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Historia

Capítulo 2 La cena

Palabras:3849    |    Actualizado en: 26/05/2022

n grande que parecía un palacio, era blanca con el techo de un azul oscuro, tenía ventanales grandes y pequeños por toda la casa, el césped se encontraba per

hombre en una pequeña caseta, este al

, ¿puedo ayudarla en a

día comiendo rosquillas en su escritorio, puesto que era un moreno algo

o de sirvienta, me dijeron que debía h

i hablando por unos minutos. Luego de colgar volvió a acercarse a mí—. Puede pasar, Madame Müller la está esperando. Entre y s

—respondí come

e consiga

bién lo

iba a ser difícil aprenderme cada recoveco de ella, ya qu

me esperaba una señora de mediana edad que llevaba su pelo algo canoso recogido en una cebolla y traía puesto

agudo mientras bajaba los tres escalones que

con un asentimie

ama de llaves —se presentó con gran orgullo—

mármol perfectamente pulido, también habían muchas estanterías y gavetas que de seguro escondían algún que otro condimento, además había dos hornos, dos cocinas de inducción co

a que era del tamaño de mi casa. Era tan injusto q

rdenó la se

iples puerta del corredor e ingresamos a un pequeño despacho, que era blanco y no tenía muchas más cosas además de una mesa y una computadora, lo que más llamó mi atención

n —dijo Madame Müller tomando

a un sobre y de este sacó un

enzó cuando tenía quince años —empezó a decir e imaginé que era la

en su trabajo —respondí bajo su atenta mirada, que iba del papel en sus manos a mi

prendió, ya que por lo general las personas me miraban como si fuera algo raro, puesto que pocas personas comenzaban su vida laboral a tan temp

eal, pero imaginaba que alguna que otra mentirilla habría. Claro que eso

inguna queja —respondí con las palabras precisas para que estas f

que a pesar de haber aceptado por libre y espontánea voluntad, que me rechazaran era un peso enorme que me quitaban—, pero ya que es un

elo aún, porque definitivamente

con mi trabajo —respondió como si la hubiera ofendi

amente a la c

un respiro y continuó—. Con respecto al horario, trabajará de lunes a viernes desde las 7:00 am hasta la

—respondí muy conforme, el horario e

r temprano para presentarte a tus compañeros —ex

ga y blanca, con las copas, platos y cubiertos colocados en una simetría perfecta. Los corredores que iban de un lugar a otro, con las paredes llenas de pequeñas formas que se repetían creando un pat

ores hasta llegar a una gran escalinata

e Müller haciendo un gesto hacia el enorme lugar—,

a me puedo ir? —pregunté con cansancio, llev

la señora Müller—, solo rec

cir salí por donde mismo había entrado y al ha

guió el

isa—. Por cierto, no le pr

presentó levantando la gorra que

—me presenté—. Bueno, sup

orah —se de

*****

el autobús se demoró mucho en pasar, al llegar

—preguntó con ojos curios

ti también —respondí

uando se lo proponía, y est

mo si mi respuesta fuer

ije tirándome dramát

, de verdad, que si los médicos no dijeran

ntras, yo voy a descansar un

rtador para las cinco aproximadamente y me

j y eran las seis de la t

tarde! —dije leva

o me maquillé mucho solo me puse un poco de base y labial, aunque consideraba que con o sin maquillaje me veía igual, puesto que era una chica común y corriente, de mediana es

