/0/9959/coverbig.jpg?v=20250115112006)
Devak jefe de la tribu Patchua nunca ha creído en el amor, sus intereses siempre han sido en tener mas poder y ayudar a que su pueblo crezca en todos los sentidos. Pero un día el amor tocará la puerta de su corazón de la manera mas inesperada, arrastrándolo a un deseo incontrolable de amar sin que el sea consciente de ello. Por otra lado esta Aymara, una dulce joven que solo sueña en tener libertad. El amor de su madre la obliga a estar encerrada durante 18 años, y es de esperarse, ya que si descubren que es "diferente" podría ser expulsada de la tribu Patchua.
-¡No!, déjame entrar, necesito sentirte nuevamente Daya, sabes que me gustas mucho-Dijo él susurrando a la puerta de la entrada de su casa y ella le permitió pasar.
Esa noche lluviosa de pasión entre dos personas de culturas totalmente diferentes, fue la causa para que un nuevo ser no nativa llamada Aymara, pudiera venir al mundo de la tribu "los Patchua".
//La tribu Patchua se encuentra ubicado en el departamento Amazonas, ubicado en el extremo sur de Colombia, se ha civilizado un poco más a diferencia de otras tribu gracias a la visita de los extranjeros que han llegado a estudiar su territorio y de las negociaciones que han tenido los grandes líderes con los gobernantes de la capital de Leticia y otras ciudades cercanas al amazonas, se dedican a al criado se ganado, peces y gallinas, cultivo de hortalizas, frutas y verduras tropicales, elaboración de orfebrería, cerámica, artesanías con paja e hilo, entre otras cosas más para el desarrollo económico de su territorio//.
Han pasado varios años y aún Aymara sigue sin saber como es exactamente el mundo exterior, su madre tiene un gran temor, del solo pensar de que la tribu se entere de que su hija Aymara es diferente, la podrían excluir de la aldea, el no ser nativo de los Patchua es una violación de sus leyes.
-¡Hija, feliz 19 años !-dice su madre muy entusiasmada, sosteniendo en sus manos una bandeja con Casabes y una totuma de Caguana.
-¡Wao!, ¡gracias mamá!, se ve muy delicioso todo, ¡por fin casabes!-Dijo muy contenta Aymara.
-Sabia que te encantaría, es tu favorita -dijo su mamá con una gran sonrisa.
Aymara disfrutó de su sorpresa, pero eso no era lo bastante suficiente para sentirse satisfecha en su día especial, pues deseaba salir de las cuatro paredes, pero tal ansia no podía ser posible.
-Hija, ¿Por qué estás tan callada?-preguntó su mamá un poco preocupada.
-Tranquila mamá, solo estoy pensando en cómo avanza mi vida, según tu, me dijiste que al cumplir 19 años seria una mujer más madura y que podía tomar mis propias decisiones, pero aquí encerrada, es complicado si lo piensas.-Dijo agachando su cabeza un tanto deprimida.
-Ten un poco de paciencia Aymara, sabes que tu situación no es tan fácil. Falta poco para terminar mi meta de ahorros, te aseguro que pronto saldremos de este lugar y tendrás una vida tranquila, sin tener que preocuparnos de nada-Dijo su mamá Daya acariciando su cabello para tratar de alentarla un poco.
-Si pero, ¡entiéndeme mamá!, estoy cansada de estar aquí, ya van 19 años encerrada y nunca me has dado una buena razón. Dime ¿Qué malo tengo, que no me pueden ver? Y no me digas mentiras, ¡dime la verdad mamá!-preguntó Aymara un poco triste.
-Tu no tienes nada malo, eres perfecta como el agua, el sol y el viento, todo lo que nos rodea.-Contestó Daya trata do de calmarla.
-Entonces madre, ¿Cual es el problema? Y no me digas que por los animales salvajes, que me pueden comer. Ya eso no te lo creo, dime la verdad ¡por favor!.
-Esta bien Hija, trata de calmarte un poco. Nada de esto ha sido fácil para las dos, te agradezco por haberme obedecido en todo este tiempo, en mantenerte aquí, sin reproches. Soy consiente de que te he privado de tu libertad sin una verdadera razón, de que no llevas una vida normal como las demás jóvenes de esta aldea. Me ayudas con los quehaceres de la casa, preparas los alimentos y nunca te has quejado de nada. Por esto y por muchas cosas más, estoy de acuerdo contigo, Mereces la verdad- dijo Daya mirándole a los ojos fijamente y Aymara solo esperaba con más ansias sus razones.
-Hija, tu no debes salir de este lugar porque eres diferente físicamente a todas las personas de esta tribu- respondió Daya espantada viendo de que no le afectará su respuesta.
-Y ¿ Eso que tiene de malo?.-Preguntó muy curiosa Aymara.
-Realmente para mi, no hay nada de malo, pero para el resto de la gente si hija -Aymara le miraba aún sin entender nada-seré mas clara y espero que eso si te baste para no seguir insistiendo en salir tan pronto de aquí.
-Esta bien madre, te escucho.. -respondío tomando la situación con más calma.
-En nuestra Aldea, no se permite que hayan personas diferentes a nuestras raíces, la gente de afuera es como yo, de piel morena, cabello negro, ojos rasgados, pequeños y oscuros, todos nos asemejamos en lo que te acabo de decir, como veras, tu no cuentas con las mismas características y si se dan cuenta que no eres nativa, a las dos nos sacarán inmediatamente de esta Aldea y luego, ¿que será de nosotras?, ¿A donde iremos con poco dinero para sobrevivir?, toda mi vida ha sido en esta Aldea, no sabría que hacer exactamente allá afuera, y no quiero arriesgarme a que tengamos que vivir mendigando. Me aterra el solo pensar que no te pueda proteger.- Dijo Daya mojando su rostro en llanto.
-Entiendo mamá, no llores por favor.-Dijo Aymara secando sus lagrimas y Añadió diciendo: si tengo que esperar otros largos años así será, me mantendré hasta el final.
-Aymara, perdóname por no habértelo dicho antes , no quería que te sintieras mal, toda tu para mi, eres perfecta, tu eres mi hija y no cambiaría nada de como eres, ni físicamente, ni tu forma de ser.
-Gracias mamá, yo tampoco te cambiaría, pero entonces, si yo no me parezco a ti, ¿Me parezco entonces a mi padre?- preguntó Aymara algo curiosa.
-Si hija, tu padre no pertenencia aquí, ni a ninguna tribu, él vino de otro lugar, de uno muy lejano, nos vimos en varios momentos, siempre venia de excursión, nuestro amor fue inmediato, es más en nuestro último encuentro prometió regresar por mi; pero hasta ahora nunca más le volví a ver aun me pregunto Qué será de su vida...-Respondió Daya con la mirada algo perdida.
- Que duro ha tenido que ser para ti mamá, de seguro fue un hombre muy apuesto para ti...
-Ay hija, lo mas lindo que mis ojos hayan podido ver...
-¿Podrías hablarme de él?...
Brit Su, una chica con un gran objetivo en su vida: conocer a sus padres biológicos y la razón por la cual la abandonaron. Ella es trabajadora, soñadora y su pasión es ayudar a los demás, se embarca en un viaje a Shanghai su tierra natal para realizar unos proyectos En el transcurso de su viaje se encuentra con Daniel Ye, un joven CEO que ve la vida en blanco y negro, el cual no cree en el amor, pero en cuanto ve a Brit queda en un estado complicado que ni él sabe si es atraccion o amor. ella lo hará ver la vida de otra manera y colores. Lo de más lo tendréis que descubrir.....
