img Eres tú  /  Capítulo 2 El mensaje | 12.50%
Instalar App
Historia

Capítulo 2 El mensaje

Palabras:2495    |    Actualizado en: 05/05/2022

ge

se

su muerte. Y he vist

e la cama, no podía dormir,

la realidad, y aún

espejo y pare

os. Solo estábamos la familia, no queriamos

lágrima desde que l

ueno, o es re

segura, es que iba a averiguar quien fue

igo que pregunta una

alda, con una camisa roja de tirante, con su c

sto buscand

levo unos jeans desgastados, y una camisa que tiene

la cama. Y mi cara está más pálida que una adolescente cuan

horribl

—exclama haciendo ruido

¿

n el instituto, y no vas a ir como la nov

ace reír

ás llama

arregles porque así no vas

ede, y me maquilla cubriendo las grandes ojeras que tengo por no dormir bien estos días.

zo porque me maqu

y mejor que hace unos minutos, a

lsea con una sonrisa admir

os mucho, y agradezco eso porque no e

ión que está puesta en la ra

la emociona subiendo el

la observo co

13 años, no es tanto, pero siempre ha estado para mí. Ha sido mi ancla en lo mome

lla. Me incomoda el tacto cuando siento la cicatriz que llevo justo en ella. M

ndo lo que estoy pensan

as nos miran, y otras solo se limitan a ignorarnos. Y así está

que hacer, —dice mi amiga al llegar a

ra recordar quien es el pro

co los demás libros— No es la pri

runce

bajito de lo normal viendo a todos l

virginidad el año pasado, y me engañó con Hasna White, la chica p

on las facciones de Dios griego, rubio, ojos azules con armadura y una espada pa

esponder cuando un

voz masculina que descon

y no entiendo el por qué hasta qu

, y empieza a latir más

artamudeo l

tartamu

ni

repite un poco más alto que

me

en medio, que son geniales. Tiene el cabello un poco desordenado, que no evita que sea sexy. Tiene varios tatuaj

n atención, y una

tuviera los ojos tan lindos, y eso que los mios son verdes. Pero los de él no, son de un

os, se le hacen unos hoyuelos que hacen

in saber si es una pre

sonreír al

será este m

mirando mi camisa, y volvi

—digo si

n poco de confusión, pe

S

patos son de color amarillo. —señ

se llama pa

as pato y si es un

SÍ SE LLAM

RDO! —grita más

ar más que él — ¿NO HA

más que yo, pero se det

é? —pregunta

ue el

SABER QUE ES

—Olv

s porque seguramente ya va a sonar el timb

stá a mi favor hoy, ni n

o unas manos son más rápi

le pregunto al desconoci

a gracias. —dice con sa

eo como se mue

ra que no se ensucie, —le sacudo un poco la camisa, y al

e divierte la situación, no evita que sea am

un buen día. —habla Chels y le ex

sonríe y

ta so

nota que no e

o sin saber a

no te bañaste. Gr

otaba. —dice Chelsea a

a fulmino c

Ch

o en ev

ue se nota. Pero de igual manera

tarle algo muy gros

er

o, y al cerrar el casille

pe

—y de paso, piensa igual que yo— Adiós Chelsea, fue un placer.

pero se detiene para

—con eso se va, y se pierde

*

afetería. Me siento perezosa en el asient

? —pre

Qu

..—dice y sé a donde

deberías decir nuestro no

. —dice levantando y bajando las cejas— además, en su peque

cejas, —¿

poco fuerte, y algunas personas que está

lpa, ella tiene problemas, y

erlo porque sigu

te haces ilusiones. —ni yo me la

sabe que no quiero hablar

está haciendo larga la cola. —digo haciendo un ademán de levanta

i tra

a viene en camino

sta que una voces l

de hamburguesas con papitas?

clamo, abr

más fuerza, mientras una

o qué? —responde la

—también la abra

nieron en paquete, cuando los conocimos, ya estaban juntos. Sí, desde muy chiquitos,

sotro

esto sabe muy bien, o no sé si es que yo te

muy rico. —comenta Chel

viaje? —les p

rabajan yendo de un lado a otro. Ben está casi siempre solo en su casa, ahí

osas playas. La vista desde hotel cuando llegaba el atardecer,

n entre sí haciendo arte. Es increíble lo que puede llegar a hacer el cielo,

alegro mucho por ella, y que ambos estén feliz. Estas 3 personas que están a mi alrededor, son mis pe

salir lágrimas— no sabiamos si ir a tu casa, llamarte, o enviarte un m

iere, a la muer

ra que si al funeral no fueran ido solo familia, uste

familia. Y te conocemos, además que Chels nos dijo que querías tu espacio, por eso no fuimos a tu casa, incomo

visto llorando, y verlo en ese

edo, no me

bsorben la na

bonito. —dice Chels l

sé que ustedes hasta matarían por mí.

emos intentando no ens

y la cara le cae en la salsa

limpia y veo una pulserita pl

inda p

sca como loca en su bolso, logr

Una para Chels, y otra para Án, —nos ofrece la pulsera que adorna nuestra muñeca— ¡Ahora sí! Nuestra amis

orazón que tengo, y los ob

stuvier

l salón veo que me

esa, Á

uardame un puesto. —le aviso a Chelsea, quien

e dirijo directo a la mesa do

o n

do aquí. No solo pudo desapar

mi móvil vibra dentro

s raro que me esc

uando lo leo se me eriza la piel que llega hasta mi espina do

é quien

*

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY