irigirme al interior del departamento. Tomo mi bolso y

or favor— Petra, deja de cortar un poco

a la izquierda. La segunda puerta— dice u

voy de ahí hasta do

arme un poco. Tengo los ojos un poco rojos, me empolvo el rostro de

camino hasta el salón y él me espera de pie con u

yo a ti—digo incrédu

nada a Claus de Génova y estás incumpliendo el trato, recuerda que, si yo pierdo, tú pierdes—prácticamente es

yo recuperar lo que es mío y no verte la cara nunca en lo que me resta de vida—espeto perdiendo un poco la compostura— Eres... Eres una ho

nico que siempre quise en su momento era a ti—susurra a centímetros de mi rostro—Es que

o, algo que anhelaba y deseaba desde que lo vi de nuevo, ¡Maldita sea mi debi

como sentí su cuerpo unos momentos

n con su sabor en

e de desear tenerte a mi lado—dice ya un po

riano en la entrada, no habí

ue me queda, respiro p

mo que me queda, el cual amenaza con desvanecers

a, pero eras solo eso. Un cuerpo sexi y una cara dulce. Si hubieses sido de otra manera. Créeme, habría mirado a otro lugar como de costumbre—A mi

querer echarme a

oy con tus invitados—me hago a un lado y salgo de la s

querida? —pregunta

o y tomo el cubierto—solo estoy cansada po

o tan agria, y eso era, por lo que

bía que tarde o temprano me habría dejado. Me m

ídeo para Adriano y Lucas. Los cuales estaban estipulados a entregar a ello e

una charla animada con Elena y Claus, desde ese momento, el resto de la cena

ierten—dice Elena,

odía ver el tráfico nocturno de Palermo. Sumida en mis pensamientos, asiento,

ndo también el tráfico de la ciudad

mi marido con su traje—sin poder

olteo para poder verla de f

en los negocios, pero de ropa sabe

sorbo de mi bebida—Por cierto, ¿Cómo te fue en tu visita

restarle importancia—Génova es un lugar deli

a—digo—Lucas, quiere

nda—susurra mirando a los hombres qu

supiera.

eños—me sentía asqueada de tanto men

ado la atención de

tiendas. Lucas me comento que él está interesado en un

que, esa propiedad no es solo de él,

an de hombres se dignaran a averigu

n como se lo dije a Claus—Ella sorbe mientras me mira— Lucas es ambicioso, trabajador, pero muy humano. Sabes, él no le haría daño a nadie nunca—solo a mi pie

r a su lado—sonríe y a mi pesar tengo que hacer lo mismo—Que te parece si tomamos un café mañana a eso de las cuatro y terminamos esto. Claus quiere vender, pero yo

de tomar ese caf

nosotras y mira a su mujer

a. Hasta mañana, Gianna—dic

na—respondo

demos saber— Lucas habla mie

tedes ¿Qué te parece? —replica divertida,

struido tanto mañana—dice Claus mientras

portunidad. C

eja y me quedo sola, busco mi bolso en

s entra en mi espaci

a y quiero ir

Petra nos interrum

—gruñe, Lucas y

ue, si no me necesita

ice sin apartar

escueto hasta mañ

ma del brazo y me lleva hasta los sofás

onsiguiéndolo—Hice mi trabajo. Además, lo dices como si f

e sorpresa— ¡Ouch! —siento mis ojos llenarse de lágrimas a causa del golpe, é

os y comentarios ofensivos—paso a su lado

cho que dice, siguiéndome mi

mo lo hago—dig

a por mi mejilla. Llego al salón

brazo y se queda mirándome mientr

truyendo la vida, que me he reconstruido con esfu

xige, cerca

—me remuevo furiosa,

, mientras sus labi