Elegida por el CEO

bajaba… Abby dejo unos billetes al chofer del coche y salió deprisa hasta el interior de la edificación

an le había encargado. Le caía tan mal esa mujer, era tan molesta. Pero por desgracia era su sup

días encontrar empleo fácilmente. Pero por fortuna, ella era buena con los números y por ende había cons

ayboy. Del que se rumoreaba que se había llevado a la cama a la mitad de las chicas de la oficina, todas menos a ella… en eso la puerta del asc

arde! Me sorprende— La mira con aquellos

ento. Es que anoche t

tiempo — Dice una morena lle

con Callan. La morena siempre que la pillaba cerca del jefe esta llegaba en segundos. ¡Cla

se hombre de la cabeza. No le convenía, él solo se acostaba con las

de arriba hacia abajo — Se te sumara má

e asunto. ¡Ya debo irme! ¿N

unos documentos importantes. E

os firmare e

mejillas arder y por un momento pensó que se había sonrojado. Pero la sensación no l

n decirle una maldita palabra… y co

orena dedicándole una mirada asesina

al pecho con un montón de papeles. La chica camino hasta el cubí

pero aun así se podía ver como la morena casi que se le tiraba encima al apuesto empresario. Ella era la única que tenía el privilegio de estar tan cerca de él, era su asisten

en sonreía como una maldita perra. La sangre de la rubia hervía por mera rabia, mordió sus labios. Odiaba albe

años ¿Cuándo iba a dejar de aparentar ser una niña? Ya era una mujer, una que tenía necesidades. La chica se sentó en su silla, encendiendo el ordenador… a veces envidiaba a la idiota de Susan, ella era hermosa y s

a un playboy. Y si los rumores eran ciertos de que se había follado a media oficina, no le quedaba dud

intiendo que sus bragas se humedecen. Le causaba tantas sensaciones al mismo tiempo, si tan solo él supiera lo que ella sentía por él. Un enamoramiento por más de 3 años

su jefe, a lo que su mald

ya bien, s

jar de amarlo. Esos pequeños e insignificantes detalles la enloquecían. Y solo acrecentaba su en

iarias por las noches m