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Historia

Capítulo 5 Malentendido

Palabras:1879    |    Actualizado en: 28/05/2022

ncontraban Janet y Lady Susan, que cada vez que me asignaban una tarea fuera de la cocina ellas aprovechaban la oportunidad para hacerme alguna maldad. Lady Susan era muy bella al igual que su her

or otro lado era algo loca y alborotada, un día llegó a confesarme que aquella vez había llegado tarde al trabajo porque estaba con uno de los jardineros, aunque no era una relación muy seria, sin embargo a pesar de su locura era una buena persona, y que decir de Antonia, su actitud me había sorp

bía convertido en una de las personas con las que más pasaba tiempo. Él me atraía cada vez más con su sonrisa,

aba. No había pasado por casa y tampoco contestaba a los e-mail que le había mandado por la laptop de Pa

ega descargando, ¿podrías ir con Judith a supervisar que no nos fa

tándome el delantal completame

guió hasta la bodega, donde no había esta

lo mío para no

r que el motivo por el que lo decía era porque los hombres q

cató de mi presencia y sus ojos se fijaron en mí como un león mirando a su presa, muy típico, diría yo. Pero como

ba, yo no deseaba verle, puesto que si él no me conocía, yo tampoco a él. No obstan

olvidado que tenía que ayudar a Elsa con la limpieza de los cubi

spondió sin prestarme mucha atención, porque es

fui casi corriendo en dire

tomó del brazo y al girarme me encontré con l

despegarse ni un milímetro de mí al tiempo me

us ojos fijamente como si

sos deseos de que me besara y sabía que él también lo deseaba, no obstante saqué esa idea de mi cabeza al recordar cuá

sin saludar? —preg

guna pregunta después de todo. Su pregunta fuera de luga

ugar tengo demasiadas cosas que hacer para estar esperando un saludo tuyo y en tercer lugar me voy porque no tengo tiempo que perder —culminé dándome la vuelta moles

no pudiera moverme, acercó su rostro al mío como si

¡Qué me sueltes te digo! — En vez de soltarme, Dylan me empujó hasta la pared

? — preguntó en un susurro quita

es lo q

n enojada? —preguntó Dylan e

iéramos resuelto —respondí mirando su pecho. Este hombre quería volverm

qué estás hablando?—

re me ignorara y además fingiera no saber de que hablaba— ¡Esto

borah, lo siento, pero yo no te he ignorado, mi mayordomo Juan ha sido el culpable de este malentendido, él me había advertido que borraría cual

mayordomo eliminó mis mensajes y llamadas? —dije intentando entender toda la información y al verlo asenti

mientos, porque enseguida ac

ices a todas esas chicas que caen en

porque solo eres mi amiga —di

tado enojada y se lo había reprochado cuando él solo me consideraba una amiga, ¡qué vergüenza, por Dios! Creí q

na mirada de asombro, pero no hacia mí, sino hacia Dylan, y él tambié

ñora Sofía con la mandíbula tensa y a toda prisa me ac

arla a los ojos por la vergüenza de

o la mirada hacia mí—, pens

sa a limpiar los cubiertos— respondí manteni

do —respondió la señora Sofía haciendo

de hablar —dijo Dylan in

ar para hacerlo, tengo cosas que

tú casa —respond

e hombros, de todas maneras él lo haría, aun

así pudiera olvidar mi estupidez. Luego de unos minutos entró la señora Sofía, pero no dijo nada, no obstante en algún momento debía

****

ue podría descansar un poco. Me fui a dar un baño y luego me dirigí a mi cuarto a le

e imaginé que era Paty, pues mi madre le dijo que estaba en mi cu

dejaba sin escapatoria. Dylan estaba muy guapo como siempre, aunque iba vest

—pregunté levant

n no había terminado —respondió

e claro —respondí poniéndome nerviosa por su cerc

—preguntó Dylan sin det

an llegó rápidamente frente a mí impidiéndome

s y cerré los ojos porq

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