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Quien diría que los amores prohibidos son los mejores, que desear a la persona que no debías se volvería una obsesión. Hay un secreto que he descubierto y prometo que aprovechare este secreto al máximo a mi favor, solo espero que las cosas no se me salgan de las manos y termine enamorándome.
Ronald Wilson era conocido por su encanto irresistible y su reputación de casanova. Siempre se mantenía fiel a dos simples reglas: no involucrarse con mujeres casadas y no dormir con su secretaria. Aquella noche, sin embargo, un giro del destino lo llevaría a romper una de sus reglas no escritas, aunque aún no lo sabía.
El Evento y la Atracción-
En una lujosa gala benéfica, donde todos los asistentes debían usar antifaz, Ronald vio a una mujer que le arrebató el aliento. Era morena, delgada, con unos ojos color avellana que destellaban como si guardaran secretos, y unos labios carnosos que prometían un beso inolvidable. Sabía que debía acercarse a ella.
Elena Rodríguez había asistido al evento por insistencia de su mejor amiga, Jacqueline Díaz. Jacqueline le había asegurado que su padre, a quien Elena no conocía, estaría presente. Lo que Elena ignoraba era que Jacqueline le tenía envidia y había preparado una trampa para ella. Sin que Elena se diera cuenta, Jacqueline deslizó un afrodisíaco en su bebida, asegurándose de que sus impulsos sexuales se desataran sin control.
El Primer Contacto-
Ronald, vestido con un elegante esmoquin y su habitual aire de confianza, se acercó a Elena. "¿Te gustaría bailar?" le preguntó, extendiendo su mano. Elena, sintiendo una repentina e inexplicable atracción, aceptó sin dudar. Mientras bailaban, la música y el ambiente creaban una atmósfera de intimidad. Cada vez que sus cuerpos se rozaban, Elena sentía una oleada de deseo que no podía controlar.
Un Viaje a lo Prohibido-
A medida que la danza se volvía más apasionada, Ronald sintió que su atracción por Elena se intensificaba. Decidido a pasar la noche con ella, la llevó a una habitación privada. Elena, bajo el influjo del afrodisíaco, no puso resistencia. Su cuerpo, habitualmente recatado, ahora actuaba por instinto, deseando más de Ronald con cada segundo que pasaba.
Dentro de la habitación, la tensión era palpable. Ronald la besó con una mezcla de hambre y ternura, sus labios explorando cada rincón del rostro de Elena. Ella respondió con igual fervor, sus manos recorriendo el cuerpo de Ronald, memorizando cada músculo, cada curva. Ronald, deseoso de mantener el misterio, no retiró el antifaz de Elena, pero sí comenzó a desvestirla lentamente, disfrutando de cada revelación de su piel.
La Desnudez de los Cuerpos-
Ronald desabrochó el vestido de Elena, dejando al descubierto sus hombros suaves y sus pechos firmes, coronados por pezones oscuros que se erguían al contacto con el aire fresco. Sus manos se movieron con seguridad y deseo, acariciando cada centímetro de su piel. Elena, liberada de su vestido, reveló un cuerpo esbelto y bien definido, con curvas que parecían hechas para ser admiradas.
El propio cuerpo de Ronald era una obra de arte masculina. Su pecho ancho y musculoso se destacaba bajo la luz tenue de la habitación, mientras sus abdominales marcados se movían al ritmo de su respiración acelerada. Sus manos grandes y firmes desnudaron a Elena con una mezcla de delicadeza y urgencia, disfrutando de cada momento.
La Unión de los Cuerpos-
Ronald se despojó de su ropa con la misma rapidez controlada. Sus manos recorrieron el cuerpo de Elena, desde el cuello hasta sus muslos suaves. La besó con más intensidad, dejando que sus labios y su lengua exploraran cada rincón de su boca. Elena, ahora completamente desnuda, respondió con la misma pasión, sus manos recorriendo la espalda de Ronald y clavando sus uñas suavemente en su piel.
Los cuerpos de ambos se encontraron en una unión apasionada. Ronald se posicionó sobre Elena, sus labios besando su cuello y descendiendo hacia sus pechos, donde sus besos se volvieron más insistentes. Elena arqueó su espalda, sintiendo el placer recorrer su cuerpo. Sus piernas se enredaron alrededor de Ronald, acercándolo más a ella.
