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Común y Corriente

Común y Corriente

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Dicen que el dinero no compra la felicidad, pero Adrian solo conoce una manera de tener lo que quiere y es a través del dinero. Será porque la vida le ha enseñado a que todos quieren siempre algo de él, a su alrededor siempre ha habido personas como las monedas, con dos caras y tan falsas como una moneda de cuero. Él lo tiene todo y nada a la vez. Ella la mas común y corriente de las mujeres le enseñará que el dinero no es suficiente para ser feliz.

Capítulo 1 ¡Qué mala suerte la mía!

“Sus manos acariciaban su espalda, mientras él ...” - No, así no.

tap, tap, tap, sonaba la tecla del computador al ser golpeada varias veces hasta borrar el párrafo.

– Comencemos otra vez “Gabriel la llevó hasta la cama donde…” - No, eso tampoco ¡que molesto! Será que no voy a ser capaz de escribir una línea hoy.

Bloqueo mental, falta de inspiración, ausencia de ideas o todas las anteriores, esa es la manera en que se siente Victoria, que con el computador en frente ha perdido la cuenta de las veces que ha borrado la línea porque no le gusta o cree que no es buena para su historia. Su profesión no es ser escritora, pero le gusta como pasatiempo y la saca de la realidad por un rato, tiene un blog donde publica historias cortas, actualmente está escribiendo una novela, pero se parece que se le ha ido la inspiración, lleva meses escribiendo y no alcanza a ir ni por la mitad de la historia, pero no importa y es no es un impedimento para que ella siga buscando su sueño, ya llegará la inspiración solo de descansar y darle tiempo.

Si le preguntaran porque le gusta escribir, dirá que es la manera de irse a otros mundos y poner en los personajes todo aquello que por muchas razones válidas o no, ella no se atreve. Entonces puede ser, la mujer de la que todos se enamoran, la heroína, la villana, el antagonista más odiado, el galán valiente y seductor, cualquier cosa que su imaginación desee. A veces cree que Freud estaría feliz metido en su cabeza.

Pero hoy su falta de fluidez mental tiene un motivo, el mismo que la ha estado molestando últimamente. La falta de solvencia económica que tambalea cada día más y si no encuentra un mejor empleo tendrá que dejar el apartamento e irse a otro lugar más económico y eso es igual a cambiar de zona, andar un largo camino para llegar al trabajo y más dinero en transporte el cual no tiene. Todos los días busca y revisa su correo para ver si tiene alguna oferta, pero no. Y ahí en cuando los sentimientos de frustración y rabia llegan a su cabeza porque de que valió graduarse con honores en la escuela de negocios, hablar tres idiomas, si está trabajando de mesera en un café que funciona dentro de un prestigioso hotel de la zona turística de la ciudad y el negocio más grande es la cuenta del mejor servicio que haga, y no es que este mal ser mesera, antes da gracias porque gracias a eso no muere de hambre.

Toda esta situación la lleva a recordar sus días de universidad, cuando una compañera le decía que estaba desperdiciando su potencial, porque con esa cara podría tener lo que quisiera. Su amiga siempre vestía a la moda y andaba en autos último modelo y un día le contó su secreto, era modelo webcam y con eso ganaba lo suficiente para vivir como una reina y lo mejor de todo, decía ella, era que nadie le ponía un dedo encima, los clientes pagaban por ver y ella era una experta mostrando. Victoria pudo comprobarlo la vez que la invitó a su lujoso apartamento y la dejó ver una de sus sesiones de trabajo.

Liliam trabajaba bajo el seudónimo de “La Dalia Negra”, cuando Victoria los supo pensó que era morboso llamarse como un asesinato, pero cada uno, con sus gustos y razones, se dijo para sí; en fin, ese día Liliam encubierta en pocos lugares que más tarde descubría, solo cuando los clientes pagasen por ver su cuerpo desnudo, se iba quitaba todo, excepto el antifaz blanco y negro que cubre su rostro también usaba una peluca que para el show de hoy es color rojo. Siempre había alguien que ofrecía mucho dinero porque ella se quite el antifaz, pero nunca aceptaba, era su manera de mantener su identidad secreta y el morbo en la audiencia. Pero en ese trabajo no es suficiente con quitarse la ropa, también hay que tener labia y ella tenía todo un guion, cada palabra, cada toque de su cuerpo les costaba dinero a los espectadores en línea.

Victoria miraba sorprendida el espectáculo y los colores de la vergüenza que en su amiga eran ausentes, estaban en ella, con un matiz muy subido. En ocasiones cerró los ojos, pero ella era hábil con las palabras y escucharla interactuar con comentarios lascivos y subidos de tonos con sus clientes, sin duda hizo que Victoria se excitara de momento. Cuarenta minutos, eso duró su sesión de trabajo ese día, ella era una de las más cotizadas y solicitadas en línea y podía darse ciertos privilegios como manejar su tiempo al aire.

Después llegó la pregunta por la cual Victoria estaba ese día en su casa, “¿quieres entrar al negocio?” fue la pregunta, pero como sus prejuicios son más grandes que sus necesidades, le dijo que no.

