los medios. El gran Jorge Hernández y

en la capital y dos semanas en la finca, para pasar más tiempo con Helena y par

ija se casaría con un hombre respetable y con grandes posesiones, despué

orge era mujeriego, por lo que investigó Celia. Y no parecía del tipo que se comprometa. ¡Fue muy extra

ombre adecuado? Nunca has tenido una cita

dejó su taza y miró a Celia. Sabía que a su am

iego que estaba incrédula, pero él no me dio ninguna razón para pens

a so

iz, todos los días de tu vida. ¡Oh, pero si te l

empezaro

están muy felices! — Dijo B

os hablando de mi bo

la boda, así que se sentó y se

eses d

ó en que la fiesta fuera allí, ya que les daría un mayor control

a arreglando co

a y se secó una lágrima que in

aje se manchará!--- Dijo Blanca,

n las manos, tratando de con

casar! —dijo sonriendo – ¿Esto

ijo Blanca sonriendo — Ahora, Celia y yo vamos

tó si Jorge pensaba que era bonita. Él siempre decía que ella era per

nto detrás de ella

sorprendida—

estaba pulcramente peinado. Ni

a, no t

fundida. Luego so

culpe,

puedes querer casarte con él? — dijo Oct

se puso

que eso te corres

ien. ¡Y siento que

s mal de Jorge! ¿Hizo

, pe

de esa manera? –- cuestionó ella, sintiendo s

tengo!

cercanos cuando eran niños, y luego, aunque siguieron siendo amigos, ya n

estás co

o te puedo ofrecer ni la décima parte de lo que te puede ofrecer Jorge Hernández.

habl

ncadas largas y no le dio tiempo a Helena para luchar. L

shock. Sin embargo, rápidamente comenzó a trata

y luego ella lo abofeteó, dejándole

to loco? - Ell

erece, lo sé, Helena! Si fuera bueno, no me importaría ceder.

la cabeza de

da a mi padre para que no te envíen le

enaron de lágrimas, tanto

e necesites, Helena. N

ta y salió de

caer en su si

endo las escaleras. Se sorprendió y siguió al hombre. Jorge había oído y visto todo. Cuando

ados, uno de los secuaces que trabajaban p

a familia González — Habló y dio la descripción del hombre —

lvió a la fiesta y tom

on la forma en que ella actuó con Octavio. Le dio la certeza de que ella

zos. Cuando ella se levantó el velo y lo miró, después de que ambos habían dicho “sí”, él sintió qu

y su corazó

plan!” Recordó y su corazón se volvió frío de nuevo. ¡Era la h

e la fiesta, bailaron, recibieron los discu

. Mi esposa - Dijo y besó los labios de

orge — Ella apoyó la cabeza en

aprovechó para revisar su negocio. Miró po

viviendo tu hija. ¡Y también sa