verificarlo. A estas alturas creer en la existencia de la magia y

aci

¿

ntración, el pequeño cogió el otro plato de comida que estaba en la b

tarse concentrando, como en un estado de meditación, mientras recitaba unas palab

oment

ce rato, sobre mi condición?! ¡Creí que ibas a usar magia o un hechizo para tratar de enten

una razón no trajeron el desayuno temprano. Aquí solo sirven

tranquilamente, ya que aparentemente había perdido el inte

que no le habían dejado venir temp

ue no trajera la

ra él era la

gia. Esa es una suposición que tú mismo tu

ño le señalo a Dress, antes de servirse otra cuchara de com

o; pero es demasiado listo

e se había hecho el mismo; pero creía que lo

ra hecho para salir de este lugar hace mucho —d

ugar, ya lo habría hecho también. No sabía el por qué o desde cuando estaba ese niñ

difícil para él en su

ciertas anormalidades en tu estado interno

nse

ju

e en el chico dragón, el pequeño le dio un da

e nada estando aquí. Así que te la diré

tienes

participació

el sonido de una risa, el niño le d

es de un poder incalculable que los hacía ser bestias casi inmortal

con la cuchara, el pequeño le sig

stá a las afueras de la aldea, cerca de un gran bosque. Así que si logras r

ienso mat

or

e no es

fácilmente de matar est

e Dress no quería hacerlo. Era cierto que habían metido a Dress preso injustamente pero no habí

está bien. Yo n

ates. Creo que con inmovilizarlo para que nadie

ho m

él era el raro por

o hagas mejor —dijo el n

¿

speraba que Dress rompie

, que no se si ten

sabremos si n

ía una mala idea, al final

ntras trataba de concentrarse. Dress no podía recordar muchas

tar algo que nunca antes había hecho. Como en esas películas de karate

brazo con el que habí

rimentar tener una fuerza

ño estuvo observando lo que estaba haciendo, sin mostrar si realmente le parecí

. Aqu

Ah

r su fuerza en el golpe que iba a dar a los barrotes,

noto algo extraño; y quedándose quieto unos momentos

o la mirada del plato al no comprender lo que estaba ocur

Sin importar los golpes que diera, no parecía que los barrotes fueran a ceder; además qu

e cansó, pens

al solo era una teoría qu

, No

niño que, intrigado por esa respuesta, dejo su plato a un la

quiere

nte mientras empezaba a ver su puño; no el que estaba rec

as, cada golpe. Trate que mi p

ogrado. Ninguna persona normal podría romper el m

s el p

escape, el niño se lo dijo en un tono despreocupado

sentía dolor o algún fuerte impacto al chocar contra e

ría el chico dragón, el niño pa

s la fuerza de los dragones, puede que, por lo que s

ógica; para un extraño mu

plicación de su compañero de celda, le parecía intrigante el

realidad poseo una clase de poder oculto como en los videojuegos.

te de él se resistía a creer que eso podría pasar; no solo por

reg

pensamientos; Dress no noto l

que lo pudo llevar a ese lugar. Si estaba bien que confi

om

la mitad de la comida, el n

ué me d

remos la ayuda de ambos y necesitaras

o, Dress dudó de recibir de nuevo la comida de un extraño. Pero sabía que en e

edo tomar tu porción

enido de en ese balde, puedo decir q

ncidente anterior con el jugo. Ciertamente sentía hambre; pe

una vez. No te

ta b

o se lo extendió empezando a molestarse u

tó expresar una emoción. Da miedo”, p

ias. Lo digo

r saliendo de aquí, ni dónde ir. Así que te ayuda

ess se sorprendió al escuchar ese ofrecimiento d

ado, hizo un esforzado intento por v

mbre e

nrisa de compromiso, de la que se notaba no estaba ac

le pareció bueno el intento que, extendiéndole la mano m

lacer, Cario,

*

re de saber que podía confiar en alguien al fin; digo, estamos en la

observando la mano que le había extendido fijamente

e tenía un castaño cabello no muy largo, con una apariencia sin nada especial, o mejor dicho anormal. Solo parecía un

Lo hacemos mucho p

ludo;

explicación, pero opto por seguirme la corr

usualmente se responde en un sa

ece un tanto impráctic

es obvio que no parecerá buen

un niño de su edad. Aunque resulta mucho más confortante que tener que planificar u

verdad es… No. ¡Es

para no tener que hacerlo luego en un futuro; cuando lo vi a pun

De nuevo esa

or unos momentos. Habiéndose dado cuenta de a quie

bias so

ue esto lo que te hizo devolver tu

lado en la bandeja mientras se f

a él también

iña Sileria tam

S

Por qué tratar de envenenar a un

e nosotros. Que les hicimos pa

ar tus esperanzas en una persona se siente horrible. Creí que

incluso ahora estoy

ás malinterpr

, Cario me corrigió co

mientras observaba los relieves, cerró l

itiva es

*

urrió ese día me da un esc

ón”, la niña dejo la bandeja a un lado con una

hablaba y decía tantas cosas que iban perdiendo sentido, siendo l

tanto incómodo. Luego de darme mi comida, empezó a hacer algunas preguntas con un mie

dad era

que había hecho. En todo caso me negué a hablarle, no tenía motivos para hacer

vencida y se mantuvo callada

nca se call

nta que la tal Sileria seguía allí, sentada tranqui

es in

que se fuera de una vez, y

pero me esforcé bastante en hacerlo. Sé que no es mucho,

como pareciendo orgullosa de

se vay

r. Sentía que todo el estómago se me revolvía; y Sileria, que t

o a otro, tratando de repetir en voz baja el procedimiento. En medio de mis mareos solo pude darme cuenta que ni siquiera

menaza para la salu

as cosas fueron

pero esta vez sin nada raro preparado por ella. Luego trataba de hacerme conversación por unos minutos, hasta que

lugar balanceándose de un lado a otro, como niña enamorada; mientras colocaba la bandeja de comida en el estante de enfrente. Sin decir nada, me entrego la comida entre la que note algo. Un vaso de relieves decorados con diseños de algun

no me

de siempre, esta vez no estaba armando el objeto de metal, solo estaba se

do. Lo que sea, m

i cuenta. Mientras trataba de fingir no hacer nada, Sileria estaba inf

porta, pensé dec

as que no te

ta que la estaba ignorando, qu

o pecho, pensé dentro de mí. No me imagino com

stos días. Al fin logre hacer un sistema de presi

ogro que comenzó de nuevo co

bueno casi todos. En realidad, mi Maestro me dijo que debería mej

y aceptación de los demás. Ojalá que rec

ientras veía com

tan feliz, que prepare

conversación. En estos días viniendo aquí, parece

quiso decir c

os los hice también yo, con mi gran habilidad en artesanías. ¿No cr

algo no me

que hay dentro de ese vaso, debe

sto para que ella lo tome primero. Sileria trato de calmarme diciendo que esta vez

mientras repetía que era una grosería mi

si es

e extraña, tocándose el estóma

s de verla salir del lugar a tod

o en vari

ones, se veía amable y muy agradable, aunq

es una idiota qu

*

dido la lección. Pero, po

con los vasos, Cario termino de

realidad eso

—contesto Cari

dijist

na es un veneno mortal. Y es más, no me sorpre

ntir Cario, pero creo que

evó a Sileria de aquí sabía que esto pasaría conmigo. No pued

e siento bien al saber que no intentó

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