img MI DULCE OBSESIÓN  /  Capítulo 4 4. | 16.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 4 4.

Palabras:1191    |    Actualizado en: 22/12/2022

a una mis maletas de esta habitación, la noche de anoche no fue lo que esperaba, luego de 3 años de no verla creí que lograría super

ra ciudad, persiguiendo pistas, así

OCHE DE AN

a a las dos mujeres que están frente a mi en la que se supone es mi cama, una rubia y una pelirroja. Juegan entre sí co

asar por indecente y esta yo, que quiero jugar con ellas, sentarme en medio y volver

ense!

nos, luego a sus cinturas. Poco a poco cada una disfrutaba con más deseo de todo cuanto tocaban o donde introducían sus dedo

lla que estaba ocupando y me acerco a las dos mujeres, las acaricio delicadamente por sobre sus cabezas, las separo con cuidado y

a fotografía que reposa en el escritorio en

grafía que me robé de su casa, esa fotografía que lle

n la rubia que movió su rostro y me beso, parpadeo varias veces en un fallido intento por creer que soñaba, sabía que la mujer que estaba viendo no era

aricio el rostro de la chic

so fue suficiente para sacarme de la ensoñación en la que me encontraba. Esas pa

te que las mujeres corrieron asustadas—,

aba enamorado, pero por segunda vez en mi vida y por obstinado, había perdido a una mujer que estuvo dispuesta a permanecer a mi lado, sin imp

la mujer que me daba la gana y a todas sin excepción alguna, les dejaba claras mis lascivas intenciones. Sin embargo, después de todos es

hasta a

ar sus emociones, no podían diferenciar entre un hombre que las tenían por el placer que sus cuerpos brindaban y un hombre que las quisiera conquistar de verdad. Para mala suerte de muchas

en cambio eran el deleite que consumía poco a poco, hasta

a se tenacidad para que yo cayera enamorada a sus pies, lo que e

ara en mi. Entonces fue inevitable caer a sus pies, aunque

llamaba a mi guardaes

a —sé que el pobre hombre est

el hombre sabía que yo no estaba titubeando, no me iba

ñor, en dos h

aba a mi paso, en un último ataque de rabia, cuando me mire al espejo me di c

io, los primeros meses, casi el primer año el orgullo no me lo permitió y cuando mis sent

tigadores, los espero en mi despach

or,

tomen las investigaciones,

BERLÍN

nuevo negocio, con una empresa con la que trabajé hace un tiempo y parece que la única persona capacitada para reso

ue mis imperfecciones poco a poco han cambiad

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY