ara a desinflamar ―habló Paola mientra

Vanessa de sonreír, pe

sto te avisaré para que comas, por cierto, mañana quiero

hermana Sofía tiempo atrás y lo que le había costado ayudarle a salir de ese lugar como para que en un momento como

guardas el lic

reguntando donde guardo el lico

olpe en mi rostro me refiero a todo lo que ll

rtarse y mirar que estam

saldrá de la habitación, era no hará nada solament

que ella hará eso

ontar todo, por eso te lo

que tenía, poniéndola en la mesa donde estaba Vanessa, quien no se pu

reí que el licor no te

s, mi dolor, mi todo ―dijo p

grave que ocultas

ahí, parecía estar muerta, la noche que me quede a cuidarla me asusté al escuchar como alguien lloraba, me desperté dándome cuenta que se trataba de ella, quien al verme me abrazó y lloró como nunca lo había hecho, a tal punto que tuve que llamar a una enfermera para que la sedara, con el paso de los días y los meses Sofia me fue contando lo que había sucedid

so, perdóname por haberte dejado así, por haberme marchado con mis padr

eocupo de que ella no quede sola, de que no pase momentos que le costara olvidar como lo ocurrido, quiero lo mejor para ella, quiero que Sofia sea feliz nuevamente, como cuando mis padres aún estaban con

ío, después de eso caminó a la habitación donde estaba Sofia con una bandeja que llevaba un plato con

uiero estar so

esto aquí y a Ludy quien q

dose ahí, al llegar a su habitación, miró que tenía varias llamadas de su jefe al ver lo tarde que era prefirió no llamar

toda la noche no pudo dormir, recordaba los bellos ojos café de Vanessa mirando los suyos, el corazón le palpitaba de una manera loca

abla rápido neces

estar llegando a casa a dejarte los boletos de viaje, son para que mañana mismo estés aquí, así que

planes de última hora ―gritó av

minaban en nada bueno, llamó a Richard, quién era la segunda persona después de él que sab

s, son las 12 de la madrugada, ten un poco de considera

mo es con sus malditas reuniones de última hora, te dejo a cargo

r demasiado cansado decidió ponerse unos auriculares y descansar un poco; a mitad del camino pidió una taza de café amargo, tomo el libro que

ente salía por el ocaso iluminando toda la montaña, mi corazón palpitaba de alegría y emoción al ver los bell

o y ser como su padre no… más bien quería ser mejor que su padre, quería ser un hombre que a pesar de todo lo que había vivido no dejaría que eso le afectara en su futuro, mucho menos si en a

! ―sonrió dándole un beso

hijo ―él no sabe que he venido por ti, lo he hecho porque quiero que por esta vez no discutas con Bernard, se

s veces de un viaje improvisto sin que le importe lo que yo tenga que decir

nte todo el viaje no digo una sola palabra, sino que se recostó en el hombro de

gado ―habl

de buena manera, subió a su habitación donde miro otra maleta, pero no le puso mucha importancia, bajó a la sala en dond

lo feliz que me hace tenerte

e tanto te urge como para que me hagas viajar con tan poca

aba el mismo aire que él, lo enfermaba a tal punto de provoca

no puedes hablarme a como se te de l

esconocido para mí, así que habla rápido o de lo contra

rometida ―dijo Bernard con u

casaré con una completa desconocida a como l

o olvidaste el tiempo que estuvimos sali

ue yo y ahora que sabes que tengo más dinero que el que pensaste vienes a buscarme y a hacer un trat

vor ―gritó aquella mujer tropezándo

ó Elías volteando a verla, cuando miro

ella mujer pues todo aqu

en? Puedes caminar

puedo caminar ―respondió con su

ro se escapó de caer, su to

lo se está inflamando ―habló Elías

que está en Ábsit será trasladada hacia acá

as, tenía una vida en Ábsit, como para qu

, pero créeme que con esto que haces estas

ás pronto me des un heredero mucho mejor será p

o menos con Teresa, él ya se había imaginado toda una vida

e le tenía, la sorpresa es que Paola sería la madrina de Sofia, en otras palabras,

os en una escuela

í el favor de que viniera, ya que quiero que Sofia entre a clases, por los

lo, me hace senti

quiero formar parte de la vida de Sofia, qui

nrisa de felicidad que tienes

o de Vanessa no se notaba el horrible morado que tenía, Paola sabía hacer magia con el maquillaje y