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Historia

Capítulo 4 La cita

Palabras:2766    |    Actualizado en: 26/05/2022

te, pero lo rechacé porque en la semana no había podido hacer lim

ana me llevé una gran sorpresa cuando

gunté asombrada al ver

tu casa, así que decidí venir a ayudarte —respondió con una amplia sonris

ije haciéndome a un lado s

entrando en la sala y se quedó parada

i madre, Ada —presenté mientras mi madre seguía mira

tomando la mano de mi madre y

ara que tenía me pareció que no podía creer que después de tanto tiempo hubiera

espondió mamá aún si

minar de limpiar saldré con él por

cocina donde estaba la sencilla mesa de cuatro sillas cubierta con un mantel

ncé a comer con mucho gusto, a dife

—pregunté señalando los difer

esconder que la comida no era de su agrado. Pero yo n

uno —dije poniendo u

quiero —respondió al

s mejor que no lo obligues

las cosas sin haberlas probado — respondí mirándol

es lo probaré —respondió pica

on las papas, tomó otro peda

, estos crepes

dre llevándose la mano a

ondió terminándose el pr

je tomando una tostada con mantequilla son

e trabajaba, entre otras cosas. Al terminar, mi madre se marchó del apartamento con la excusa de ir a la cas

el sofá al tiempo que miraba el televisor, aunque me daba algo de gra

as mirándome tanto tiempo no podremos salir

que hablar —respondí apagándole el televisor— ¿Sabes usar esto

o jamás la he usado —dijo tomando la

ufé alzando los brazos y dejándolos caer de nu

cocinan, limpian, te ayudan a vestirte —re

beza en una de mis mano con burl

a seducir a las mujeres —susurró muy cerca de mí y tuve

un deseo se instaba en la parte baja de mi vientre envolviéndome en un gran calor—. Te ens

impiara la sala, el comedor y la cocina mientras yo organizaba las habitaciones. D

Dylan, recostado al marco de la entrada, con una sonrisa que

estaré mirando desde aquí —dijo

es en la sala —respondí

sexy cuando cocinas —replicó guiñán

e se fuera, porque lo único que hacía era distraerme y no solo con palabras. Desde el prime

ra a la sala no dio su brazo a torcer, por lo que tuve que

retó contra la mesa de la cocina. Al tenerlo tan cerca sentí como el calor que había experimentado un rato atrás volvía a mí. Sus oj

a voz de mi madre a la vez que se

frustración para luego separarse de mí y v

an era un hombre atrayente, pero no estaba lista par

o mi madre entra

o lo haga me voy —le informé retomando la acción qu

e de la cocina—, y no hay pero que valga —añadió al ver que iba a p

fui a mi habitación para cambiarme y luego b

untó Dylan cuando nos

ome de hombros—, y si no tienes nada planeado es mejor que

do la puerta del carro—, ya sé a donde vamos a i

******

a un parque de diversiones con

rques? —preguntó Dyla

parques, pero ¿no crees esto es para niño

iró al frente. No entendía porqué se ponía

ertirse en un parque —respondió aún sin mirarme—. Pero supongo que sí tú no quieres estar aquí, nos vamos —agregó mi

primera vez que estás en un parque de diversiones, vamos a disfrutarlo c

las sillas voladoras y el deslizador. Lo vi reír como un niño y disfru

puso nerviosa y erizó toda mi piel por el contacto. Era algo extraño, pues

—respondí señala

siado aburrido? —preguntó Dy

entando jalarlo, pero n

tenía los asientos con forma de globo aeros

o más alto Dylan dijo

ofrece el mira

lla que se veía la ciudad con su altos rascacielos que brilla

dices que es falso? —pregu

e Ankar es la ciudad más hermosa del mundo, pero la r

la verda

una mano—, pero los que la conocen solo pueden ver su cara mala, solo pueden ver una ciudad d

s —respondió Dylan como si esas per

e ellos no merecen viv

ue no estudiaron porque no quisieron y ahora están así po

lo que estoy escuchando!

e pones así —declaró m

es? —pregunté cru

ondió rot

este país, porque no sabes nada de él —respondí y en e

escuchaba que Dylan me llamaba, pero no quise detenerme. No entendía como hab

. Todo pasó rápidamente y cuando me di cuenta

rme lo mismo con él?», pensé al

ía enojada por sus anteriores palabras, por lo que me solté de su agarre y

r —suplicó Dylan m

oltarme pero en vez de eso él me agar

aflojó su agarre

fusión—. Tú conoces esta ciudad mejor que yo, soy como un n

aba la muñeca. Sabía que él tenía la razón en lo que acababa de decir, pero sus palabras me habían molestado —. Va

nutos en silencio. Él porque esperaba una expli

s lugares puede que tape la verdad para los turistas, sin embargo para los que vivimos aquí,

? —preguntó tomando mi mano, y eso hi

teras. Esas personas no pueden atenderse en hospitales, viven en tiendas de campaña, se conforman con un pedazo de pan y agradecen a Dios por ello —e

surró Dylan y yo asentí porque tenía un nud

estudiar si las colegiaturas son más caras que un apartamento? y en caso de que las pudieran pagar, la Academia Real se roba toda la

eldania, y por supuesto del mundo, al ser la ún

es de Veldania, aunque algunos príncipes y prin

ipada con las últimas

ofesores impartía

todos los lujos que se podrían nece

ncluso el de los más pobres como yo, aun

so? —preguntó Dylan sacán

es de Matemáticas habíamos tenido en un solo año, porque todos eran unos holgazanes—. Sin mencionar que el país está de esta manera por c

la culpa?, quizás él no sabe nada —dijo

ue el príncipe no sepa nada de su país si es el f

. Vámonos —agregó luego de unos minutos, ponié

uenta que no tenía la razón acerca de la familia real, ellos eran l

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