ón y mi madre me mi

i niña? —pregunt

uera —respondí

preguntó con t

e ayer, nada importante —bufé recorda

gó mamá cada vez más in

nto sonó el teléfono salvá

z me acerqué a

ig

aquí señor

an? —pregunt

cción a como diera lugar —respondió con t

—dije para luego

rmé a mi madre a

que tenía que bajar las escaleras, en realidad no que

lan apoyado en un Lamborghini. Me extrañó verlo con ese auto, ya que

Dylan haciendo una reverencia lo que era

je cansada de que me ll

é Deborah si tú

spondí levantando las

abriendo la puerta del

auto tan caro? —pregunté

ar más cómodo —respondió él indicán

er más de él, tenía curiosidad de sa

i rodear el auto para sentarse junt

a, yo por mi parte esperaba una respuesta, pero en

muy h

gracias —fue lo único que pude decir, jamás nadie a e

en el poco tiempo que te conozco nunca te he visto cal

la pregunta que te había hecho

o para mirarme un momento y luego regresarlos—

se protestar,

mirándome con sus penetrantes ojos oscuros y

decidí cambiar la conversaci

ia sonrisa que me dejó sin palabras, per

smo, supongo que algo se me habrá pegado de ella

acer preguntas y disfruta del viaje —respo

ar mi mirada hacia el restaurante solo me pude

o y mirarlo, al ver que asentía, continué—: Pero es la mejor ca

uto, para luego rodearlo y abrirme la puer

o, yo me sentía como una boba mirando su sonrisa y mi cerebro me pedía a gritos que reaccionara. S

nuestra mesa después de confirmar nuestra reservación y no

ra orden. Dylan pidió calamar y cigala o algo a

eres pedi

el menú a un lado, no sabía que diablos habí

americana de café y curry, y el mejor vi

antaba más la curiosidad así que co

contestar a

interrogatorio —bromeó acomodándose en

uto tan caro? —pregunté g

leza la respuesta es no —respondió

staurante más caro de la ciudad? —respondí porque no entendía nada, ya que los únic

por eso tengo ese auto y te he traído aquí —respondió—, viajo mucho y no logro

legó el camarero con nuestra orde

no de ellos y colocó los platos, el

a comer, miré los cubiertos bien colocados al lado

comida? —preguntó Dylan deja

sonriendo—, es que no s

ra eso —di

dí haciendo pucheros, tenía tanta hambre qu

a estos cubiertos —dijo señala

í tomando los cub

ió metiéndose otro ped

aunque la ración de comida era minús

eguntó Dylan señalando mi

ra llenarme necesitaré tres platos por lo menos —mu

que hagamos? —m

ronómica, ahora déjame llevarte a la

camarero para que se acercará, pidió la cu

amos en el auto

ónde

s y disfruta del viaje —respond

tido porque le dijera

cciones hasta que llegamos a la calle donde

ncié quitándom

s fritas? —preguntó

tas normal, sino que es el mejor puesto de papas fri

vehículo y me a

fritas —le dije a la mujer que atendía el car

pondió la mujer dándome los paquet

aré —dije girán

Dylan me miró como si le ofreci

aro de comida, además las papas de este lugar son

ó girando la cabeza como si n

os mientras reía por su manera tan ridícula de comportar

e comiera la papa— ¿Es qué le tienes miedo

una en la boca, de golpe sus ojos se ilum

iosas —le recordé dándo

buenas —dij

confesar

s —dijo acercándose más a mí ha

zgué mal, pensé que eras un chico rico que no veía más allá de sus narices, pero ahora que te conozco un poq

pedirme disculpa, yo actué mal ayer cuando nos conocimos y es por eso que quien debe pedir disculpas soy yo —agregó y

impresión que me había llevado de él. Era un hombre bastante agradable, además de culto, apuesto, al

tenía que levantarme muy te

té interrumpiendo lo q

ve —dijo mir

go que irme —dije cam

prano —contestó cam

es muy tarde —respondí cuando llegam

uto, pero la volvió a cerrar agregando—,

o mucho contigo —respondí con

spuesta y abrió la puerta de

Ahora que conocía un poco mejor a Dylan quería ser su am

ía y me bajé del auto, Dylan también

y salva en tu casa —s

ije y me di la vuelta para entrar al

e nuevo? —preguntó cua

llámame. Nos vemos otro día —respondí intentando no hacer s

dió soltándome, lo q

junto a Paty estaban sentadas en el sofá

—preguntó mi madre al

esperaba —respond

tara junto a ellas en el sofá—. Ahora, cuéntanos

cómo había perdido esa apuesta, pero sobretodo lo que me había hecho sentir en esta cena. Mi madre

pie y muy se

onterías, ape

sonrisa volvió a reinar en mi rostro. Nunca me hab

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