Pero la verdad ahora que la cosas no andas bien la idea de llamar a Liliam a cruzado más de una vez por su cabeza porque los prejuicios no compran comida y pagan las deudas.

Y con eso pensamiento en mente tomó mi teléfono y lo miró con duda “¿de verdad estás pensando en llamar a Liliam?" sus escandalizados perjuicios le hacían la pregunta, pero como siempre algo se atraviesa y lo impide, una llamada de su jefe fue su ángel salvador. Una llamada que no puede ser para otra cosa diferente a trabajo extra.

[ Hola Victoria, necesito tu ayuda esta noche, Sam llamó a decir que está enfermo y no puede venir y tú eres mi única esperanza y hay muchos clientes por estos días debido al evento, por favor di que sí.]

"Como si no lo conociera, siempre usa la misma treta para que lo ayude, estoy cansada pero igual necesito dinero" pensó al responder.

[No te preocupes, allí estaré, nos vemos por la noche.]

Al igual que el café, todos los establecimientos de la zona estaban llenos, hoy había un número inusitado de turistas, la ciudad era el epicentro de la Rueda Internacional de Negocios, un evento muy interesante al que algún día me gustaría participar, pero no era posible porque a partir de hoy, este cuerpo trabajará hasta el cansancio siendo la mesera de los empresarios alojados en el hotel.

De todos los establecimientos del hotel, el café es el único que funciona 24/7 el turno de Victoria terminaba a las seis de la mañana, para su fortuna después de las tres no hubo más clientes y pudo descansar el resto de la noche, el jefe les daba permiso de descansar un rato, se les permitía siempre y cuando no hubiera clientes, así que con su compañera de turno se alternaron el tiempo de descanso. Cuando fue la hora de irse, buscó su medio de transporte, desde hace casi un año Victoria comenzó a llegar al trabajo en bicicleta, según ella era más rápido y ecológico, eso es lo que le decía a todo aquel que preguntaba, pero la verdad es que necesita ahorrar dinero y había vendido su auto hace meses, así que no era por ecológica o deportista, era por pobre que andaba en bicicleta.

No obstante, esa mañana decidió por azares del destino cambiar su ruta de salida del hotel, acto que le traería consecuencias inesperadas.

¡Pum! ¡catapum! el sonido de un golpe seguido de un “¡AY!” se escuchó en el callejón, a un lado de la calle quedó tirada la bicicleta, su conductor tirado en el suelo aún estaba en estado de shock, viendo a la persona que había atropellado segundos atrás.

El corazón de Victoria latía como loco, su cuerpo temblaba, su mirada no se despegaba de la mujer que yacía en el suelo y por su atuendo podía deducir que es un huésped del hotel, “Victoria, estás en problemas” se dijo.

Se movió rápidamente y fue en ayuda de la chica que comenzó a incorporarse con un gesto de dolor reflejado en su cara al tiempo que se agarraba el brazo derecho y se tambaleó al incorporarse.

— ¿Se encuentra usted bien? —dijo Victoria con angustia

— No, creo que algo le pasó a mi pie. —respondió la desconocida y una lágrima corrió por su mejilla.

— ¡Dios, lo siento tanto! pero saliste de la nada y fue muy tarde para frenar y evitar irme contra ti, ven vamos a la clínica para que te revisen.

— No puedo, mi jefe me espera y ya debe estar preguntándose donde estoy —dijo la chica más preocupada por eso que por su estado, intentó moverse, pero el dolor en su pie se lo impidió.

— De ninguna manera, tu pie no está bien, llámalo y dile que estás en la clínica a dos calles de aquí.

La mujer no tuvo más remedio que aceptar, ahora que la adrenalina bajó el dolor en el pie izquierdo era insoportable y la muñeca derecha se estaba inflamando rápidamente. Victoria se encuentra en la sala de espera de emergencias y está muy preocupada por el daño que pueda tener la chica y lógicamente ella tendrá que asumir las consecuencias de su parte en el accidente, como si no fuera suficiente con todos los problemas que tiene para sumarle otro más.

— Busco a una paciente, Mariana Navarro, ella me llamó diciendo que está aquí porque tuvo un accidente.

Victoria miró con atención al hombre que acaba de llegar.

— Sí señor, en estos momentos está siendo atendida, usted que parentesco tiene con la paciente.

— La señorita trabaja para mí y soy la única persona cercana que tiene, no somos de la ciudad, así que eso me hace su acudiente y responsable por lo que necesite.

La encargada lo guio hasta donde estaba Mariana, a un lado sentada en una silla Victoria lo escuchó hablar, al ver al hombre alto con cara de agua de limón con chía y que buscaba a la víctima del accidente, se preocupó aún más. Mariana había tomado las cosas con calma y era consciente que su distracción al cruzar la calle causó el choque, pero este hombre no luce tan comprensivo como la víctima.

Había pasado más de una hora cuando Mariana salió en silla de ruedas con su pierna izquierda inmovilizada y el brazo derecho sostenido por un cabestrillo, los ojos de Victoria se agrandaron.

“Ahora si estoy en un lío” se dijo pensando en que quizás las cosas se iban a complicar más de la cuenta, sobre todo por la expresión del recién llegado que estaba al lado de Mariana.

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