img La Mercancía  /  Capítulo 1 PRÓLOGO | 10.00%
Instalar App
Historia
La Mercancía

La Mercancía

Autor: Sandra Lymah
img img img

Capítulo 1 PRÓLOGO

Palabras:1294    |    Actualizado en: 28/06/2022

ue yo, Alejandro Estevan Castilh

s de conocerla. Muchas veces me sorprendí y me pregunté cómo una persona tan joven podía hab

permitía escucharla. Ya había hecho una buena acción... de hecho a veces pienso

un monstruo! ¿Quién trabaja con la mafia europea y puede considerarse una buena persona?

do que hice lo mejor para ella, pero en el fondo sé que fue por mi mie

ear, solo tiene un lugar donde ir. Pero una vez escuché que cuando haces una

yo. Se ocupa de mí cuando lo necesito. Bueno... al menos hasta hoy siempre lo h

y se merece el mejor lugar en la otra vida. A

os años, pero su madre murió de cáncer. Creo que es mucho sufrimiento para una crianza, y

pero solo ahora puedo verlo. Y también puedo decir que fui yo quien arruinó todo. Me las a

alquier cosa menos algo bueno. ¡Y no existe ningún héroe! Lo tomo para m

er las experiencias de Hellen, antes de conocerme, de ella mism

s son míos, y que no debí aceptar las condiciones que quería ese loco drogadicto. Sí... ¡Pero lo hice! Y yo también lo pagaré. Pero siempre p

uen samaritano" que dice que fui con ella. Sigo viéndome como el matón que conoció cuando tenía nueve años

algo aturdido, ya he perdido mucha sangre, así que perdóname si no

ujer y me llena los ojos... pero soy lo suficientemente tonto como para no haberme dado cuenta antes. Siempre pensé que se merecí

má se sometió a un tratamiento de quimioterapia, pero que el cáncer se estabilizó y no se pudo extirpar, no recuerdo por qué, y que dos años después, s

a alguien en un estado de enfermedad terminal? Pero por lo que tengo entend

en cuando tenía nueve años, me llevará al mismo lugar que su mamá, y podré finalmente conocerla. Me gustaría agradecerle, por el ángel que tuvo, y que hoy esté bien... o al menos

uedo... sería genial morir con su nombre en la boca, tendré que conformarme con tenerla en mi mente. También me gustaría poder llam

s abiertos. Hellen, te necesito... ¿Dónde estás? Hellen... Hellen... Hellen... ¿Dónde

ente a mí... ¡Por supuesto que es una alucinación! ¡Hellen se ha ido y es mi culpa! Hice que se fuera. La convencí de

ecir en voz baja, que todo estará bien. Intento disculparme y decirle que lo siento, pero me

y le pido que me vuelva a contar cómo era su vida antes de conocerme. Me pregunta en voz baja, por qué quiero volver a escuchar estas cosas. Solamente respondo que quiero llevarme un trocito d

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY