su suscripción ha sid
ondré al día en esta semana, pero por favor necesita atención —
recepción miró t
tecleaba en la computadora—. Le pido que se r
años! —Grité, mirando a todos alrededor—. Necesita con urgencia ser
bligación y será atendida, de lo contrari
ando una profunda voz hizo acto de presencia
uien detrás de mí, su voz era dura y po
licó, enderezándose en su lugar e inclinándose un poco
ras y volteé para ve
griego en toda la palabra—. M-Mi hija necesita atención médi
nte y que hablar de esos ojos az
en titubear al ha
da por falta de pago, son las p
el pago! —me defendí, sintiendo
r hacia el pasillo de consultas. Lo hice sin
darle un ba
a nos encontrábamos frente al consultorio. El pediatra era su amigo. Su mirada en ningún
am
o no me l
me ayudara a que mi hija sea atendida —confesé, sintiéndome algo
fa
sí, entré al consultorio y respiré profundo, llenándome de valentía.
aludé con una n
risa perfectamente encantado
recibir a mi pequeña y se la di. Lo seguí lentamente ha
terminó por quedarse dormida, me dolía no poder darl
haciendo tanto efecto como ant
para el donante —volteó a mirarme de manera afable—. Ya
en espera. Mi hija no aguantar
omo las lágrimas bajaban por mi rostro—. Esto
en menos de un mes —me miró con dolor—. Lo siento, pero cada día empeorará. Le aum
onreí, no permitía que me viera llorar, siempre me había
ó Emi al verlo,
vio por primera vez a su doctor lo había apodado hermoso, y no la culpaba
amos entablado una pequeña a
ás hermosa? —preguntó, dejando besos en sus cach
naba de fuerzas. En ese momento supe que
ellos…era lo que ellos quisieran que fuera y el resto de días, era la aclamada bailarina nocturna. No me había acostado c
rmoso —se sonrojó por
expectante y so
a mañana, aumentaremos su dosis as
lla toda la noche, en dos hora
está
estaba por negarme, pero agregó—. No harás nada estando a
uy sorprendente cuando no percibí en él repulsión. Entendió perfectamente t
mañana estaría. Mis ojos se aguaron un p
—le di un abrazo