a su jefe que la observaba como bobalicón. Lentamente se levantó

ta l

stante rápido — Éste

era tan grave

s muy

o Callan avanza hacia su persona, mientras que sus nervios destrozan su interior. Así que se arma de valor lleva

resulto que su jefe era un maldito desgraciado que no tenía la más mínima intención

lente Abby!

s palabras se le quedaron trabadas en cuando miró esos ojos y esa

en la puerta de la oficina de Callan, Susan fue quien abrió la pu

ofrece? — Dice el

pediste para la reunión de esta t

vió. Abby ha hecho un buen

— Respond

esa la morena

Abby ¿querías

bby estaba segura que si decía una palabra esa tí

eison, con

tonces muc

no, también es que llevaba unos inmensos tacones. Volvió a su cubículo metiéndose en su laptop pero por dentro se reprochaba que no hubiera podido de

a mujer. Estaba más loca que una cabra, no tardaría e

emonios, esa tía sería uno

rvisora. Ya era hora de su salida, así que recogía su bolso y algunas ca

Abby peg

stás haciendo? — La vos d

has vuelto l

a zorra… una que se está met

hablando? — La morena aun

solo para que te preste atención. Mira que venir maquillada, ¡ja! Es ridículo. Jamá

yo no hice nada. Solo

obre una perra. ¡Maldita puta! Como te vuelva a ver intentar ligar con

ararla. Ya estaba harta de ser maltratada por esa idiota, podía

e un dedo encima, ¿Q

ue el rostro de la mujer giro. Sus ojos se aguaron un poco, sentía mucha rabi

bby…— la rubia oy

, enormes gotas de lágrimas se deslizaban por sus mejillas. Era una tonta, cuando iba aprender a defenderse.

para empeorar su día. Subió al taxi que la esperaba para dirigirse hasta su casa… Al cruzar la puerta de su

Ab

s con ese mo

lanco — Ex novio, estoy sacando sus m@lditas

Esta se r

! Esp

en la entrada del edificio, las cual

dejar

ta. Ven, tengo u

o? — Pregu

la, la lleva hasta la puerta de su casa en donde la hace esperar unos segundos mientras

ende un libro

to! ¿Q

a, querida amiga — Esta l

a vecina, pero dudaba que la solución a todos sus