greso después de tantas lágrimas, y fue entonces que se volteó hacia el guardia, justo en el instante en que el cerró la puerta y pasó el seguro, quedando frente a ella, bajo la luz de las lámpa
muchacha se alejó de la puerta intentando regalarle mayor confianza. Dell se dejó llenar de paz, y se acercó a la ventana. Intentó llenar los
bemos cuántos pueden haber afuera. Hasta que todo pase, por favor, mantente e
compañía y la valentía con la cual le salvó, pero no espantaba del todo su realidad. Habían atentado contra su vida, habían saboteado su fiesta sorpresa, y alguien daba un decreto a su padre, al
Di
descifraba en silencio la voz del hombre,
diré el paradero hasta que yo no compruebe que to
a seguridad le devolvió el miedo a Dell, le devolvió las ganas de
o por ti. Puedes l
enencias están en el auto. Lo si
s. Nada de est
eso se veía en su actitud, y en sus decisiones. Y luego reconoció su rostro. Ahora se determinaba a mirarle. La frente alta estaba adornada de largos mechones que much
olución sobre su frente, y sus cejas, cayendo suaves hasta las pestañas y algunos hacia todo el rostro, hasta que un ademán hecho con repetidas maneras, le dejó ver su mirada. Justo cuando llevó el cerquillo hacia atrás ella contempló todo en perfección. Había un lado del rostro que en toda la noche ella no había logrado ver. Los ca
nsarte _le dictó con
le regaló el perfil derecho con sus cabellos largos cubriendo mucho de su físico,
tado por tupadre, ya te dije eso. Cuando esto pase, nunc
l, por favor, solo
las manos y sin dudarlo le preguntó su nombre.El hombre dudó, y le miró de soslayo. Ella
mis amigos
que eres un
sonales, pero tampoco Dell necesitaba ser tratada con indiferencia, al final su padre había hecho una buena pa
lvado a alguien. Gracias_ le dijo como si
con su trabajo. Lahabía salvado, y fue una decisión de un segundo, una estrategia tejida en un momento crucial, pero aque
los miedos, para abrazarla. La habían buscado en toda la mansión. Harold vio cuando el guardia la sacó del auto, y sus amigos hicieron fuego para llama
dictó eufórico mientras le d
ajo Harold mientras le conducía hacia
e mirar a su hija y sentir el alivio de que al final nadie salió l
irió con más calma mient
ejores hombres que rastreen esos autos, sus placa
oz, con todas las preocupaciones de saber que su papá no era un santo,
l viejo con su usual voz ronca pero esta vez mo
rás con el homb
ero y así est
dad, y me rechazó mi ayuda. Mejor dale trabajo, papá, es bueno en la defensa
razó nuevamente a
Si acepta le pagaré bien. Nada es má
su padre bajó hacia el despacho se preguntó qué respuesta daría Ro, si de veras se quedaría como guardia