e la mañana, por órdenes de los señores, Larry y Gustavo la arreglaban, pronto sería habitada por el nuevo domador de caballos

y dando brincos de un lado para otro, como toda muchacha de su edad; Dimitri la miró de arriba abajo con gestos de negac

luego de haber observado el comportamiento de la niña. —Muchas familia

; jamás han existido quejas de los dueños hacia mí

porque otro mejor no tendrá. Quizás sea una excelente criada, pero nadie es indispensable en es

presentes contemplaron a Dimitri de reojo dejando ver en sus rostros la molestia hacía sus comentarios, la tensión bajó cu

ría mirarlo, aquel gesto de rechazo logró que Caden frunciera e

subió el rostro; Clara la vigilaba muy de cerca, la joven g

manera más respetuosa, si algo había estado

turbada, aquello podía costarle su trabajo como se lo había advertido Dimitri. La mujer contempló a Caden frente a su hija y sintió una opresión fuerte en el pecho, el miedo invadió su mente; en ese pequeño trance ella advirtió una especie de premonición que le atravesó el alma como un fuerte relámpago, su instinto de

or qué usted le regala una rosa a la hija de la

e quedó inmóvil de la impresión, y varias risitas se hicieron sentir en la cocina, menos por parte de Clara, su seriedad era i

cocina, Clara quedó en silencio y un fuerte dolor de cab

sto le traerá, si desea evitarse fu

niños —se intr

rránquelo de raíz por su propio bien; cada cosa tiene su lugar, y usted sabe que su hija no encaja con el joven Caden –una vez

jardines de la mansión, muchas mariposas y flor

o debí comportarme de esa manera, mucho menos decir

dijeras que mandar

que sabes

magen no la olvidaría jamás —. El caballo no tiene la culpa, simplemente estaba asustado, ¡ponte en su lugar! Imagínate que t

le animal —dij

también sufren

le extendió la mano, para cambiar de tema —Amigos —le

convino y le

Caden en aquel momento, sin proponérselo, comenzaban a desarrollar actitudes típicamente adolescentes que se combinaban con las de la niñez que todavía no dejaban por completo. Su felicidad momentánea, producto de la

ino de sus ojos fueran más brillante, volviéndolos dorados como los de un lobo; el muchacho no pudo reprimir su estupefacción ante aquella visión. Caden nunca había conocido a un individuo con esta pigmentación, mucho menos que l

sión Angelina prestó atención a los detalles de la hermosa morada de los Greenwood, la casa era un rectángulo, con cuatro fachadas de columnas construidas para hacer un efecto tea

legado el experto en doma de caballos —propuso

er al padre de Caden, aquel hombre le transmitía miedo a pesar de no haber cumplido el capricho de su hijo de sacrificar el corcel. Lord Greenwood giró a ver a su hijo que venía con pasos

mbre que entrenará a Zeus —dijo Lord Gre

inmóvil ante la petición del joven, Caden entendió el porqué del temor de su amiga, entonces le susurro algo a su padre en el oído; el hombre frío de ojos grises y de barba acomodada giró a verla y con su a

ó, un gran domador que estudió el com

l nuevo domador, era mucho más alto que Lord Greenwood que de por sí tenía buena estatura. Branimir Drago era un hombre ru

que nadie aquí ha logrado hacerlo —manifestó Caden lanzando

ue es mi hijo Michael el

edad tiene? —las preguntas se

ten calma y deja qu

misma edad; catorce años, bueno den

hijo podrá domar a este anim

ó Lord Greenwood colocando

on impaciencia, y a la vez incréd

us cosas e

—Exigió el muchacho, dichas aquella

su timidez causó que desviara su mirada, pero este último deseo no pudo materializarlo cuando vislumbró un detalle en los ojos de aquel nuevo chico que la marcaría para siempre. Los ojos de Michael eran azules y profundos, Angelina no podía dejar de verlos, una fuerza poderosa no la dejaba cumplir su deseo; de repente el chico giró a verla, en ese cont

o la esfera de cristal que había atrap

dad; era fuerte, de cabello semi ondulado y castaño que le daba un aire salvaje, Caden parecía un niño frágil ante él. Angelina parpadeo, y por un instante quiso huir por no poder entender lo que estaba sintiendo, un revoloteo en la boca de su estóm

