ue en su idioma significa, que terminará la noche en la cama de alguna de sus putillas. No dudo que tenga dicha cena, sé que es verdad, lo habló con uno
verme. Le doy permiso, para que le deje subir, ya que hizo el camino, po
ni con su impecable traje. Es guapo a rabiar, el condenado. Me quedo mirando como se acerca a mí, llevo una
n casa. Tiene una cena de negocios y dudo que venga siquiera a dorm
. Niego. No me hace caso y sigue avanzando –Erika, no puedes negar lo que sentimos. Me tienes loco. vin
za. Me arrodillo frente a él, quiero que me mire, pero no hay manera, de que levante la cabeza. Le cojo de las manos, pero baja más la cabeza, aún así le hablo –me gustas, dios sabe lo que me gustas. Llevo una semana martirizada pensando en tí y tu sola presencia, me mata. Giovanni, admite que esto es una locura. Además, tú tienes mujeres hermosas en tu club, mil veces más guapas que yo. La primera no
te digo, que no les van los trios. Vi mi oportunidad de ponerte celosa. Pero no, te fuiste. Me fuí a mi oficina que tengo en la planta de ar
mo todos y que ibas a divertirte –me rio. Le ofrezco una copa y la rechaza. Dice que quiere estar sereno, para hablar de
ie lo vería raro -me pongo de pie, lo que aprovecha, para
n, Vanni,
ti...-de verdad, que es
emos hacer eso? -le digo seria, aunque no se porqu
ue me la comería entera. Sus manos, vuelven a mis muslos, habla mientras éstas suben y bajan por mis piern
en ir a comer, incluso tomar una copa juntos. Siempre manteniendo las formas -le miro con cara de asombro -vale
ita la chaqueta y el chaleco, se remanga la camisa. Me da igual todo, no quiero perderle, me da todo igual, la familia, el que dirán... Voy hasta él, dejo en la mesa la botella de vino, después de llenar nuestras copas, sin dejar de mirarnos, chocamos cristal contra cristal y bebemos. Le beso en
mis muslos, no las mueve, simplemente, me acaricia suave. Mis besos son suaves, tímidos, mis manos temblorosas aflojan su corbata
pequeños besos en mi cuello, le deseo tanto...pero ni parte racional no está p
estoy prestan toda mi atención. S
e hacia mi trasero, haciendo que me acerque más
iero apartarlas. Ahora mismo, te arrancaría la ropa y te haría mía. Estaría haciéndote el
ue nuestras bocas se busquen, se encuentren y terminen en un beso la
Vuelve a sonar el maldito teléfono, mira de reojo y al ver que es del club
u mano libre, baja desde el cuello pasando por mi escote y llega al ombligo. Contesta con
orracho. Voy a esperar por él abajo, le diré que me avisaron en el club y quise ver que estaba bien, no sospechará –se va vistiendo su traje perfecto,
ien seguimos jugando. Cuando ya está totalmente enfund
del imbécil de mi hermano. Solo.eres.mia.
usta que sea tan posesivo conmigo, nunca pensé llegar a decir eso. Recojo una de las copas. Tengo que fingir
s, le doy la bienvenida, con el tono borde
es es cuando me giro –valla, si hoy vienes con niñera y todo–me vuelvo otra vez, hacia la tele, como si no me
yo. Ella no es buena para nada, ni para un revolcón –las lágrimas salen en cascada. Les doy la espalda, de esa manera no pueden verme, eso sería una victoria p
cuartos separados, que nunca dormiría conmigo –vale, pues dime cual
er, se acerca a mí por detrás del sofá. Se agacha y me rodea con los brazos,
ólo delante de sus amigos y de él –te juro que me apetece matarlo, mi reina
sienta a mi lado. Me abraza. Me besa en la cara, me dice que me quiere y yo sólo sé llorar más y más –tienes que marcharte Giovanni –niega, le dij
sabe lo que es eso. Solamente le he visto con mujer de dudosa rep
l inminente beso que nos vamos a dar. Cuando nuestro labios están a menos de un milímetro de unirse, un ruido nos sobresal
ser algo especial, tan especial, c
vamos a tener nuestra primera vez juntos, porque no vamos a estar juntos. Tienes un montón de tías en tus clubs. Un dí
uiero seguir escuchándole, porque sé
ia y nada más. Ahora, te agradecería que te fueras, es lo mejor par
-asiento, aunque por dentro est
Me tiro en la cama a llorar, golpeo la almohada, como si ella tuviera la c
, no. Voy a salir de la habitación, cuando veo una
ue quieres, es
ás mi cuñada.
te, que yo siemp
voy a espera
TU CUÑ