img Los Demonios de Hades  /  Capítulo 2 Serás la que olvide por los dos | 4.44%
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Historia

Capítulo 2 Serás la que olvide por los dos

Palabras:2109    |    Actualizado en: 02/09/2022

ck: Say

dr

Dos año

algo de la lasaña que seguramente la señora Grant me había dejado en el microondas, mientras leía un poco probablemente. Luego con suerte ir a dormir e intentar conciliar el sueño, algo que la mayoría de las veces me

orma en como hablaba sola, en como mordía el bolígrafo, en su sonrisa o en la t

tí muchas veces durante el día que no existía nadie inofensivo, que la experiencia me indicaba

n cosas, casi siempre se iba de lengua, aunque para ella eso no parecía ser malo en lo absoluto por el contrario era bueno y en ocasiones sentía que si me ace

go colocarlo concienzudamente en el margen de una hoja. Ni siquiera me es

me apoyaba en el marco de la puerta, esperand

ensi

se su día y podía apostar que había sido realmente malo. Tenía el cabello enredado en la parte de a

la oreja, nerviosa, porque la avergonzaba ser vista allí. Porque para su jefe aquello era una especie de castigo. —¿Qué hora es? Creo

tración. —Podría hablar con él, si tú quisieras. Ni siquiera los becarios pasan tan

a. Puedo salvarme sola. —Dijo con suavidad y poca convicción. —Además me van a pagar

terraza. —Le aclaré y me devolvió una de esas sonrisas que parecían iluminar toda la habitación. —No hay dobles intenciones

la cabeza, al tiempo que se a

entras se preparaba y dejé que mis labios se curvaran de manera casi perezosa, inconsciente de que observaba cad

tensa hasta que ella carraspeo po

te un poco de frío.

, o quizás debería decir que lo que no me gusta

a vivir. —Le dije tomando el único abrigo que se encontraba

la observaba por el rabillo del ojo, porque intentaba adivinar si ella sentía como yo que entre nosotros había algo más. Lo había sentido por primera vez, fuerte y l

ique con la mano que debía salir y me

en la que quería tocar al resto de las mujeres en las que intentaba trazar cada curva con dolor. Junto a Rebecca sentía que de alguna manera dejaba de ser yo, para ser alguien más, alguien mejor, alguien que solo quería acunarla

omado diferentes decisiones. No podía estar completamente seguro de nada porque los recuerdos se iban volviendo borrosos. Como si la distancia física, precediera inevitablemente al olvido. D

rnisa, colocándose en puntas

oso que he visto en mi vida. ¿Cómo sabias que esto me gustaría? ¿Qué me haría sentir mejor después de

r de mirarla de perfil, con la boca ligeramente

e siento mal, cuando creo que no hay un solo rostro amigable o estoy muy nerviosa de alguna forma estás allí. ¿Eso es raro? Porque en realidad

ieta esperando

itas porque a veces necesito lo mismo, como ahora… Lo que quiero es bailar y puede que quieras lo mismo porque bailar es dejar de pensa

la cabeza. —No se bailar, n

eguro de ser un gran bailarín, pero creo que leí que la música es curativa, puede hacerte sentir m

. Definiéndose entre lo que su mente le decía que era una completa locura y lo que

mo si intentase buscarle una

Rebecca apoyo su mano sobre mi hombro, asustada por lo

. Tomé el móvil que se encontraba en mi otro bolsillo para buscar una canción y le subí un poco

earan ligeramente como lo había hecho en el tren, analizándome de una manera tan intensa que sentí que algo se incendiaba en mi int

ndo, para ser franco simplemente nos mov

el sobre la tela y le canté suavemente al oído, mientras sentía que temblaba ligeramente, se sentía tal como si una

audífono con mis labios rozando su piel. Me dejo acariciarla, casi sin tocarla. Sintiendo latir

yema de su pulgar trazando suaves círculos en el dorso de mi mano, hasta que la canción terminó de sonar. Aunque ninguno de los dos, dimos un solo

ue en aquel momento, en esa terraza, entendí que no podía ser su amigo. —Prométeme que nunca vas a dejar

ontra mi

ba de manera perezosa sobre nosotros. Entonces entendí que no podía prometerle nada sin salir herido. Que necesitaba algún tipo de garantía. Por lo que me acerqué a ella, Rebecca no se movió cuando me incliné con cuidado, moviendo mis movimientos hasta qu

pesar de saber muy en el fondo que nunca podría ser correspondido. Era un amor condenado,

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Contenido

Capítulo 1 Prefacio Capítulo 2 Serás la que olvide por los dos Capítulo 3 Un juego sin reglas Capítulo 4 Un juego sin reglas (Parte dos) Capítulo 5 La noche que decidí partir Capítulo 6 No lo dejemos al azar Capítulo 7 Andrew, ya no existe
Capítulo 8 Muy cerca del inframundo
Capítulo 9 Tártaro
Capítulo 10 Las entrañas del Tártaro
Capítulo 11 Acorralados
Capítulo 12 Atrapada (Parte uno)
Capítulo 13 Atrapada (Parte dos)
Capítulo 14 Déjame Protegerte
Capítulo 15 Nunca fui el bueno
Capítulo 16 Hacia la boca del lobo
Capítulo 17 Caminos separados
Capítulo 18 Directo a la trampa
Capítulo 19 Furia Infernal
Capítulo 20 El rapto de Perséfone
Capítulo 21 Hades y Perséfone
Capítulo 22 La Bestia
Capítulo 23 Vender el alma
Capítulo 24 Jugando con fuego
Capítulo 25 Saltan chispas
Capítulo 26 Todos los demonios están aquí (parte uno)
Capítulo 27 Todos los demonios, están aquí (parte dos)
Capítulo 28 Incorrecto
Capítulo 29 Adentrándose en la oscuridad
Capítulo 30 El rescate
Capítulo 31 Sangre de mi sangre (Parte uno)
Capítulo 32 Sangre de mi sangre (Parte dos)
Capítulo 33 Déjame jugar contigo
Capítulo 34 La Tradición
Capítulo 35 El lobo y el cordero
Capítulo 36 La simetría del dolor y el placer
Capítulo 37 Soy tu amo
Capítulo 38 La oscuridad que te rodea (Parte uno)
Capítulo 39 Bajo tu piel
Capítulo 40 La oscuridad que te rodea (parte dos)
Capítulo 41 Tentar a un pecador
Capítulo 42 Castigo. Obediencia. Placer. ¿Amor
Capítulo 43 La última línea
Capítulo 44 Carne de Cañón
Capítulo 45 Bienvenido a casa...
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