img Rashad, un Rey Perverso  /  Capítulo 6 Cap. 5 | 10.17%
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Historia

Capítulo 6 Cap. 5

Palabras:2066    |    Actualizado en: 12/06/2022

ass

sten

eluciente, y vi que mi sangre estaba en su boca, pero en el mom

ealmente quería e

el brazo de Rashad adelantándose a tomar el mío, hizo que la mujer fuerte se

bras del hombre me crearon un pánico al instant

paso a su camino, y solo cuatro hombres le siguieron

tí el peso abrasador de ese hombre, que no me dio tiempo de acomodarm

razo de acero mantenía mi estabilidad mientas cerraba los ojos acostum

is pies se pusieron en el suelo, y

a pasando, todos hacían una reverencia al pas

e destructor, y nadie h

, yo solo me quedé en el sitio cuando evide

el suelo hasta sus altas columnas, y aquella

ero esa voz tenebrosa se posicionó detrás

, pude sentir el aliento tibio en mis hombros, pero n

pude notar que ese hombre era tan alto que debí alzar mi cabeza para m

abeza firme, mientras caminábamos acompañados de varias pers

re presente, la gente p

n cuanto tuve unas interminables escaleras delante de mí, observé como todos corrían de

os, y luego una gran puerta fue abierta por él m

uego evidencié que esta no

edor, en toda la esquina del amplio lugar había una especi

a, era el altar con incienso que estaba en todo el frente de s

isa grande a sus pies, como si… él dejará sus sacrificios

ver

s que esto era realm

mientras mis manos t

bre haría conmigo, pero

mos solo

di un paso hacia atrás—. Probarás mi comida antes que yo… colocarás mis túnicas… calzarás mis

ente mostrándome sus dientes y luego dio otro

i mi tacto lo hubiese quemado. La expresión de su rostro fu

en todo el senti

te momento. ¿Abusaría de mí?

esto? Hay miles de per

ca mientras todo mi cuerpo sufrió

e un silbido bajo para callarme, y lue

si no te lo p

o pude termin

ón de forma agitada, y luego llegó a una esq

rma hábil enredó el lazo en las argollas y lo

él tomó mis dos muñecas e hizo un amarre firme, para luego halar l

y mi respiración se hizo difícil cu

do a tu alrededor hasta que

rápida

eron cuando él volvió a tirar de

ahora mismo podía sentir como las muñecas e

a insop

la soga se aflojó y mis pies volvieron a tocar el suelo. Sin embargo, no estaban compl

to entre mi agonía y queja, y lu

el dedo, y de inmedia

azo. Ella se posicionó delante de él sin siquiera levan

ra hermosa, su vestido era relucien

qué le servía

eó los dedos delante de mí hac

s se abrieron queriendo refutar de

asintiendo y sintiendo como mi org

ue ella trajo, y en cuanto él sacudió sus manos, ella pus

al pozo vertió algunas cosas de unos frascos, y sin más vino hac

itó las túnicas y todos los brazaletes de sus manos y brazos, él sol

me mostró su sonrisa diabólica. Quería que esa mujer me mirara a los oj

u vestido y comenzó a lavar el cuerpo del demonio con algunos trapos llenos de jabón. Ella restregó

nada de esto… simp

o y mi respiración se hacía cada vez más difícil, este hombre solo quería

da. Los eventos delante de mí solo fueron como visiones cortas, donde ella secab

a los alimentos

pero en otro santiamén, solo pude sentir como mi cue

rando y allí estaba la misma mujer delante de mí, c

u pregunta,

ro debe realizar las mismas ta

s ho

en la habitación. Un tiró de dolor se incrustó en mis

r favor… desáteme… —le pedí a la

odría ha

os pasos hacia atrás, me

r favor… qu

o si me debiera

untar tal cosa, pero no tenía de

rápidamente abriendo

la cama de mi señor, solo es un privile

ientes ante

a has

ella sonri

ue llegan a este dormitorio a compartir s

un poco interesada mientr

una doncella… y nadie entra aquí, a menos que él lo pida… yo, por ejemplo, soy la servidora

un trago aliviada a

te, y eso de cierta forma

? —pregunté mientras la mujer mir

esto con alguna dama que fuera a s

ndo de parec

. Esas que están… en el cal

ndo si responder o no, y girándose para ir a ese

n son preparadas para su encuentro. No las elige siempre… pero a

harén aquí? —pr

de sus manos, y lue

vez que pierden su virtud, son echadas del palacio, y recompe

información que arrojó, y luego cerró la puerta

en este instante, ni siquiera sabí

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