que domara mi caballo? —La v

ales, y analiza mejor que nadie el comportam

rlo —dijo Lord Greenwood

to le aseguro que él no lo podrá montar –manifestó Caden. Joseph y Gustavo ponían cara tensa por el

o domar su caballo —seguidamente Michael entró a las caballeriz

plaba y movía su pata delantera derecha tocando e

adre de Caden y dijo: —Los animales, sobre todo los salvajes se manejan con ciertos códigos impuestos por la propia lucha de la supervivencia; por ser el más apto para dirigir una manada, o ganarse el derecho a comer y copular. Zeus solo lucha, se siente extraño. Este caballo fue alejado directamente de su manada —luego de aquellas palabras, continuó dirigiéndose al caballo hasta que lo montó y sacó del establo a toda prisa, los presentes quedaron impresionados; el corazón de Angelina vibraba por la magia que había creado Michael, en cambio, Caden mostraba ira, tanto así que su padre lo tuvo que reprender. La frustración de Caden se volvió más infinita al ver como Angelina

e su caja de cristal, sus rizos dorados y perfectos causaron que Angelina recordara que al correr por los jardines su cabell

más deseo ser invisible para que aquella niña diabólica no se percatara de su presencia, sin e

Alyssa causando que las mejillas de Angelina se tiñeran de vergüen

tó su hermano, logrando que la irrit

no voy a prohibirle a Caden que ha

é a mi madr

me de pelear por proteger a Angelina, un aleteo leve y muy volátil q

rreglaremos en la casa —Angelina sintió desvanecerse y giró para irse lejos del lu

no te use como su nuevo juguete, pero tú no pertenecerás a nuestro círculo jamás, así que lo mejor será que

as ganas de llorar, no deseaba que Alyssa la viera humillada; todo se eclipsó cuando Michael volvió con el caballo de Caden, los ojos de Alyssa cambiaron d

hacho y eso la desconcertó, la mirada de Alyssa era una prueba irrefutable de que Michael le había caído en gracia. Ese hecho no debía lastimarla, pero por razones extrañas a sus conoci

quitarse de la cabeza al hijo de Lord Greenwood, ese niño que llevaba tatuado en su frente la palabra “Prob

ner más cuidado a

l por esa fijación que tiene el hijo de lo

ra, no es para

re, pero yo lo siento en el corazón, Caden va a estigm

a que te calmes los nervios —en el momento en que Marie servía

a Clara quedó pendido de ella, tanto fue la impresión del hombre que los presentes lo

en —dijo

cia —bromeo Gustavo, Clara le cambio el semblante y preg

go diferente, quizás su aura y la paz que transmitía. Clara sintió una especie de gracia al verlo que la calmaba, aquel muchacho había llegado lleno de luz, y con tan solo una sonrisa había desterrado los sentimientos negativos; Michael cap

o uno de los más grandes Arcángele

ro solo soy un simple mortal qu

í sigues siendo un niño y como niño te trataré —todos comenzaron a reírse —. Así

dijo el chico con

tar como niño también? ¡Po

vuelta para cumplir la promesa y sacar

orito Greenwood, es su hija? Veo

es mi

o de Lord Greenwood? —

de acuerdo con esa amistad —la car

rácter difícil

o su preocupación —le apoyó guardando para él la esc

ron nuevamente inmóviles al percatarse que en la cocina junto a su madre y los demás estaban los nuevos integrantes. Vio a Br

—¿Ya conociste al señor Branimir y a su hijo Michael? —le preguntó Clara, ella asintió, entonces Michael se levantó de la silla y dejo el tazón de leche

o de juegos, vienen del m

en con más dinero que otros —le corrigió Branimir con esa educa

pequeños demonios —bufo Gustavo, llevándose

empre y cuando no esté trabajando —la sonrisa le iluminó el rostro a

na –manifestó entre risas Branimi

uesto —d

junto a Gustavo, dejando a las damas solas

nimir, debí preguntar s

o, porque no quitaba los ojos de Clara –seguidament

nó fueron sus modales; son muy distinguido

l elocuencia que ni el joven Caden con t

ñorita Alyssa no le hagan la vida imposible –suspiró Clara mi