El Momento Culminante-
Ronald, con una mezcla de deseo y cuidado, guió su miembro hacia el interior de Elena. Ella soltó un suave gemido cuando él la penetró, sintiendo una mezcla de dolor y placer. Ronald se detuvo un momento, permitiéndole adaptarse a la sensación antes de comenzar a moverse lentamente. Cada empuje era medido, cada movimiento hecho con la intención de darle el máximo placer.
Elena, aún bajo los efectos del afrodisíaco, sentía cada movimiento de Ronald como una explosión de sensaciones. Sus cuerpos se movían en perfecta armonía, sus gemidos llenando la habitación. Ronald aceleró el ritmo, impulsado por el deseo de hacer de esa noche un recuerdo imborrable.
El clímax llegó con una intensidad que los dejó exhaustos. Ronald colapsó sobre Elena, ambos respirando con dificultad mientras el sudor cubría sus cuerpos. Se quedaron así, disfrutando del postorgasmo, sintiendo la conexión que se había formado entre ellos, aunque efímera.
El Despertar del Engaño-
Ambos quedaron exhaustos y satisfechos. Ronald se vistió y dejó a Elena dormida en la cama, su respiración suave indicaba que no despertaría pronto. Salió de la habitación con una sonrisa de satisfacción, sin saber que su encuentro desencadenaría una serie de eventos que cambiarían su vida para siempre.
Jacqueline, siempre atenta y manipuladora, había estado observando. Al ver salir a Ronald, se apresuró a entrar en la habitación. Lo que vio la complació: Elena desnuda, el antifaz aún en su rostro, y la evidencia de su virginidad perdida. Rápidamente tomó fotos con su celular, capturando cada detalle comprometedor.
El Plan de Jacqueline-
Jacqueline, no satisfecha con solo la evidencia, decidió llevar su plan un paso más allá. Vio a un camarero pasando y le ofreció $10,000 dólares por una simple sesión de fotos. Aunque el camarero dudó, la oferta de dinero fácil fue demasiado tentadora.
-Desnúdate y acuéstate con ella -le ordenó Jacqueline.
El camarero, aunque incómodo, aceptó tras la promesa de $10,000 dólares. Al quitarse la ropa, reveló un cuerpo atlético y bien formado, con un miembro prominente que llamó la atención de Jacqueline. Por un momento, Jacqueline se sintió tentada, su deseo despertado por la visión del camarero desnudo. Sin embargo, se mantuvo firme en su plan y dejó que él continuara.
El camarero, sintiéndose más seguro, se acostó junto a Elena y comenzó a tocarla. Sus manos recorrieron su cuerpo, despertando una respuesta instintiva en ella. Jacqueline tomó fotos rápidamente, capturando cada momento comprometedor. Cuando el camarero penetró a Elena, los gemidos de ella llenaron la habitación, mezclados con el sonido de los clics de la cámara.
La Interrupción del Placer-
Justo antes de que el camarero alcanzara el clímax, Jacqueline intervino.
-Suficiente -dijo con frialdad-. Puedes detenerte ahora.
El camarero, frustrado por la interrupción, se separó de Elena con evidente renuencia.
-¿Dónde está mi dinero? -preguntó, todavía respirando con dificultad.
Jacqueline sonrió con malicia.
-No hay dinero. Tengo evidencia suficiente para demostrar que te aprovechaste de ella. Puedo enviarte a la cárcel si lo deseo.
El Acto de Venganza-
El camarero no perdió tiempo. Colocó a Jacqueline en la cama, sus manos recorriendo su piel con una mezcla de furia y deseo. Jacqueline, aunque seguía intentando luchar, no podía negar la parte de ella que disfrutaba del contacto.
El camarero la penetró primero vaginalmente, sus movimientos intensos y desesperados. Jacqueline, con la mordaza impidiendo que gritara, gemía de placer y lucha, sus ojos llenos de una mezcla de desafío y rendición. Sin detenerse, el camarero cambió de posición, girando a Jacqueline para que estuviera boca abajo y penetrándola analmente. El dolor inicial de Jacqueline se mezcló con una ola de placer, olvidando por completo su objetivo.
