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Orzaya

Orzaya

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Arden King y Dione Elordi mantienen una relación a distancia durante tres años, Arden enamorado con ganas de llevar su relación al siguiente nivel, le propone a su novia vivir juntos, pues está cansado de la distancia, Dione también está cansada de la distancia, pero no está dispuesta a dejar su trabajo para vivir irse a vivir con él. Gracias a un desafortunado inconveniente, Dione es despedida y queda desempleada, está le avisa a su novio y él con rapidez le busca empleo creyendo que es la oportunidad perfecta para que se muden juntos, pero lamentablemente el empleo que le consiguió, sin pensarlo arruinaría su relación, ella estará cerca físicamente, pero no emocionalmente.

Capítulo 1 Primer capítulo

Arden estaba extasiado probando el coño de su novia Dione, siempre creyó que era lo más delicioso que había probado y la veía como una diosa. Dione estaba en la cama acostada boca arriba con las piernas flexionadas y bien abiertas disfrutando del sexo oral que le daba su novio.

Él estaba un poco desesperado, pues solo tenía dos horas antes de que su vuelo despegara, pero como siempre, las ganas que se tienen los ha consumido que no pudieron aguantarse hasta el otro fin de semana o quien sabe cuándo.

—Mmm —gruñe Arden lamiendo los fluidos de Dione.

Con solo pensarse a sí mismo probando a su novia se le pone duro. Arden mete dos de sus dedos largos penetrándola mientras lame y chupa su clítoris. La espalda de Dione se arquea y emana más fluidos de ella, su cueva era tan estrecha que Arden pudo sentir como sus paredes se contraían, por eso aleja su cara de su tentadora humedad, saca sus dedos y se monta sobre ella, toma su falo entre su mano y se adentra en ella penetrándola con placer.

Arden siente el calor de su acogida cueva y se desplaza en ella con lentitud, mueve sus caderas de adelante y atrás de una manera sensorial. Su falo como siempre encajaba en ella a pesar de lo estrecha que es, de igual forma, ella estira y luego vuelve a su tamaño.

Estaban muy excitados que usaban su fuerza de voluntad para no correrse tan rápido, ella no quería que se fuera y él tampoco quería irse, pero debía hacerlo.

Sus pieles chocan haciendo un golpeteo con un sonido bastante placentero, estos sonidos provocaban que Arden aumentara sus embestidas volviéndolas salvajes y bruscas.

—Aaah —gime Dione por lo rico que la follaba su novio—. Sigue papi —pide Dione provocando a Arden aún más haciéndole caso a las peticiones de su novia.

Él se detiene y sale de ella dejando a Dione confundida, pero este luego la voltea y la penetra nuevamente azotando su trasero, no tenía mucho, pero a él le encantaba, la ama como es. Dione jadea con sus azotes y esos jadeos vuelven loco a Arden haciendo que sus embestidas no tengan control, su sudor ya se unificaba en sí.

La noche anterior también habían hecho travesuras en la cama, se ven una vez a la semana o tal vez al mes, obviamente aprovecharían cada segundo para estar juntos.

Arden vuelve azotarla una vez más y las piernas de Dione comienzan a temblar para la máxima llegada de su orgasmo, al igual que el orgasmo de Arden. Cuando Dione suelta su nombre en tono de liberación, Arden sale de ella y se llega en su trasero.

Llevaban tres años de relación y no deseaban tener hijos aún, por el hecho de que no se han disfrutado lo suficiente como pareja. Arden se tumba a su lado y Dione se queda así boca abajo.

—Eres mi mejor cogida como siempre —dice Arden suspirando y mirando el techo.

—Si no fuera porque te conozco, diría que solo lo dices para hacerme sentir mejor. —Ella voltea su rostro para mirarlo y él también lo hace.

—¿Quién dice que eso pueda ser una mentira? —pregunta divertido y ella le golpea el brazo—. ¡Auch! —se queja riendo—. Cada vez estás más fuerte. —Coloca su cuerpo de lado y besa su frente.

—No he dejado de hacer ejercicio —responde orgullosa de sí misma.

—Me encanta. —Besa su nariz.

—Amor… —Llama su atención y se siente algo tímida.

—¿Sí nena? —Él se levanta y busca papel para limpiar lo que embarró en el trasero de su novia.

—¿En serio dijiste eso para hacerme sentir bien o por qué es verdad? —Alza un poco la voz para que sea escuchada.

—Amor, eres psicóloga, creo estás muy calificada para no crearte esas inseguridades, no creo que haya dicho algo malo —dice de vuelta y se sienta a su lado a limpiar el semen.

—Sigo siendo humana Arden, hay cosas que no podemos controlar, los psicólogos no somos perfectos —responde ella muy seria, ya que todos tenían una idea errada sobre los psicólogos.

—Lo sé nena, pero me refiero a que estudiaste sobre eso, supongo que ya deberías saber los ejercicios que te traen seguridad, a veces, nosotros somos culpables de nuestras inseguridades. —Se vuelve a levantar y bota el papel.

—Tienes razón, gracias. —Le sonríe dándose cuenta de su error.

Ella siempre podía contar con él para lo que sea, no eran la pareja ideal de todos los cuentos de hadas, pero al menos si era un equipo.

—Te amo. —Besa sus labios—. ¡Dios! —Anhela su labio suave y carnoso—. Cómo desearía tener más tiempo contigo. —Se entristece Arden.

—Si te quedas más tiempo, perderás tu vuelo y posiblemente tu trabajo también. —Ríe con delicadeza mientras se levanta a recoger todo el desorden que hicieron.

—Lo sé, pero ya tenemos tres años de relación Dione, jamás había durado tanto con nadie. —Se impresiona y también se levanta a ayudar—. De verdad quiero llevar esto a otro nivel. —Se coloca un bóxer.

—Ya hablamos sobre eso. —Ella no quería que insistiera en el tema.

—¿Estás segura que lo hablamos? Porque lo único que hiciste fue escucharme como si fuera tu paciente —reclama algo serio.

—¡Arden! —Lo mira molesta—. Ya deja de creer que siempre te trato como un paciente, eres mi novio.

—Perdón, pero lo único que haces es analizar todo y yo no veo resultados —dice terminando de vestirse.

Se miran fijamente algo molestos, Dione se rinde primero en su combate de miradas, suspira y camina hasta él para abrazarlo.

—Estoy cansado Dione, son tres benditos años a distancia, sé que te veo cuando puedo o tu vas cuando puedes y que nos vemos en vacaciones sin falta, pero yo quiero algo más que solo visitas, quiero vivir contigo, casarnos, tener una familia, ¿acaso no quieres lo mismo? ¿Tendremos nuestra relación a distancia para siempre? ¿Nos turnaremos para cuidar a los niños? Cambiarlos de escuela a cada momento no será fácil Dione, una familia a distancia. —Suelta un suspiro y se separan del abrazo.

—Tal vez, si ninguno de los dos quiere terminar. —Le da media sonrisa.

—¿Para que terminar si tenemos la solución? Tu puedes mudarte y… —Ella lo interrumpe.

—O tu puedes mudarte —propone y comienza a seguir recogiendo las cosas.

—Tengo un trabajo Dione —le responde y ella lo ve con ironía.

—Pues yo también —dice muy obvia.

—De acuerdo, entonces queda claro que ninguno se va a sacrificar para llevar esto a la siguiente relación. —Señala el espacio que hay entre los dos.

—Tu eres el que quiere mudarse conmigo, renuncia a tu trabajo y ven a vivir conmigo —contesta algo alterada.

—¿O sea que tu no quieres vivir conmigo? —Arque una ceja ofendido y ella se queda callada—. Por lo visto, este amor no es tan fuerte como para arriesgarnos a perder nuestra vida.

—No digas eso, claro que nos amamos y por supuesto que quiero vivir contigo, ¿pero por qué insistes tanto en que yo lo haga? ¿Acaso lo machista no te permite venir a vivir conmigo? —Ella se cruza de brazos.

—¿Machista? ¿Qué? No, ¿de que hablas? —La ve confundido.

—Claro, porque la mujer debe dejar todo por el hombre, pero él no puede dejar nada por la mujer porque siente que está perdiendo su hombría, ¿no? Dejar el trabajo o vivir en casa de ella… —Él la interrumpe.

—¿Entonces me echarías en cara de que vivo en tu casa? —Ella le iba a responder, pero él siguió hablando—. Pues estás errada, este apartamento quedaría cerrado y nos compraríamos algo juntos para que no sientas que no aporte nada o que pienses que me creo dueño de las cosas porque yo las compré.

—¡Pues bien! Compremos todo a mitad para no discutir de quién. —Suelta sus brazos molesta.

—Creo que mejor me voy o esto terminará peor. —Arden se dirige al closet y recoge su maleta.

Comienza a empacar la poca ropa que había traído, sabía que no se iba a quedar mucho, pero le encantaba desempacar y tener la idea de que estaba viviendo con su novia y no tenía que mover ningún objeto.

Dione no habló más, estaba muy molesta y no era recomendable seguir hablando mientras estén molestos, o sino se iban a decir cosas totalmente peor. Arden por otro lado también estaba molesto, pero los eran muy sabios y su amor iba más allá que una molestia.

—Dione… —menciona Arden cuando ha recogido todo, estaba un poco más calmado.

—¿Sí? —pregunta saliendo del baño.

—Ya me voy nena. —La espina aún estaba, a ninguno les gustaba que el otro se fuera sin resolver ese asunto, pero no podían hacerlo por el tiempo y porque ninguno estaría de acuerdo.

—Buen viaje —dice algo seca y él solo se voltea para irse, ella se arrepiente, corre y lo abraza por detrás—. Es una pena que te tengas que ir amor.

—Sabes que puedes venir conmigo. —Aprieta la manilla con fuerza soportando sus ganas de llorar.

—Tengo mi vida aquí Jacob —responde en suspiro ablandado su estado.

—¿Y yo no soy parte de tu vida? —dice con algo de dolor.

—¿Y yo soy parte de la tuya? —lo devuelve con el mismo tono y él se voltea para abrazarla con fuerza—. No es que no seas parte de mi vida Arden, sino que o sea, aquí tengo mi trabajo y no quisiera arriesgarme a renunciar y vivir contigo, sabes que no quisiera depender de ti, yo quiero trabajar.

—De acuerdo, entonces mi plan será conseguirte trabajo —contesta positivo.

—¿Y si te vienes tú? —Lo ve insistiendo.

—¿Acaso tienes a alguien aquí que no quieras dejar ir? —pregunta divertido y la hace reír.

—Solo es el trabajo amor —responde con una risita.

—Exacto, porque hasta tu familia vive allá, en estados diferentes, pero en el mismo país, además, yo tampoco puedo hacerlo amor, yo también tengo mi trabajo fijo allá, no es que sea machista, solo que no sé… creo que tenemos el miedo de no encajar y tener la misma altura en la que estamos ahora en nuestro trabajo, empezar de cero a veces es costoso. —Besa su cabeza—. Mierda, no sé cómo llegamos a parar entonces con esta relación a distancia.

Realmente el problema no era vivir con el otro, pues es maravilloso, el problema era dejar el trabajo y cada uno tenía un rango superior, o también por no tener un trabajo seguro antes de renunciar, pues ninguno de los dos les gustaría estar desempleado sin apoyar al otro.

—Porque nos amamos y lo podemos todo. —Dione alza la mirada y le sonríe.

—Sí, ¿pero tres años? —Nuevamente queda sorprendido, muchas veces creyó que no iban a durar nada.

—Tres años y aún no conozco a tus hermanos. —Saca Dione con una risa, era una risa nerviosa, sabía que ese tema no era de su agrado.

