s padres a Vanessa le ha tocado cuidar de su hermana al igual que trabajar para la odiosa de su tía como su sirvienta con tal de tener un techo en donde dormir y que vieran por su hermana mientras ell
hermana, pero cualquier lugar será mej
stá de cabeza, más con un jefe que amanece de pésimo humor cada que una de sus secre
do de lo peor, no me han servido para nada, solamente para satisfacer mis necesidades, así que será m
que como mi llamada ha sido a última hora estaba en otro sitio ―respon
has vuelto así ―bufó Richard
vete por el mismo lugar por el que has venido Richa
cansaran de tus atributos y de que te diviertas con ellas y aquí estaré yo, burlándome de t
e dolía y le ardían las verdades de su amigo, después de todo eso eran, eran verdades de parte de su amigo Richard para él que
a llegado ―habló Fátima al otro lad
ar ―respondió Elías mientras
Soy Paola Münch, he venido para
ver perfecta ante los ojos de Elías, más con esa ropa que a pesar de que no mostraba nada a diferencia de sus secretaria
ás contratada! ―sonr
da y ya estoy contratada? Es una locura ―
e mantener al día todos y cada uno de estos papeles que están sobre mi escritorio, en orden alfabéti
ir trabajar el tiempo que fuera necesario mientras conseguía un empleo mejor con un jefe que le diera su lugar, pero lo que más deseaba en esos
e una taza de café
encantos y ella no sería la excepción. Paola se levantó de su asiento caminando hacía la cafetería que si no mal recordaba la había visto en el segundo
dora de Elías? ―preguntó
la nueva secretaria d
ama que tienen sus secretarias ―
―cuestiono
do para él han pasado por él, por cierto, soy Richard
fé amargo; echándole azúcar de más. Mientras iba de camino a la oficina de su jefe no podía sacarse de su cabeza lo
rápida para todo ―remarcó Elías lo último ― ¿Qué mierda es esto? Te pedí un maldito café amargo
iré a traerle otro café ―se discul
l café, saldré un momento, si alguien viene a buscarm
ron las secretarias de Elías habían llegado a buscarlo esa tarde y el no aparecía por ningún sitio, Pao
a su destino al momento en que un tax
í seremos felices Sofía, eso te lo aseguro ―sonrió Vanes
en lo que más te gusta, hay comida para ti y Sofía
ocó la macetera en su lugar introdujo la llave en el cerrojo y al abrir la puerta quedo boquiabierta, la sala de recibimiento era inmensa, Sofía fue la primera en entrar y luego Vanessa con las maletas, al entrar las recibió un exquisito aroma a lavanda y un pequeño cachorro que no dudo en lanzarse sobre Sofía para ser acariciado, al cerrar la puerta y prender a luz Vanessa tuvo mejor visibilidad de aquel sitio, un pequeño espejo se encontraba al
no te preocupes si es un poco grande a diferencia de las demás quiero que tengas la
grimas recorrieron su mejilla, pero las limpio
os? ―preguntó Sofía con su voz dulce y tie
yúdame con tu pequeño bolso mientras yo subo las maletas y por favor no corras mientra
a haciendo pequeñas muecas que s
subir las escaleras con dos ma
abitación contaba con una ventana, dos camas separadas de tamaño mediano, las paredes de color lila pastel, dos mesas a cada lado de las camas las cuales tenían dos lámparas arriba de ella, un ropero mediano, con varias divisiones y lo mejor es que la habitación tenía su baño e inodoro propio incluido en ella. Colocó las maletas a un lado del ropero y le pidió a Sofía que tomara una ducha mientras desempacaba, Sofía llegó brincando hasta la puerta del baño, detrás de ella iba Vanessa qui
tienes húmedo, luego te las haré ahora dime ¿tienes hambre? Si es así bajaré a busc
re, pero si su
e tanto le gustaba. Vanessa terminó con su maleta dejando para después la de su hermana, caminó hasta l
ás tarde del lugar al que había ido, pero no había regres
re ni siquiera tú, a menos que
n la que estaba Elías, Paola se encontraba molesta ya que aquellos sonidos no la dejaban concentrarse en su trabajo, así que optó por tomar su celular y auriculares y colocarlos en sus oídos mientras aquella
rsonas que vinieron a buscarme desde que sa
está en orden alfabético a como a usted le gusta