e se ha perdido a una… —Shhh… No te menosprecies, eres buena y ella ni notará que me fui —lo interrumpo poniéndome de pie, para luego volverme a sent

y antes de todo empiezo a limpiar porque se aproxima el

o malo de eso es que en esta área no soy bueno —dice tras levantarse, y comienza a

Ash, él sabe que no soy de esas chicas que se desviven por hacer dieta o

s de correr a sus brazos, tiro al cesto de basura, las bolsas de com

tomar algo y celebrar el día de mierda que nos ha tocado, y no lo piensas

los cómodos sillones y pidiendo el par de margarita o

brebaje entre amar

r mis desgracias, ya que he perdido mi trabajo, aunque he ganado o

estar, es mejor para evitar problemas en m

o el bullicio de un grupo de mujeres locas no dud

nen mucho que desear, aunque pesado bien tengo que llevarme c

da y con una medi

caba de llegar un correo donde dice que tengo que organizarme y crear una carpeta donde debo tener archivado c

na hora tenemos reunión, y eso es malo porque re

qué estás

por qué es la reunión y que consecuencias hay al no contestar las

quedar a contestar las llamadas de todas, l

Q

chamiento, soy la nueva y, por lo tanto, quieren que le haga su trabajo, sin embargo, s

engo que decirte que mi superior me tiene que poner al t

no… No pienso ser gata de nadie, haré mi trab

samos ayudar

en mente decir lo que piens

*

o dice son las diez de la noche. Me he quedado en mi primer día de trabajo organizando documento

negarme a las ayudas de esas

e ve medio la iluminación que la luna nos regala. ¡Problemas de electricidad! Aceleré mis

ada un desconocido apareció y sin tener t

lo que más que pueda para que el guarda de seg

portará nada —espetó el imbécil tras agarrarme

elte un golpe, cierro mis ojos con fue

xiiiiil

par en par al escuchar la voz de mi amigo Alexis—, lo siento, pero e

ico en qué momento

o cerrado en el pecho para luego soltarle una cachetada—, ¡maldita! Como se te ocurre h

lar, esto no tiene justificac

quí, voy hacia mi moto, no tengo ganas de hablar, hasta siento

o es que no pude evi

uedes hacerlo! —alzo la voz, y hecha una f

solo fue una

.

na broma de mal gusto y, sin embargo, lo he perdonado porque estoy a unos pasos d

veo el rostro descarado de mi amigo,

erme de hombros,

siento cansada, pero al parecer mi cuerpo insiste en poder seguir y n

ado caro —me quejo, niego con la cabeza tras ver mi vest

or, contemplé el edificio que tenía delante y entonces re

ugueteé distraídamente con la pulsera que llevo en mi mano derecha, como hac

especiales y eso que dicen que este lugar es “tu l

ndido por unos minutos para entrar a uno de los mejores clu

exis le dice en un susurro, “bombones”,

una clave! ¡La

ada por mi amigo, las dos enormes puertas se abren de

minación, el lugar es grande, lo descubro al salir de los doscientos metr

l sitio intentando, a la vez, a

un club sexual. Las paredes no estaban forradas con un papel rojo vino, no

uede faltar, ¡la barra de licor! ¡Aaaahhh…! Mi cuerpo empieza a reaccionar, la música que quiere

mil por horas, esta sensa