Luciano Valente, CEO perfeccionista de un imperio hotelero, descubre que su secretaria ideal es en realidad una impostora con un pasado criminal. En lugar de despedirla, le propone un trato: fingir ser su prometida para cerrar una fusión empresarial. Lo que comienza como una farsa estratégica se transforma en un juego peligroso de deseos y verdades ocultas. Él teme enamorarse de alguien que no existe. Ella teme que, al fin, alguien vea quién es de verdad. Porque a veces, la mentira perfecta... esconde el amor más real.
Adrián Montes no pierde. CEO despiadado, playboy multimillonario y maestro de las reglas no escritas del poder, acaba de hacer una apuesta imprudente con sus socios: seducir a su nueva secretaria en un mes. Valeria Ríos -eficiente, discreta y con unos labios que lo distraen más de lo que admite- es el blanco perfecto. Pero lo que Adrián no sabe es que Valeria escuchó todo... y está decidida a darle una lección que nunca olvidará. Valeria, una mujer que creció entre las sombras de la élite que Adrián gobierna, acepta el juego con una condición no negociable: él no ganará. Usando sus propias armas -miradas calculadas, "accidentales" rozones de piel y un vestido rojo que paraliza la junta directiva-, voltea las reglas. Cada interacción es un duelo: ella lo enciende con falsa indiferencia; él, obsesionado, empieza a cuestionar su propia fachada de hombre impenetrable. Hasta que la mentira se vuelve peligrosamente real. Cuando los celos, las noches de trabajo que terminan en confesiones y un beso robado en el ascensor desatan algo que ninguno planeó, la pregunta ya no es quién ganará la apuesta, sino quién rendirá su orgullo primero. Porque Adrián descubrió demasiado tarde que Valeria no es una conquista más... es la mujer que podría derrumbar su mundo.
Una mujer sencilla, limpiadora en el edificio de una gran firma, se cruza con Andrés Salazar, un joven y exitoso CEO. Tras un encuentro casual que despierta una fuerte atracción entre ambos, Andrés le propone un romance sin compromisos. Sin embargo, la mujer acepta bajo una condición: algo que no tiene que ver con dinero ni poder. Andrés, intrigado y dispuesto a aceptar cualquier trato, no sabe que lo que ella le pedirá cambiará todo lo que creía saber sobre su mundo y su control.
Isabella Ramírez es una periodista de investigación conocida por su pluma afilada y su férrea determinación de exponer a los empresarios más despiadados del país. Para ella, los millonarios son sinónimo de corrupción, avaricia y desinterés por los demás. Así que cuando su editor le asigna un reportaje sobre Alexander Blake, el CEO más arrogante y temido de la ciudad, Isabella lo ve como la oportunidad perfecta para desenmascarar a otro magnate sin escrúpulos. Con una reputación de ser implacable en los negocios y con una lista interminable de enemigos, Alexander parece ser el blanco ideal para su investigación. Pero a medida que Isabella se adentra en su pasado y descubre la verdad detrás del hombre de traje impecable y mirada gélida, se encuentra con una historia que desafía sus prejuicios. Alexander no siempre fue el magnate que el mundo ve hoy. Detrás de su fortuna hay un pasado marcado por el sacrificio, la traición y una lucha constante para llegar a la cima. Y lo que más sorprende a Isabella es que, bajo esa coraza de arrogancia, hay un hombre con un corazón capaz de sentir, de proteger... y de amar. Lo que comenzó como una misión para hundirlo se convierte en un dilema para Isabella. ¿Podrá ignorar lo que ha descubierto y seguir con su reportaje, o estará dispuesta a arriesgarlo todo por la verdad... y por el hombre al que nunca pensó amar? "CEO en la Lista Negra" es una historia de pasión, redención y segundas oportunidades, donde dos almas opuestas descubren que, a veces, el amor surge donde menos se espera.
