untaría la edad, siempre me aseguro de que mis consejos sean con personas que tien

e puedo meter a la empresa en problemas por un c

puedo asegurarme si eres la indicada para el puesto de asesora —me quedo perpleja por la enorme propuesta, trago horrible y sin duda me que

porque tengo el carisma para llegar a las mujeres, ya que no creo que

edora, to

e están en el rango popular, esos que se merecen una oportunidad de escalar y nadie nac

a Dios un milagro, pero de que me lo pon

l parecer todas las mujeres de aquí, “las que lo rodean”, se mueren por él, ya que me ha quedado claro al ver que ellas murmuran sobre el guapo

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trabajo, “cubículo”. Se supone que tengo una semana de prueba, pero al carajo

ciles y que a veces sus llamadas son absurdas, sin

isé y me dije a mí mismo que todo estaba controlado, “que

sos que llevan humor de perro, no negaré que me dieron ganas de decirles sus verdade

conmigo, puedo hacerlo.

í, es fácil manejar una computadora y escr

ensa al

…e…de

eso me pareció demasiado extraño, dado que no es nada no

ue me cambiara de trabajo y de que me presentara frente a mi jefe nuevamente, lo último que neces

lo desnude con la mirada. El deseo de ver q

e que llena mi

sostuve mi mirada ante la suya—, eh… Puedo justificarme en que no me

siendo demasiado patética, mostrando lo

almuerzo —su tono divertido se ha esfumado, se cruza de braz

so, él se tiene que preocupar por todas y no especialmente en

verá a

ecir, ¡quiere invitarme a comer!

ada de teléfono—, me tengo que ir, es… Una llamada de emergencia, me despido y espero que almuerces porqu

ara solo quedarme viendo como ese

fue

mpapen. Cuanto daría en que él sea uno de mis clientes, hasta

rabaja en la misma área viene a mí—, es que… Ese hombre jamás ha puesto un pie dentro de

e estar pasando a mí, lo qu

s porque sé cuál es mi posición. Nada de lo que esas mujere

o jefe, “nuestro”. —recalco la última palabra, intento que todo lo que sale de mi boca sea con un tono suave,

ue ese hombre es el jefe de jefes y nosotros tenemos años de trabajar en esta área y

o en serio, ¡especial yo! N

amos en la vida real y si el jefe vino aquí es porque me había prometido vigilar mi

finitamente tienen una imaginación más emocio

ado, no eres la chica sin experiencia, así que no intentes engañarnos, ¿puedo saber cómo conoces los productos?

ubie

as mujeres están completam

uerzo me iré a tomar un batido, ya que se me ha esfumado el hambre —me leva

ya no te vería más! —dejo caer mi c

él y mis brazos desesperados se aferran a él en

i se da cuenta de que te ha escapado o no

cinco minutos te diré que lo lamento y que pase lo que pase siemp

nto… Deja de decir estupid

s que te gustan —dice tras alcanzar la bolsa color negro que trae en su

—y la chica de pelo castaño se mete en nuestra conversación, sin poder evitarlo, me quedo observán

les cómo se llaman?

dra, pero me pueden decirme Alexa y seré su compañera de trabajo —extiendo mi

estar llamadas es algo del que te cohíbe, del tiempo de darte un medio respiro —la chica acepta mi mano y me regala una enorme sonrisa—, me llamo Mer

—mis palabras saliero

que no se lo esperaba—, esas mujeres te están alabando y no comprendo po

pongámonos cómodos, pero solo por esta ve