Carla Rossi jamás imaginó que una simple decisión cambiaría su vida para siempre. A sus 17 años, ha crecido en las sombras de la incertidumbre, sin un padre y con una madre que oculta secretos. Trabaja duro para sobrevivir, su única rebeldía es un cigarro a escondidas y su única familia es Jaquelin, su mejor amiga. Pero todo cambia la noche en que, buscando un momento de soledad, encuentra a un hombre herido en un callejón. Ese hombre es Fabrizio Antonucci, el despiadado Don de la mafia italiana. Conocido por su brutalidad, temido por muchos, pero admirado por su poder, Fabrizio es un hombre al que nadie se atreve a desafiar. Sin embargo, Carla, con su inocencia y dulzura, despierta algo en él que ni siquiera comprende: un instinto de protección que no ha sentido por nadie desde la muerte de su madre. Arrastrada a un mundo de lujos, peligro y deseo prohibido, Carla intenta resistirse a la atracción que la consume. Fabrizio la quiere cerca, la desea con una intensidad arrolladora, pero también sabe que su cercanía la pone en riesgo. La diferencia de edad, su inexperiencia y el abismo entre sus mundos deberían ser razones suficientes para alejarse... pero ni él ni ella pueden escapar de lo inevitable. Entre amenazas, secretos familiares y un pasado que vuelve para destruirlos, Carla deberá decidir si huir de un amor que la aterra o rendirse al hombre que podría protegerla... o destruirla. **Un romance oscuro, ardiente y peligroso, donde el amor no es un cuento de hadas, sino una batalla entre el miedo y el deseo.** ---
La felicidad era como un espejismo para Rocío Ouyang, cuando más se acercaba a la felicidad, más se alejaba. Ella acababa de casarse con Edward Mu, pero en su noche de boda todo se derrumbó. Dejando a Rocío embarazada, Edward la abandonó en su noche de boda. Pasados unos años, Rocío renació por completo, cambiando totalmente su personalidad, convertiéndose en la única coronel del ejército. En este momento Rocío comenzó a reflexionar varias preguntas que eran misterios para ella: ¿Por qué los padres de Edward estaban actuando de manera tan extraña? ¿Por qué su padre la odiaba? ¿Y quién estaba tratando de dañar su reputación en el ejército que ella había trabajado tan duro para construir? ¿Y por qué sigues leyendo la sinopsis? ¿Por qué no abres el libro y descúbrelo tú mismo?
Mauricio Rinaldi no busca una relación estable a pesar de su edad, de hecho le gusta mucho la soledad de su hogar, por esa razón nunca en su vida había llevado a alguna de sus amantes a su casa, ya que este era un santuario. Todo cambia en su vida cuando es contratada una empleada nueva debido a que sus otras dos no cumplían correctamente sus funciones en la casa. Esta chica lo cautivo desde el primer momento que la vio salir por la puerta, todo su cuerpo se excito tan solo ver esa cara de inocencia y aquel cuerpo tan natural. Cansado de follar con modelos, plásticas y falsas. Pero al ver a Amber todo cambia en su interior, desde ese primer instante deseo a morir a esa mujer. Su ambición era tan grande que se ideo un plan para poder tenerla a ella sola en su casa y llevarla a la cama. Follaba con Amber en cualquier momento, mancillando ese cuerpo virginal que lo ponía cada vez más adicto, pero de lo que no se estaba dando cuenta este pervertido millonario era que su obsesión por ella estaba tomando otro rumbo diferente. El camino del amor se hacía paso y él se adentraba sin darse cuenta de que lo estaba haciendo.
Jennifer Bennett, la legítima heredera de los Bennett, luchó denodadamente por el reconocimiento de su familia, solo para verse eclipsada por una impostora. Enfrentada a falsas acusaciones, acoso y humillación pública, Jennifer acabó renunciando a ganarse su aprobación. Con la promesa de superar la injusticia, ella se convirtió en la pesadilla de quienes la agraviaban. Los esfuerzos de la familia Bennett por doblegarla no hicieron sino alimentar su éxito, llevándola a la altura con la que sus rivales solo podían soñar. Alguien le preguntó: "¿Te sientes defraudada por tus padres?". Con una sonrisa tranquila, Jennifer respondió: "No importa. Al final, el poder prevalece".
Ella cayó en la trampa que la tendieron su prometido y su mejor amiga. Lo perdió todo y murió en la calle. Sin embargo, ella renació. En el momento en que abrió los ojos, su esposo estaba tratando de estrangularla. Afortunadamente, ella sobrevivió a eso. Firmó el acuerdo de divorcio sin vacilación. La joven estaba lista para su miserable vida. Para su sorpresa, su madre en esta vida le dejó una gran cantidad de dinero. Ella dio la vuelta a las tornas y se vengó. Todo le salió bien cuando su ex marido apareció en su vida.