al saber que tenía novio, y que era ese hombre el que probaba sus dulces
r, ni advertirte —expuso con molestia—
mirada se cargó de gran en
otra —refutó—. Me gustaría tanto conocer a tu pareja —sugirió elevando sus bie
ensando que tenía pendiente al día siguiente—. Recordé que d
onocer a la dueña de tu corazón, y tú conocerás al hombre d
soy yo Isabela, eso te lo aseguro», la divisó desafian
ercibir aquella mirada, tom
sa—. No deseo que tu novia te pegue p
ierra, que me pueda prohibir nada —aseguró él
ó de nuevo u
la faz de la tierra, que le prohíba nada
anas locas que tenía de besarla, abrazarla, y volver a hacerla suya. Entonces se puso de pie para salir de la
bajo sus pies, todo su cuerpo se
urró bajito. —¿Qué
Isa, que desc
las sabanas, para volver a acostarse, estaba de espaldas
manos de él en su cuerpo. Él le hablo al oído
as regresado! —besó e
s terminaciones nerviosas, exhaló un suspiro, él no quería s
n sus brazos el cuello de él.
verte! — susurró Isa, entonces dir
do. Ambos se miraron a los ojos, la atracción que sentían uno por el otro, era inevitable, estaban a punto de besarse cuan
*
a sig
rnando, el padre de Nando. Consultó con su esposa si era buena idea conocer más acerca de la familia Ferretti, a lo que ambos llegaron a un a
su amigo, poniéndose de pie para abrazarlo. —¿A qué debo tu visi
que no soy así, sin embargo, Isabela regresó de Europa con intenciones de cas
bela se va a enojar contigo, si se entera de que ma
aría Paz, caigan en manos de vividores, de tipos que solo se acerquen a ellas por el
ndo —indic
ras ambos conversaban, Nando irrumpió en la oficina de su padre, el joven palid
enos días —s
as a Isabela? —miró atento al joven—.
supo entonces que la a
go, uno de estos días paso
espidió de ambos, s
tenemos para hoy?
delicado — indicó Fe
Isabela tiene novio — señaló,
que ver conmigo? —cuestionó—. Isabela y yo solo so
una sonrisa al e
e el caso que te tengo, es precis
ndo. —Arru
a de Enzo Ferretti, y su
resoplando. —¿Acaso no lo puedes delegar ese caso a uno
ivo considero que la persona indicada p
tiva que investigar al idiota
ó con intriga, ele
ón o, ¿Estás cel
ionó bufando el jove
que tú me das casos fáciles, es
pensé que te gustaría investigar la
rodó l
le, papá — afirmó, y se retiró de la ofi