Instalar APP HOT
Inicio / Cuentos / Cuando el Sufrimiento Baila un Tango
Cuando el Sufrimiento Baila un Tango

Cuando el Sufrimiento Baila un Tango

5.0
24 Capítulo
Leer ahora

Mi relación con Máximo era un ciclo vicioso de humillación y súplica. Él me amenazaba con la ruptura, disfrutando el poder de verme implorar que se quedara. Pero la centésima vez, después de humillarme públicamente en una milonga, algo cambió. No fue su crueldad lo que me liberó, sino el descubrimiento de una caja secreta. Dentro, no había vino, sino docenas de poemas escritos a mano por él. Describían su retorcida obsesión, su sádico placer al verme luchar por su amor, al verme sufrir. Comprendí que solo era un juguete en su perverso juego. Luego, una llamada. "¿Mi medallón? Se lo di a Isabella. Era insignificante, ya lo perdió". Verlo proteger a Isabella en el accidente, mientras yo caía herida, confirmó su indiferencia. Me forzó a beber el licor al que soy alérgica, observando mi sufrimiento con una sonrisa casi imperceptible. Acusaciones falsas de Isabella que él creyó, palizas de matones que él permitió. El robo descarado de mi coreografía, mi alma. ¿Por qué hizo esto? "Te advertí que no debías volver a ese ambiente", dijo con frialdad. Cualquier resto de amor murió. Sabía que no le quedaba tiempo. A punto de colapsar, Máximo me exigió un ultimátum final: donar sangre para salvar a Isabella o perderlo todo. Acepté, mis ojos fijos en mi verdadera meta: la libertad. El día que nuestra separación legal expiró, salí del registro civil con mi certificado de divorcio en mano, rumbo a París. La verdad es que no, Máximo. Ya no te quiero.

Contenido

Introducción

Mi relación con Máximo era un ciclo vicioso de humillación y súplica.

Él me amenazaba con la ruptura, disfrutando el poder de verme implorar que se quedara.

Pero la centésima vez, después de humillarme públicamente en una milonga, algo cambió.

No fue su crueldad lo que me liberó, sino el descubrimiento de una caja secreta.

Dentro, no había vino, sino docenas de poemas escritos a mano por él.

Describían su retorcida obsesión, su sádico placer al verme luchar por su amor, al verme sufrir.

Comprendí que solo era un juguete en su perverso juego.

Luego, una llamada. "¿Mi medallón? Se lo di a Isabella. Era insignificante, ya lo perdió".

Verlo proteger a Isabella en el accidente, mientras yo caía herida, confirmó su indiferencia.

Me forzó a beber el licor al que soy alérgica, observando mi sufrimiento con una sonrisa casi imperceptible.

Acusaciones falsas de Isabella que él creyó, palizas de matones que él permitió.

El robo descarado de mi coreografía, mi alma. ¿Por qué hizo esto?

"Te advertí que no debías volver a ese ambiente", dijo con frialdad.

Cualquier resto de amor murió. Sabía que no le quedaba tiempo.

A punto de colapsar, Máximo me exigió un ultimátum final: donar sangre para salvar a Isabella o perderlo todo.

Acepté, mis ojos fijos en mi verdadera meta: la libertad.

El día que nuestra separación legal expiró, salí del registro civil con mi certificado de divorcio en mano, rumbo a París.

La verdad es que no, Máximo. Ya no te quiero.

Seguir leyendo
img Ver más comentarios en la APP
Recién lanzado: Capítulo 23   Ayer18:04
img
1 Introducción
Hoy, a las 18:04
2 Capítulo 1
Hoy, a las 18:04
3 Capítulo 2
Hoy, a las 18:04
4 Capítulo 3
Hoy, a las 18:04
5 Capítulo 4
Hoy, a las 18:04
6 Capítulo 5
Hoy, a las 18:04
7 Capítulo 6
Hoy, a las 18:04
8 Capítulo 7
Hoy, a las 18:04
9 Capítulo 8
Hoy, a las 18:04
10 Capítulo 9
Hoy, a las 18:04
11 Capítulo 10
Hoy, a las 18:04
12 Capítulo 11
Hoy, a las 18:04
13 Capítulo 12
Hoy, a las 18:04
14 Capítulo 13
Hoy, a las 18:04
15 Capítulo 14
Hoy, a las 18:04
16 Capítulo 15
Hoy, a las 18:04
17 Capítulo 16
Hoy, a las 18:04
18 Capítulo 17
Hoy, a las 18:04
19 Capítulo 18
Hoy, a las 18:04
20 Capítulo 19
Hoy, a las 18:04
21 Capítulo 20
Hoy, a las 18:04
22 Capítulo 21
Hoy, a las 18:04
23 Capítulo 22
Hoy, a las 18:04
24 Capítulo 23
Hoy, a las 18:04
Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY