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Historia

Capítulo 2 Nuevo empleo

Palabras:4619    |    Actualizado en: 11/12/2022

ños de

él», pensé emocionada mientras manejaba en dirección a mi casa y con una sonrisa alegre en mi rostro. Sin embargo, no tenía que ver la cara de mi mejor amigo—hombre—par

sa de salvación cuando me esta

ón. Pero no fue de esa manera. Me sentía más sola, pues no tenía a nadie que me comprendiera por completo, todas mis am

y hacerlo eran dos cosas distintas. Me di cuenta casi de inmediato de que iba a ser una tarea muy difícil cuando casi tod

aba en ese momento era soledad. Aunque tampoco podía culparlas.

o, estaba demasiado lejos y

loroso. O al menos eso me decía para evitar llo

uscaron acercarse en cada oportunidad que tenían cuando me veían. Lo entendía, de verdad que sí, pero no podía tenerlas cerca en ese momen

erta forma, yo era la mancha de oscuridad en sus vidas de colo

segundo que pasaba, sentía que más sangraba, estaba agonizando, y lo hizo todavía más porque mi ex novio no respondió nunca

ado. En ningun

cho Michí enojada. La chica que siempre tenía algún comentario malicioso en su boca, ahora parecía impotente. Quise decirle

ientras era llama

ciudad, de todos, de lo que me dolía. Sin embargo, tarde me di cuenta que no

rimas, me había estacionado para evitar un accidente. Después, liberé mi dolor con gritos de rabia. “

volante mientras susurraba con dol

mismo parque que en una ocasión había traído a Johana. Todo a causa de que había estado buscando a su novio de forma desesperada. Hipnotizada por el lugar conocido y al mismo tiempo desconocido

se sentimiento que ahora era ajeno a mí, pero era impo

consuelo. Su altura era de dos metros, con la forma de una mujer en la punta. Ver que no era la única sola en este mundo, me hizo sentir reconfortante y con mi vista fija, pude visualizar la tristeza en su cara de piedra. ¿Cuál era su historia?, me volv

eta a que el frío de la lluvia me calará los huesos. Volví mi vista a la mujer de piedra.

nto y la lluvia se detuvo junto

ó a su aman

di cuenta de que la lluvia se había detenido porque alg

apuntó a

nando calmado y reconfortante—, no obstante, él estaba comprometido con la guerra. Ella le pidió que no se fue

a que tenía el presentimiento qu

qué

do murió

ver a la

sigue e

etuvo—, supongo que se hici

ro no respondí. Estaba de

cosas estúpidas—susurró e

o no dijo ninguna palabra de consuelo, como últimamente lo hacían muchos cuando me veí

te, no buscaba tener compañ

o suficient

luego, levantarme del asiento y largarme del lugar. Pero un trueno sonó po

irada del chico

nes frío? —preguntó dándose cuenta de

sin mostrar más emociones vulnera

i le tengo miedo

o mostró una

, estoy siendo amable porque qu

tu

había notado en su voz. Dolor, pena, soledad, cansancio. Por alguna razón, ese chico me r

y volví a ver a la

ena idea sentarse

emo a un

ncima de mi cabeza y alejándose para colo

quería, solté

eriendo li

s he

de esa pregunta, y bajé la cabeza mientr

orma de consuelo me c

iseé—, y, además, no

me miró c

e entiendo

í el

dría s

o—siseó

reír sin cr

do—comenté, vo

lo e

, solo que está

tes sobre comprenderme? —pregunté,

rtará que estuviéramos en medio de la lluvia y con

s estuvieron so

e cuentes nada. Tus se

eciendo lentamente. No sabía que te

bajando la vista mientras sentía como se acercaban las lá

dó viendo. E incluso pude ver

rostro, con sus ojos mirándome directamente, continué contando—: En nuestra despedida en el aeropuerto, le dije que lo esperaría el tiempo que fuera necesario para que pudiéramos estar juntos. Como la mujer de ahí—volteé a ver a

ra borrar las lágrimas. El calor de su toque, m

ver al

exto. Ahí me confesó que había conocido a alguien más—me detuve

o que, sin ser consciente, tenía los brazos a

i oído—, pero si te sirve de consuelo, al

o retumbó

nder su comentario. Parecía que él

al m

y me miró directa

o no tengo nada de su propiedad—contestó, pasand

era rel

y olí su colonia. En mitad de la lluvia, fuimos el consuel

e detuvo, nos sepa

quedo vien

r hambre. Te i

r, pero nec

gra

tivo mostró una

vantó y me tendió la mano—

uando me había arrojado en sus brazos, y llevaba hor

o hice. Cuándo terminamos de cenar, le agradecí la cena,

nombre, ni

o no pensar en ello, me sirve mucho cuando no tengo nada de ella”, volví a recordar sus pa

go doloroso, pero al

comencé a compr

e solo e

forma de come

nversación larga, al fin habían decidido que necesitaban espacio y lograron convencer a Alejandra Williams de que ella y su novio comenzaran a vivir juntos. La madre de Johana no creía que era lo mejor, pero termino aceptando. Más que nada por l