—No tampoco los veo mucho, mi padre tiene el don de hacer hijos, pero no de criarlos. —Se suelta de ella y salen de la habitación para ir a la salida del apartamento de Dione—. Sabes que no habló mucho con mi padre a menos que sea de trabajo, aún me resulta incómodo visitar a mis hermanos con quiénes no me crie y estar con la esposa de mi padre.

—Lo sé, y lo entiendo, son cinco, ¿no? —intenta recordar.

—Sí —responde y se quedan en la salida.

Dione ni conocía sus nombres, pues si Arden ni los mencionaba, solo sabía que los tenía y ya. Los padres de Arden están separados, pero el señor tuvo cinco más con su nueva esposa, Dione solo conoció a la madre de Arden y a su padre, porque así lo quiso Arden.

—Porque sean hijos de otra mamá no significa que no les tomes importancia, siguen siendo tus hermanos. —Ella trataba de que su novio fuese más unido a la familia de su padre.

—Pronto te los presentaré nena, es que su madre siempre se los lleva con su familia a pasar vacaciones —se excusa, pero realmente era porque no se sentía incómodo, de igual también había razón, sus hermanos pasaban vacaciones con la familia de su mamá.

—Está bien, ¿me avisas cuando llegues? —Lo besa y él asiente.

—Por supuesto. —Su beso de intensifica y no quiere soltarla.

—Si no me sueltas ahora, los dos sabemos que volveremos a la cama —dice divertida sabiendo que hablaba de sexo.

—Perdón. —Se ríe mientras la suelta—. Es que muero por tener una larga vida contigo así.

—Amor, se te va a ir el vuelo. —No quería ser aguafiestas, pero era lo correcto.

—Te amo. —Besa por última vez antes de irse del apartamento de su novia.

Una vez más dejando a Dione entristecida por su separación. No le quedó más de otra que seguir trabajando para no extrañarlo tanto. Cierra la puerta de su apartamento y se dedica a limpiar para olvidar ese pequeño dolor que entra en su corazón cuando su novio debe irse.

Comenzaría limpiando su habitación, era domingo por la tarde, así que no tenía más nada que hacer. Su celular suena y lo busca para recibir el mensaje, ella conocía todos sus tonos.

Arden_17:14

Este año nos propondremos a vivir juntos, cómo lo único que nos preocupa es el trabajo, entonces consigamos trabajo para el otro y el que primero lo haga, el otro debe renunciar para mudarse.

Dione_17:16

Me parece justo y razonable.

Los dos solían ser muy competitivos, era divertido y gracioso, ninguno les gusta perder, pero saben aceptar su derrota.

Arden_17:18

Te amo, te aviso cuando llegue.

Dione_17:18

Buen viaje, te amo.

Ella deja su celular en la mesita de noche y termina de limpiar lo que alguna vez empezó, Arden siempre la ayudaba, pero está vez no tenían tiempo, pues tenían todo el día comiéndose entre ellos, entre tanto coqueteo y provocaciones, no faltaba las ganas de follar, algunas veces estaban tranquilos y de repente comenzaban los toqueteos sin resistirse.

No solo el sexo era bueno, sino también la clase de persona que son por el otro. Dione y Arden se conocieron en un evento, a Arden le gustó de inmediato y no espero nada en conquistarla. Dione es psicóloga y Arden es un corredor de bolsas de la empresa de su padre, los dos ganan muy bien. ¿De que fue el evento? Pues los estudiaban en la misma universidad de diferentes países y esta misma universidad organizó un evento internacional, al cual Arden asistió, Dione se encarga de recibir a los extranjeros y así fue como tuvieron su click, fue bastante intenso, pues Arden se creía que podía conquistarla y Dione analizaba cada movimiento sabiendo sus pasos.

Gracias a los estudios del comportamiento humano, supo cómo conquistarlo, claramente a ella también le gustaba, pero su objetivo era que él la viera como algo serio, cosa que después de un tiempo así fue, de hecho, quién quiso mantener la relación a distancia, fue Arden.

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