Valentina Lombardi es una mujer imparable. Como CEO de una de las empresas más influyentes del país, su vida está meticulosamente organizada, su agenda repleta de reuniones y su corazón blindado contra cualquier distracción emocional. Para el mundo, es la imagen del éxito y la perfección. Pero todo cambia cuando, una tarde lluviosa, se cruza con Leo, un hombre que parece haberlo perdido todo... excepto su espíritu libre y su sonrisa desarmante. Vagabundo por elección, Leo ve la vida de una manera completamente diferente a Valentina. No mide el tiempo en cifras ni éxito en adquisiciones; para él, la riqueza está en los momentos, en la libertad y en las conexiones humanas. Lo que comienza como un simple acto de compasión -ofrecerle un techo por una noche- se convierte en un desafío inesperado para Valentina. Leo la obliga a mirar más allá de sus propias barreras, a cuestionarse si realmente lo tiene todo o si, en su mundo de lujo y poder, es ella quien más carece de algo esencial: amor. Pero su relación está destinada a ser un amor prohibido. La sociedad no los ve como iguales, su familia y colegas no entienden qué encuentra en él, y la presión por mantener su imagen corporativa la pone en una encrucijada. ¿Podrá Valentina arriesgar todo por la única persona que la ve más allá del título de CEO? ¿O el peso de su mundo terminará por separarlos? Un romance dulce y profundo que demuestra que el amor verdadero puede florecer en los lugares más inesperados, incluso bajo el mismo cielo, pero en mundos distintos.
En la cima del mundo corporativo, tres hombres jóvenes de la alta sociedad luchan no solo por el control de imperios empresariales, sino también por el corazón de la misma mujer. Álex, un brillante CEO de una multinacional tecnológica con una ambición desmedida; Diego, el heredero de una de las familias más poderosas del sector bancario, con una vida marcada por el lujo y la tradición; y Sebastián, un disruptivo líder de una start-up que ha logrado revolucionar el mercado de las energías renovables, pero cuya vida personal está llena de secretos. Lo que comienza como una competencia profesional por el dominio del mercado, pronto se convierte en una lucha más personal cuando todos se enamoran de Valentina, una mujer fuerte, independiente y con sus propios sueños. Valentina no solo es la hija de un magnate de la moda, sino que también es una figura clave en las decisiones financieras que podrían cambiar el destino de cualquiera de estos hombres. En una sociedad donde los negocios y los sentimientos están profundamente entrelazados, los tres hombres harán todo lo posible para ganar su amor y asegurar su posición en la cima. Entre alianzas, traiciones y dilemas éticos, los tres CEOs deberán decidir hasta dónde están dispuestos a llegar por lo que desean: el poder absoluto... y el amor verdadero.
Pensé que mi matrimonio podría seguir adelante. El amor platónico también era amor, ¿sí? Pero, estaba totalmente equivocada. Resultó que mi marido no tenía nada malo de cuerpo, todo esto solo porque no fui de su gusto. Conmigo, era un hombre anormal en la cama. Pero con mi madre, ¡podría hacer todo lo que ella deseaba! Y el día, ¡los encontré en la cama juntos! Sin querer afrontar a ellos, decidí saltar del puente. Pero un desconocido me impidió, y me ofreció una propuesta especial. Y yo la acepté, y le entregó mi primera vez por capricho. Después de una noche loca, hui de su casa pensando que nunca volvería a encontrarnos. Luego fui a la fiesta de compromiso de mi tía, y ella hizo alarde de su fiancé frente a mí. Pero este era el mismo desconocido que pasó la noche conmigo. ¡¿Y él pronto sería mi tío político?!
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".
Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenía mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿Podría ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un príncipe, aunque tenía un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegítimo de una familia rica que vivía una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que había escuchado sobre ella. El destino había unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenía un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿Descubriría que Janet se casó con él por su hermana? ¿Sería su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.
Durante diez años, Daniela colmó a su exesposo de un amor inquebrantable, solo para descubrir que no era más que un chiste para él. Humillada, pero decidida, se divorció de él. Tres meses después, Daniela regresó a lo grande. Ahora era la CEO oculta de una marca líder, una diseñadora codiciada y una rica magnate de la minería, y su éxito se reveló en su triunfal regreso. Toda la familia de su exesposo se abalanzó sobre ella, desesperada por implorar su perdón y suplicar otra oportunidad. Sin embargo, Daniela, ahora querida por el famoso Sr. Phillips, los miraba con gélido desdén y dijo: "Estoy fuera de su alcance".
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.
Debido a las altas facturas médicas de sus padres, tuvo que firmar un contrato para casarse con una familia adinerada, pero el día de la boda, no hubo banquete, no hubo invitados ni siquiera el novio se presento desde el momento en que firmo el contrato de matrimonio esta destinada a ser una pecadora" te mandare al infierno, te atreviste a destruir mi felicidad, ahora yo me atrevo a destruirte, desde ese día en adelante ella era la sirvienta con el toque más bajo en la familia , pero por qué quería morir cuando la vio llorar...