img LA PROFECÍA DE MANFORT  /  Capítulo 3 El Misterio de la Broma. | 75.00%
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Historia

Capítulo 3 El Misterio de la Broma.

Palabras:2851    |    Actualizado en: 12/04/2023

es de

45

o se turnan para ver películas conmigo una noche entera. Keith y Jacob son las personas más divertidas, la primera vez que me vieron se comportaron muy extraño, algo me dice que también conocen a mi madre no de una manera tan buena, lo digo por su actitud y como trataban de esquivarme cada vez que conectábamos miradas, aun así, después

rneeees!! amo

der leer, no acostumbraba a buscarlos me daba vueltas el mundo con tantos nombres y me volvían loca muchos interesantes que no podía leer por falta de tiempo, no quedaba de otra los demás aun no terminaban su tarea, me sorprendí al ver un estante viejo, lleno de telarañas, era poco común ver algo sucio en este lugar a pesar de los desórdenes que hacen los estudiantes todos los días era un lio en verdad, hasta podría decir que daba miedo y olía a madera húmeda, nunca lo había visto aquí o quizá estaban haciendo limpieza, ordenando libros viejos guardados en algún lugar del

de Wesl

que agrandan sus ojos verdes oscuros cuatro veces más de lo normal, sus manos se juntan una encima de la otra frente a su estómago dejándolas caer de una manera extraña ya que son algo grandes y huesudas, esto lo hace una vez comienza a caminar de un lado a otro, alzando su barbilla para observar a sus alumnos quienes no dejan de observar sus mal pintados

u dedo índice y un rostro acusador, Thi

la parte de atrás de la cabeza a Thiago —deben dejar de hacer eso—. s

l mismo tiempo, él nos fulminó co

y asentí —Eres famosa ¿E

s estantes nuevos, no sé quise leerlo, t

que dice, cierto?—. sonrió con malicia. En realid

ió sus manos con ansiedad, alzó un poco su voz g

tal vez se trata de un tatarabuelo—. Animó Thi

érnagas en la noche... como una explosión -alguna broma de uno de los estudiantes del instituto-. Dentro de la biblioteca las paredes comenzaron a temblar fuerte haciéndonos caer todos al piso, manos piernas, bolsos encima de mi golpeando mi cara, me aterraba más estar debajo de la mesa y que una pared nos aplastará que aquel acto que había presenciado hubiera sido real. Muchos de los libr

tada, con su voz a dolorida, hacie

nas —me caíste encima—. Hable casi

coloca en pie de inmediato a ayu

darlo a levantarse. Tomo mi mochila con rapidez, estabilizando nuestros cuerpos para salir del lugar hecho un desastre. Muchos gritaban asustados lo que no ayu

imos Thiago y

con los chicos? ¿Están todos

ioteca, no te preocupes vamos para allá—. Termi

, se veían preocupados por algo que Kristen había dicho, Eitan por otro lado solo logro decir que a las seis nos veríamos en mi casa, colocando sus seis dedos en la ventana y luego apuntando hacia mí, moví mi cabeza con rapidez ya que papá se había puesto en marcha, secando un poco de sudor en su rostro preocupado con tal desastre. Esta vez maneja con más prisa de la que aco

mira de pies a cabeza, coloca rápidament

esto. Cuando salí al exterior y no te vi casi muero de la pr

arme sola. Hubiera hecho lo mismo, fuera de esa locura no se puede ni pensar más que sal

que él lo hace —ahora debo llamar al instituto, avisé de mi retirada pero qu

y relajante ducha, lo sucedido en la biblioteca había logrado dejar mi piel de gallina de nuevo. Es estúpido, tal vez una broma

su casa, un recuerdo para espantar la soledad según sus ocurrencias. Observo el reloj que marcaba las 5:46 pm, papá se marchó al instituto apenas llamo al director para ver cómo iba la situación, mencionó algo de ayudar a la secretaria a ordenar los papeles y registros que se encontraban por toda la oficina, algo extraño ya que se encontraban

inar —pueden colocar los abrigos en el sofá, no hay problema, veo qu

os salir, parece que habrá una tormenta—. Eitan frotó sus m

el primero en entrar y tirarse a la cama, tomando mi edredón para enrollarse como un taco, Dina toma uno de los

asaba dos colchas a Dina y a Eitan en un intento de calentarlos. Thiago saco una mano del edredón acercando su mochila a él, lo miro extrañada mie

con tranquilidad y colocando en la cama —h

ros —¡Thiago!, esta es una de las cosas más estúpidas que has hecho ¿Cómo piensas

sabía que extraer un libro de la biblioteca

urrido hoy, podría decir que lo tiré en mi mochila sin percatarme. Estaba tan asustado que

tan quien miraba furioso a Thiago, el "estamo

as, debes regresar ese libro antes de que alguien se entere, nosotros t

s —¿Nosotros lo cubriremos?, está

con cansancio —creo que debemos educarte—. Aprete los pu

ick" de un seguro se escuchó en la habitación y no pr

utuamente, Thiago saltó de la cama en un abrir y cerrar de ojos resguarda

en este sin que nadie lo tocara. Dina se unió a nosotros arr

Susurro a Eitan qui

. Thiago lo miro m

pis—. Dina tapó su bo

manos sin dejar de temblar y

o jóvenes

uí, en

uzaran par

e la magia

su pasadizo, este lo

M.

iciales era como un tipo de firma que casi no era notable, sentí como un frío

o dándome un buen golpe para morir. Esta vez Eitan lo tomó y comenzó a leer sin miedo alguno, sin duda se trataba de una

profecía,

agos, ven

os humanos

deben viajar al Mundo Manfor

en hecho chicos, intentaré no matar a Thiago con eso de la "

ientras Dina alzaba su ceja izquierda de modo a que él dijer

ioso—. Dina me miro nerviosa, no me gustaba en

o este en el aire como una pandereta —así que Thiago tú lo vas a devolver, s

a pero a nosotros no nos causó gracia alguna, realizar todo ese montaje y pasar por semejante susto no era para jugar. Nos volvimos hacia él con nuestros ce

on

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