un Julián desorientado, pero vez de eso, tuve que detenerme en seco. El chico desconocido estaba ahí, riéndose de algo que había dicho Julián

ara volver a encontrarnos? Ni siquiera vivíamos en la misma ciudad». Desvié la vista, un poco

rápidamente sonrió al ver m

udó de forma innecesaria,

ón. Tanto que era notorio qu

ue necesitabas manos extras—contesté, abrazándola de

lo largo y oscuro

me tomó de la mano para llevarme en dirección al chico que me había a

e de quien estaba hablando

te de los chicos—, está es Jacky, la última

jos claros, y se veí

hermosa—saludó Andr

a, pero no la tome. En

r al baño,

devolviendo el saludo a Andrew. Le devolví la mirada. Ella no tenía que saber que ya lo había visto antes. Pude darme cuenta por

erta a la derecha—dijo Johana mientras me

as le agradec

o pude sentir la

r nerviosa, por algu

spejo. Estaba lejos de ser la chica alegre que era antes, pero había conseguido lograr este avance gracias al chico. ¿

«Sabía que iba a venir a p

ondía, me dirigí a la puerta, abriéndola de golpe—, ¿Ves?

e la seña a mi cuerpo, y todo porque había creído qu

a vista de nu

doy cuen

mis

, ¿Qué estás

rew, apoyándose en el umbral de la pue

¿Qué haces aquí,

la cara de Andrew y

s venido—, los tortolos se están besando. No

una

gusta

izado—, hablo de la

y desvié

enti

os quien sería mi

mirada de fo

en mis pantal

se rio levemente. Par

a sab

sin co

e q

e a irte a otra ciudad y vivi

r a Andrew

s. Y tampoco qu

u pecho, donde se

está a sal

e forma i

conmigo—ase

segundos. No se sintió incomodo, al co

de la pared, y

mi s

colocó justo a centímetros

ue la mano de Andrew se acercaba a mi rostro,

ocos centímetro

amente a mis ojos—, no importa quien diga lo contrario. Ere

de sus labios en mi frente. P

era me hubiera sorprendi

cial. No importa quien diga lo contrario. Eres la chi

ez en meses, so

umía. Andrew se había enamorado perdidamente de una chica. No obstante, como en la mía, su historia tampoco era una historia con final feliz. Esa chica había esta

reado falsas

, ambos habíamos s

poco a poco, la nube que a veces apagaba mi sonrisa, se fu

ido a vivir juntos. Era lo más nat

ables con nosotros. Pero tanto A

me encontraba llegado a la casa

ió cuando recordé

ta se abrió de inmediato. Sin embargo, no sé veía nada, la casa se

decepc

ruptor qué encendía las luces de la sala. Pero antes de que

a, hermosa—susurró

relajé

ndo tenemos

cintura con sus manos—, por eso ahora necesito asegurarme de que ere

era ri

de jugar? Quier

alejó para después d

, Jacky—comentó ye

o vi caer e

mientras dejaba caer mi sué

er, y me hizo señas

¿qué es eso de qu

o el p

an a dar—comentó con

los ojos e

poder, pero realmente

greída, se vol

lo e

sofá que él, y golpeé

ías, ¿n

S

regunté irritada por

ano para que me recostará enc

r la fru

trabajando ahí también—dije mientras me acomodaba en medio de

esa importante. Donde sea que quie

era

a universidad Rick. Todos los que se graduaban con honores

dido estar ah

ficialmente la asis

tregarle la contaduría de la empresa y fue una sorpresa lo que descubrí. Alguien estaba robando mucho dinero en material. La empresa estaba t

porque sólo lo hacía en mis descan

é sorpr

y después las vendía en el mercado negro. Cualquier con conocimiento en el rango, comprarían esas telas que eran de exce

ador y lo checo, y conforme lo revisaba se daba cuenta de

o Andrew sonando serio—, también me había dado cuenta de que alguna

ast

er

, pero vi un paquete de co

é es

e de basura, sentándome bi

n chocolate

el bote de basura?

una relación—Andrew se estrem

n ella en exclusiva. ¿Có

tu p

edé m

lla sería l

vió la vis

, es que yo no soy e

pone que si

ado enamorar

Jacky se quedó atrás. Ahora salía, pero sólo para quitarme la picazón de tener sexo, y nada más. No deseaba volver a caer en esa trampa llamada amor de nuevo

a lo

rato en

i

maste

os ambas piernas. Listo p

oz baja—, pero no

. Eres un chico i

miró de nuevo, con

ojos de amor. Por es

ojos en

su pecho, para empujarlo—. Trato

a reír mientras

te amo,

carcajad

ea de porque

mas, admítelo—d

rostro

ojos—, Ahora invítame una cerv

ro que tengas dolo

re ir

, sol

io un beso en la mejilla, pa

la cocina, me

e quedarás sol

tú ta

os demás. Ambos sabíamos que decíamos la verdad. Andrew sie

s, y no iba a ver nadie

di

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